– IN PASTORAL Message CUBAN CATHOLIC CHURCH Rejects the Superpower of the CUBAN COMMUNIST PARTY. <> EN MENSAJE Pastoral la IGLESIA CATÓLICA CUBANA Rechaza el Superpoder del PARTIDO COMUNISTA CUBANO. Documento.

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La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) rechazó esta semana que la Constitución pueda subordinarse a partidos políticos e ideologías, defendió que el matrimonio debería quedar restringido a la unión entre un hombre y una mujer, y opinó que la reforma en marcha debería descartar la pena de muerte y el derecho al aborto.

En un mensaje pastoral publicado en la página en internet de la COCC, los obispos expresan sus consideraciones sobre el llamado proceso de “consulta” del Proyecto de Constitución y exhortan a los cubanos a participar en el referéndum programado para el próximo 24 de febrero, y “expresarse con el ‘sí’ o el ‘no'”, o la abstención.

“Como pastores comprendemos, a partir de los procesos que ha vivido nuestra nación, a quienes piensan que su opinión no cuenta. Sin embargo, queremos invitar a todos nuestros compatriotas a optar por una participación consciente y responsable”, dicen los obispos y solicitan a las autoridades que “las opiniones y aportes recogidos —durante la ‘consulta’— sean tenidos en cuenta”.

En su mensaje, los obispos defienden que “la Constitución no se puede subordinar a leyes, decretos, resoluciones, partidos políticos, ideologías, disposiciones o sentencias judiciales, ya que una Carta Magna prevalece por encima de todos ellos”.

Asimismo, lamentan “la ausencia del reconocimiento a la diversidad de opinión política” en el proyecto sometido a “debate”.

El Proyecto de Constitución descarta el pluripartidismo y mantiene el control de la Partido Comunista sobre el resto de los poderes del Estado. Durante el análisis de la reforma en la última sesión de la Asamblea Nacional, el castrismo dejó claro que el partido no se subordinará a la Carta Magna.

En su mensaje pastoral, los obispos consideran además necesario que la nueva Constitución “disponga la creación de un Tribunal de Garantías Constitucionales con la finalidad de salvaguardar los derechos que en ella se refrendan”.

Asimismo, señalan que el texto debería proteger “el derecho a la vida (…) desde el momento de la concepción del individuo —en rechazo al aborto, legal en la Isla— hasta la muerte natural”. También, “sería de desear que abarque la exclusión de la pena de muerte”, añaden.

Por otra parte, los obispos opinan que la inclusión como sujetos de derecho de las categorías “género, orientación sexual e identidad de género” es “innecesaria”.

Estas especificaciones “provienen de una evidente influencia de la llamada ‘ideología de género'”, dijeron los prelados. A su juicio “bastaría con la categoría ‘sexo’ para que queden comprendidos todos los miembros de la sociedad”.

“El sexo viene dado por la naturaleza y no es una construcción cultural adquirida, como propone equivocadamente la referida ideología de género, que se caracteriza por un fuerte subjetivismo, que lleva al individuo a decidir por sí mismo lo que es bueno y lo que es malo. De tal manera que, dicha ideología, sostiene entre sus postulados principales que cada persona elige su propia identidad sexual”, critican los miembros de la COCC.

La inclusión en el Proyecto de Constitución de elementos que abrirían la puerta a la aprobación del matrimonio homosexual en Cuba es el aspecto que más polémica ha causado en la Isla. Además de la Iglesia Católica, se han opuesto abiertamente a esa posibilidad las iglesias evangélicas, que incluso han realizado una campaña pública en contra, permitida por las autoridades.

“Los obispos consideramos mal fundado y erróneo que aparezca en el proyecto constitucional (…) una definición del matrimonio como ‘la unión de dos personas con aptitud para ello, a fin de hacer vida común'”, dicen al respecto los integrantes de la COCC y niegan que su posición implique “discriminación”.

“La enseñanza de la Iglesia siempre ha sido clara: el amor recíproco y complementario entre el hombre y la mujer fundamenta la vocación al matrimonio y a la familia, estableciendo una unidad que no puede equipararse a ninguna otra”, dicen.

Por otra parte, provechan el reconocimiento en el proyecto constitucional del derecho a profesar y practicar creencias religiosas para reiterar viejos reclamos de la Iglesia Católica.

