– REMEMBERING “Bola de Nieve” at 47 Years of his Dead. VIDEOS. <> RECORDANDO a Bola de Nieve a los 47 años de su Partida. VIDEOS.

Bola_de_NieveREMEMBERING “BOLA DE NIEVE” AT 47 YEARS OF HIS DEAD.

Ignacio Jacinto Villa Fernández “Bola de Nieve” (Nickname Snowball) began studying music at the age of 8 at the Conservatorio de Guanabacoa, later he began to study teaching, but music called him more strongly, first as a silent film pianist or accompanist of renowned figures, and then as an exceptional performer. of Afro music, but also of lullabies and romantic songs.

Very early, Bola de Nieve learned a lot from the French chansonnier, and then adapted to the Cuban idiosyncrasy, an interpretative style that included the declamation and the interpretation of a character, so that he penetrated the song, discovered his spirit, and he returned it to the public with unparalleled grace, rhythm, expressiveness and honesty.

To all this was added the artist’s ability to interpret songs in different languages ​​such as Catalan, Portuguese, English, French and Italian, without ever leaving his style, at the same time very Cuban and universal. Among his anthological interpretations is Tu no sabe inglé, Vito Manué, by Eliseo Grenet and Nicolás Guillén, who inclined his repertoire to this kind of mocking songs of those who think they are more than what they are.

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At the opposite extreme, there is his masterful, dramatic interpretation of Vete de mí, because El Bola was a man tormented by lack of love, racial issues and by his homosexual inclination. And yet he managed to give his audience a lot of joy. As a composer, we owe some beautiful songs like If you could love me, Oh, love and, You have to love me, among others, covered by dozens of Cuban and foreign singers.

He was ambassador of Cuban music, very recognized in Europe, South America and the United States, where he came to appear at the Carnegie Hall in New York, where the applause made him go out nine times to the stage to thank the audience that cheered him.

Bola de Nieve was one of the few artists who maintained an undeniable popularity before and after the triumph of the Revolution. In 1950 he started on the radio CMQ The great show of Bola de Nieve. At the end of the sixties and the beginning of the seventies he appeared regularly on television, while cultivating a select group of admirers in the Monseñor restaurant, as an essential figure of the Havana bohemian.

Miriam Ramos or Pancho Céspedes have dedicated entire albums to Bola de Nieve, while Carlos Varela paid tribute to him in one of his most popular songs of the nineties, the one that describes him, with undoubted love and respect, as “negro piano man, with the voice already spent so early in the morning ”

The death surprised Ignacio Villa in Mexico City, traveling to South America, where he would continue his concert tour on October 2, 1971 and his body was moved to Cuba and buried in his beloved Guanabacoa, where he was born on September 11 of 1911. Ernesto Lecuona and Rita Montaner were also born in Guanabacoa, also linked to the best of Cuban music in the first half of the 20th century.

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bola-de-nieve-a14e38e0-5109-4c7e-8f76-f3ac353c7a1-resize-750RECORDANDO A “BOLA DE NIEVE” A LOS 47 AÑOS DE SU PARTIDA.

Ignacio Jacinto Villa Fernández “Bola de Nieve” empezó a estudiar música a los 8 años en el Conservatorio de Guanabacoa, más tarde empezó a estudiar magisterio, pero la música lo llamó con más fuerza, primero como pianista del cine silente o acompañante de figuras reconocidas, y luego como intérprete excepcional de la música afro, pero también de canciones de cuna y románticas.

Muy temprano, Bola de Nieve aprendió mucho de los chansonnier franceses, y luego adaptó a la idiosincrasia cubana, un estilo interpretativo que incluía la declamación y la interpretación de un personaje, de modo que se adentraba en la canción, descubría su espíritu, y se la devolvía al público con una gracia, un ritmo, una expresividad y una honestidad inigualables.

A todo ello se sumaba la capacidad del artista para interpretar canciones en distintos idiomas como catalán, portugués, inglés, francés e italiano, sin salirse nunca de su estilo, al mismo tiempo cubanísimo y universal. Entre sus antológicas interpretaciones se cuenta Tu no sabe inglé, Vito Manué, de Eliseo Grenet y Nicolás Guillén, que inclinó su repertorio a este tipo de canciones burlonas de quien cree ser más de lo que es.

En el extremo opuesto, está su magistral, dramática interpretación de Vete de mí, porque El Bola fue un hombre atormentado por el desamor, los temas raciales y por su inclinación homosexual. Así y todo se las arregló para darle muchísima alegría a su público. Como compositor, le debemos algunas bellísimas canciones como Si me pudieras querer, Ay, amor y, Tú me has de querer, entre otras, versionadas por decenas de cantantes cubanos y extranjeros.

Fue embajador de la música cubana, muy reconocido en Europa, Suramérica y Estados Unidos, donde llegó a presentarse en el Carnegie Hall de Nueva York, donde los aplausos lo hicieron salir nueve veces al escenario a agradecer al público que lo ovacionaba.

Bola de Nieve fue de los pocos artistas que mantuvo una popularidad indeclinable antes y después del triunfo de la Revolución. En 1950 se inició en la radio CMQ El gran show de Bola de Nieve. A finales de los años sesenta y principios de los setenta se presentaba con asiduidad en la televisión, mientras cultivaba un selecto grupo de admiradores en el restaurante Monseñor, como figura imprescindible de la bohemia habanera.

Miriam Ramos o Pancho Céspedes le han dedicados álbumes enteros a Bola de Nieve, mientras Carlos Varela le rindió homenaje en una de sus canciones más populares de los años noventa, aquella que lo describe, con indudable cariño y respeto, como “negro piano man, con la voz gastada ya de tanto madrugar”

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La muerte sorprendió a Ignacio Villa en Ciudad México, en viaje hacia América del Sur, donde continuaría su gira de conciertos un 2 de Octubre de 1971 y su cadáver fue trasladado a Cuba y sepultado en su querida Guanabacoa, donde había nacido un 11 de septiembre de 1911. En Guanabacoa nacieron también Ernesto Lecuona y Rita Montaner, también ligados a lo mejor de la música cubana en la primera mitad del siglo XX.

Agencies/ CiberCuba/ Joel Del Río/ Internet Photos/ YouTube/ Arnoldo Varona/ TheCubanHistory.com
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