On November 9, 1912 was born in Santa Cruz del Sur, coastal town of the Cuban province of Camagüey, Ramón Chacón Vélez (Chacumbeles), whose violent death gave rise to a popular phrase of full force and also inspired an afro, sticky refrain “He himself was killed”, which almost all the natives of the largest island in the Caribbean know.

His father dies in the flush of sea of ​​1932, that sweeps the city, but the boy and his dog Lolita manage to save themselves by climbing a gigantic carob tree and then they go to Havana, where he looks for the night life selling gardenias and butterflies in the Central Park and during the day he gets a trapeze apprentice job in the famous circus company Santos y Artigas.

At that time, the star of the show was the Polish trapeze artist Bronislav Korchinsky and José Ramón, who became his disciple, soon revealed himself as a new talent of the air, to take the artistic name of Chacumbeles and to include in the show his inseparable Lolita as The first acrobat dog from Cuba, come to occupy a place of great popularity.

Korchinsky abandons Cuba attracted by a juicy contract in the United States and “El Intrépido Chacumbeles”, as he was known, takes his place as the main attraction of the circus Santos y Artigas, adding to his performances Ilona Szabó, a Hungarian Jewess of impressive beauty who had arrived at the capital of the largest of the Antilles for those things of destiny.

Chacumbeles falls madly in love with Ilona and becomes her lover in turn in a wild romance and although at first everything is going well, very soon the so-called Hungarian doll begins to feel the itch of a new adventure and looks at the American black Harry Silver , the typical entertainer of minstrels shows.

One day when Chacumbeles was on the tightrope with Lolita, she watches Ilona and Harry Silver, poorly hidden, devouring each other’s kisses, in an act so embarrassing and outrageous that the prominent maromero loses his balance and falls to the ground dragging his faithful dog, which died crushed by its owner.

In the records of Circus Santos and Artigas, founded in 1916, the name of Chacumbeles appears.

Chacumbeles saves the life, but arrived at the hospital the doctors inform him that it was necessary to operate it of urgency since it had several fractures, the two broken legs, and a rib had perforated its lung and there it remained six long and painful months until it recovers, without However it is completely lame and without strength in the hands to retake the glory gained in the trapeze.

With the soul broken into a thousand pieces and plunged into a deep depression, Chacumbeles returns to the same park that saw him arrive in Havana, the capital and where he once sold flowers to young society girls, but now as police officers, disappointed and overwhelmed by unbearable pain, until one dawn takes the life of a shot.

https://youtu.be/8eSWGwMFrn0

In 1941 Chacumbeles went to immortality in a homonymous song, which suppresses the “s” of his name, composed by Alejandro Mustelier and recorded by the Trio Servando Díaz on a 78 rpm record for the Victor, which recreates the supposed tragedy and locates to the Hungarian circus in search of the one who betrayed once.

The story about the popular character with the trim of a cheap novel reveals some incongruities and even the words of the song question its veracity “And dancing through the streets of Havana, / When the comparsas leave, caramba / And looking for Chacumbele / That he played his drum. ” “Chacumbele has already left / Without saying goodbye / And because of your jealousy / The same was killed”.

RAMÓN CHACÓN VELEZ “CHACUMBELES”, EL MISMITO SE MATO.

El 9 de Noviembre de 1912 nace en Santa Cruz del Sur, poblado costero de la provincia cubana de Camagüey, Ramón Chacón Vélez (Chacumbeles), cuyo violento fallecimiento dio pie a una frase popular de plena vigencia y además inspiró un son afro, de pegajoso estribillo “Él mismito se mató”, que conocen casi todos los oriundos de la mayor isla del caribe.

Su Padre muere en el ras de mar de 1932, que barre la ciudad, pero el muchacho y su perra Lolita logran salvarse trepándose a un gigantesco algarrobo y luego emprenden viaje a La Habana, donde él se busca la vida de noche vendiendo gardenias y mariposas en el Parque Central y de día consigue empleo de aprendiz de trapecista en la afamada compañia circense Santos y Artigas.

En ese momento, la estrella del espectáculo era el trapecista polaco Bronislav Korchinsky y José Ramón convertido en su discípulo pronto se revela como un nuevo talento de los aires, para tomar el nombre artístico de Chacumbeles y al incluir en el show a su inseparable Lolita como la primera perrita acróbata de Cuba, llegan a ocupar un lugar de gran popularidad.

Korchinsky abandona Cuba atraído por un jugoso contrato en Estados Unidos y “El Intrépido Chacumbeles”, como era conocido, ocupa su lugar como la máxima atracción del circo Santos y Artigas, sumando a sus presentaciones a Ilona Szabó, judía húngara de belleza impactante que había llegado a la capital de la mayor de las Antillas por esas cosas del destino.

Chacumbeles se enamora perdidamente de Ilona y se convierte en su amante de turno en un descabellado romance y aunque al principio todo marcha bien, muy pronto la llamada Muñequita Húngara comienza a sentir la comezón de una nueva aventura y se fija en el negro norteamericano Harry Silver, el típico entertainer de los shows de minstrels.

Un día en que estaba Chacumbeles en la cuerda floja con Lolita, contempla a Ilona y Harry Silver malamente escondidos devorándose a besos, en un hecho tan bochornoso y su vez indignante que el destacado maromero pierde el equilibrio y cae al suelo arrastrando consigo a su fiel perrita, la cual murió aplastada por su dueño.

En los registros del circo Santos y Artigas, fundado en 1916 aparece el nombre de Chacumbeles.

Chacumbeles salva la vida, pero llegado al hospital los médicos le informan que había que operarlo de urgencia pues tenía varias fracturas, las dos piernas rotas, y una costilla había perforado su pulmó y allí permaneció seis largos y dolorosos meses hasta que se recupera, sin embargo queda completamente cojo y sin fuerza en las manos para retomar la gloria ganada en el trapecio.

Con el alma rota en mil pedazos y sumido en una profunda depresión, regresa Chacumbeles al mismo parque que lo vió llegar a La Habana, la capital y donde una vez vendiera flores a las jovencitas de sociedad, pero ahora como policías de recorrido, defraudado y agobiado por un dolor insoportable, hasta que una madrugada se quita la vida de un disparo.

https://youtu.be/8eSWGwMFrn0

En 1941 Chacumbeles pasó a la inmortalidad en una canción homónima, que suprime la ”s” de su nombre, compuesta por Alejandro Mustelier y grabada por el Trío Servando Díaz en un disco de 78 rpm para la Victor, que recrea la supuesta tragedia y ubica a la cirquera húngara en la búsqueda de aquel que traicionó una vez.

La historia sobre el popular personaje con ribetes de novela barata deja entrever algunas incongruencias y hasta la letra de la canción pone en duda su veracidad “Y bailando por las calles de La Habana, /Cuando salen las comparsas, caramba/ Y buscando a Chacumbele/ Que tocaba su tambor”. “Chacumbele ya se fue/ Sin decir un adiós/ Y por causa de tus celos/ El mismito se mató”.

Agencies/ Arrajatabla/ Alberto Denis/ Internet Photos/ YouTube/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.