“En nuestro caso concreto, esta libertad (religiosa) implica (…) el reconocimiento jurídico de la Iglesia y de su identidad y misión propias, lo que incluye la posibilidad de dar a conocer su enseñanza moral de acuerdo al Evangelio, de acceder de modo sistemático a los medios de comunicación, la libertad de enseñanza y de evangelización, de construir edificios y de adquirir y poseer bienes adecuados para su actividad; y la libertad de asociarse para fines no solo estrictamente religiosos sino también educativos, culturales, de salud y caritativos”, enumeran.

Como la Constitución y el Estado, la “libertad religiosa” está sujeta al control del Partido Comunista, que permite la actividad solo de aquellas denominaciones autorizadas por su Oficina de Asuntos Religiosos.

La COCC critica además que el proyecto constitucional establezca que “la enseñanza es función del Estado” y mencione la contribución atribuida a la familia “en último lugar”.

“Ni el Estado ni ninguna otra institución deben apropiarse esta delicada misión”, dicen los obispos.

En cuanto a los derechos de la familia, afirman que para que esta pueda “alcanzar su pleno desarrollo y bienestar (…) es necesario que la Constitución brinde las posibilidades para que cada ciudadano tenga un salario que realmente satisfaga sus necesidades”.

“Igualmente, han de garantizarse las prestaciones sociales necesarias para equilibrar la vida familiar, de modo que sea posible y alcanzable por todos sus miembros una vida estable y vivienda digna, hasta después de la vida laboral de los mismos”, advierten.

Los bajos salarios (de un promedio de 30 dólares al mes) y las pensiones miserables son una de las principales quejas de los cubanos.

Por último, los obispos opinan que el derecho a invertir en el país concedido a las empresas extranjeras debería “ser extendido al ciudadano cubano”.

Firman El Documento Pastoral con Fecha en La Habana, 24 de octubre de 2018:
+ Dionisio García Ibáñez, Arzobispo de Santiago de Cuba + Juan de la Caridad García Rodríguez, Arzobispo de La Habana + Wilfredo Pino Estévez, Arzobispo de Camagüey + Emilio Aranguren Echeverría, Obispo de Holguín, Presidente de la COCC + Arturo González Amador, Obispo de Santa Clara, Vicepresidente de la COCC + Manuel Hilario de Céspedes y García-Menocal, Obispo de Matanzas + Jorge Enrique Serpa Pérez, Obispo de Pinar del Río + Álvaro Beyra Luarca, Obispo de Bayamo-Manzanillo + Domingo Oropesa Lorente, Obispo de Cienfuegos + Juan Gabriel Díaz Ruiz, Obispo de Ciego de Ávila + Silvano Pedroso Montalvo, Obispo de Guantánamo-Baracoa + Juan de Dios Hernández Ruiz SJ, Obispo Auxiliar de La Habana, Secretario General de la COCC.

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la-catedralIN PASTORAL MESSAGE THE CUBAN CATHOLIC CHURCH REJECTS THE SUPERPOWER OF THE PCC.logo-del-partido-comunista-de-cuba-300x178

The Conference of Catholic Bishops of Cuba (COCC) rejected this week that the Constitution could be subordinated to political parties and ideologies, argued that marriage should be restricted to a union between a man and a woman, and opined that the reform underway should rule out the death penalty and the right to abortion.

In a pastoral message published on the COCC website, the bishops express their thoughts on the so-called process of “consultation” of the Constitution Project and exhort Cubans to participate in the referendum scheduled for February 24, and “to express themselves with ‘yes’ or ‘no'”, or abstention.

“As pastors we understand, from the processes that our nation has experienced, to those who think that their opinion does not count, but we want to invite all our compatriots to choose a conscious and responsible participation,” the bishops say. the authorities that “the opinions and contributions collected during the ‘consultation’ are taken into account.”

In their message, the bishops defend that “the Constitution can not be subordinated to laws, decrees, resolutions, political parties, ideologies, judicial dispositions or judgments, since a Magna Carta prevails over all of them”.

They also lament “the absence of recognition of the diversity of political opinion” in the project submitted to “debate”.

The Constitution Project discards the multiparty system and maintains control of the Communist Party over the rest of the powers of the State. During the analysis of the reform in the last session of the National Assembly, Castroism made it clear that the party will not be subordinated to the Magna Carta.

