La primera excursión aerostática, en Globo, se efectuó en La Habana el 19 de marzo de 1828 como uno de los más atrayentes números del programa de festejos combinado para solemnizar la inauguración del Templete de la Plaza de Armas, bajo el gobierno benéfico pero duro de Don Francisco Dionisio Vives. La historia recoge en su larga extensión que los globos no fueron conocidos en Cuba hasta el año 1796.

Una de las historias más conocidas en Cuba es la de Matías Pérez, un piloto portugués residente en Cuba durante el siglo XIX. Hay motivo para creer que Matías estaba ya aplatanado en Cuba y había constituido familia en esta ciudad.

Matias Perez se desempeñaba como toldista, es decir, confeccionaba toldos de lona para proteger las casas y establecimientos del fuerte sol, pero sus ratos libres los dedicaba a estudiar aerodinámica, horas dedicadas a desentrañar el misterio de la ligereza del aire. Su anhelo era construir un globo aerostático y elevarse en las alturas. Poco a poco fue confeccionando la barquilla, el quemador, la envoltura y demás aditamentos. Cuando hubo hallado la clave para elevarse, bautizó su globo como “Villa de París”, y se decidió a realizar lo que sería su primera y única ascensión.

El 9 de junio de 1856, el pueblo habanero, se agolpaba en la Plaza de Marte, para presenciar la ascensión de Matías Pérez. El calendario marcaba el 9 de junio de 1856. Se dirigió temprano en la mañana al antiguo Campo Marte, (hoy Parque de la Fraternidad de La Habana), llamado así por ser una explanada escogida para ejercicios militares y por ser Marte el dios de la guerra. Ante las miradas curiosas de desconocidos, amigos y familiares se elevó por los cielos, mientras se escuchaban las voces de… ¡buen viaje Matíaaaaassss!

Dicho y hecho subió y fue a descender a los Filtros del Husillo. Unos días después, el 28 de junio volvió a ascender en su globo ‘la Villa de París’. Nadie supo lo que sintió Matías en ese momento pero es fácil imaginarlo. A poco que el globo se elevaba, la villa parecía más pequeña y los que estaban en tierra vieron como se esfumaba en el cielo de San Cristóbal de La Habana y tan completa, tan magna y tan sobresaliente fue su ascensión que… aún estamos esperando su regreso. Eso se llama subir y lo demás son cuentos.

Nunca más se sabría de él, de su viaje, de sus impresiones y resultado de su sueño. Actualmente Matías es para muchos el primer vestigio de cosmonauta, del innovador.

Consta que se hizo una minuciosa investigación por mar y tierra para dar con el audaz aeronauta o con su cadáver; pero todas las diligencias resultaron infructuosas. Años después, cuéntase que en unos cayos próximos fueron hallados restos de un globo ¿Sería el Villa de París? ¡Quién lo sabe!

Del intrépido aeronauta no ha quedado entre nosotros más que un desvanecido recuerdo. A partir de este acontecimiento, cuando algo o alguien desaparece se suelen utilizar las expresiones ya tradicionales: “se fue a bolina como Matías Pérez” o simplemente, “voló como Matías Pérez”.

CUBAN FAMOUS PHRASES: AND FLEW LIKE MATÍAS PÉREZ …!

The first hot air balloon excursion was held in Havana on March 19, 1828, as one of the most attractive numbers of the festivities program combined to solemnize the inauguration of the Plaza de Armas, under the beneficial but hard government of Don Francisco Dionisio Vives. The history gathers in its long extension that the balloons were not known in Cuba until the year 1796.

One of the best known stories in Cuba is that of Matías Pérez, a Portuguese pilot resident in Cuba during the 19th century. There is reason to believe that Matías was already placated in Cuba and had established a family in this city.

Matias Perez worked as an interviewer, that is, he made canvas awnings to protect the houses and establishments of the strong sun, but his spare time was dedicated to studying aerodynamics, hours dedicated to unraveling the mystery of air lightness. His longing was to build a hot air balloon and rise in the heights. Little by little he was making the nacelle, the burner, the envelope and other attachments. When he had found the key to rise, he baptized his balloon as “Villa de Paris”, and decided to make what would be his first and only ascension.

On June 9, 1856, the people of Havana, crowded in the Plaza de Marte, to witness the ascension of Matías Pérez. The calendar marked the 9 of June of 1856. He went early in the morning to the old Field Mars, (today Park of the Brotherhood of the Havana), call like this for being an esplanade chosen for military exercises and for being Mars the god of the war. Before the curious looks of strangers, friends and family rose through the heavens, while listening to the voices of … good trip Matíaaaaassss!

Said and done went up and went down to the Spindle Filters. A few days later, on June 28 he climbed again in his balloon ‘the Village of Paris’. No one knew what Matías felt at that moment but it is easy to imagine. As soon as the balloon rose, the village seemed smaller and those on the ground saw it vanish in the sky of San Cristóbal de La Habana and so complete, so great and so outstanding was its ascension that … we are still waiting for his return. That is called climbing and the rest are stories.

Never again would he know about him, about his trip, about his impressions and the result of his dream. Currently Matías is for many the first vestige of cosmonaut, of the innovator.

It is recorded that a meticulous investigation was made by sea and land to find the audacious aeronaut or his corpse; but all the proceedings were unsuccessful. Years later, it is said that in some nearby keys were found the remains of a balloon. Would it be the Villa de París? Who knows!

 From the intrepid aeronaut there has remained among us only a faded memory. From this event, when something or someone disappears they usually use the already traditional expressions: “went to bolina like Matías Pérez” or simply, “flew like Matías Pérez”

Agencies/ Wiki/ Havana Inside/ Jiribilla/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.