In their pastoral message, the bishops also consider it necessary that the new Constitution “provide for the creation of a Tribunal of Constitutional Guarantees in order to safeguard the rights that are endorsed in it.”

They also say that the text should protect “the right to life (…) from the moment of the conception of the individual – in rejection of abortion, legal on the island – until natural death.” Also, “it would be desirable to cover the exclusion of the death penalty”, they add.

On the other hand, the bishops believe that the inclusion as subjects of law of the categories “gender, sexual orientation and gender identity” is “unnecessary”.

These specifications “come from an evident influence of the so-called ‘gender ideology'”, said the prelates. In his opinion “it would be enough with the category ‘sex’ so that all the members of the society are included”.

“Sex is given by nature and is not an acquired cultural construction, as the gender ideology referred to wrongly, which is characterized by a strong subjectivism, which leads the individual to decide for himself what is good and what is In such a way that, said ideology, maintains among its main postulates that each person chooses his or her own sexual identity, “the members of the COCC criticize.

The inclusion in the Constitution Project of elements that would open the door to the approval of homosexual marriage in Cuba is the aspect that has caused the most controversy in the Island. In addition to the Catholic Church, the evangelical churches have openly opposed this possibility, that they have even carried out a public campaign against, allowed by the authorities.

“The bishops believe that it is ill-founded and erroneous to see in the constitutional draft (…) a definition of marriage as ‘the union of two persons with aptitude for it, in order to make life common'”, say the members of the COCC and deny that their position implies “discrimination”.

“The teaching of the Church has always been clear: reciprocal and complementary love between men and women bases the vocation to marriage and the family, establishing a unity that can not be compared to any other,” they say.

On the other hand, they benefit from the recognition in the constitutional project of the right to profess and practice religious beliefs to reiterate old claims of the Catholic Church.

“In our concrete case, this freedom (religious) implies (…) the juridical recognition of the Church and its own identity and mission, which includes the possibility of making known her moral teaching according to the Gospel, of accessing systematic to the media, freedom of teaching and evangelization, to build buildings and to acquire and possess goods suitable for their activity, and the freedom to associate for purposes not only strictly religious but also educational, cultural, health and charitable “, they list.

Like the Constitution and the State, “religious freedom” is subject to the control of the Communist Party, which allows the activity only of those denominations authorized by its Office of Religious Affairs.

The COCC also criticizes that the constitutional project establishes that “education is a function of the State” and mentions the contribution attributed to the family “in last place”.

“Neither the State nor any other institution should appropriate this delicate mission,” say the bishops.

As for the rights of the family, they affirm that in order for it to “achieve its full development and well-being (…) it is necessary for the Constitution to provide the possibilities for each citizen to have a salary that really meets their needs”.

“Equally, the social benefits necessary to balance family life must be guaranteed, so that a stable life and decent housing is possible and achievable by all its members, even after their working life,” they warn.

The low salaries (of an average of 30 dollars a month) and the miserable pensions are one of the main complaints of the Cubans.

Finally, the bishops believe that the right to invest in the country granted to foreign companies should “be extended to Cuban citizens.”

Sign the Pastoral Document with Date in Havana, October 24, 2018:
+ Dionisio García Ibáñez, Archbishop of Santiago de Cuba + Juan de la Caridad García Rodríguez, Archbishop of Havana + Wilfredo Pino Estévez, Archbishop of Camagüey + Emilio Aranguren Echeverría, Bishop of Holguín, President of the COCC + Arturo González Amador, Bishop of Santa Clara, Vice President of the COCC + Manuel Hilario de Céspedes and García-Menocal, Bishop of Matanzas + Jorge Enrique Serpa Pérez, Bishop of Pinar del Río + Álvaro Beyra Luarca, Bishop of Bayamo-Manzanillo + Domingo Oropesa Lorente, Bishop of Cienfuegos + Juan Gabriel Díaz Ruiz, Bishop of Ciego de Ávila + Silvano Pedroso Montalvo, Bishop of Guantánamo-Baracoa + Juan de Dios Hernández Ruiz SJ, Auxiliary Bishop of Havana, Secretary General of the COCC.

Agencies/DDC/Mensaje Pastoral Católico/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ TheCubanHistory.com
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