LOS CARROS EN CUBA: UNA ESPECIE EN PELIGRO DE EXTINCION.
Siempre se ha dicho que Cuba es un museo itinerante, debido a todos los autos de la década de 1950 que aún se mueven por nuestras calles.
Durante más de dos décadas, estas reliquias contribuyeron a una parte del transporte urbano que responde al servicio de taxis colectivos privados.
Ya sea en muy buenas condiciones o no tanto, la verdad es que jugaron un papel importante en el transporte de personas a toda la capital cubana.
A mediados del año pasado, el Ministerio de Transporte adoptó una serie de medidas para los propietarios de esos vehículos antiguos que incluían rutas establecidas y una tarifa plana algo más barata que los precios establecidos previamente por los conductores y, sobre todo, nuevas regulaciones que utilizan ambos Gastos de combustible y las licencias e impuestos a pagar.
Un conductor que tenía su licencia de operación desde 1994 me dijo que la situación lo obligó a entregar su licencia. Por el monto del total a pagar por la licencia mensual, el diez por ciento del ingreso bruto, comprar partes con sobreprecio por la falta de una tienda especializada para adquirirlas a precios más asequibles, lo llevó a dejar de ejercer el trabajo que durante más de dos décadas apoyó a su familia.
Hoy en día hay mucho menos de los taxis colectivos en la calle. Obviamente, se les extraña, porque relevaron a cualquier cubano que necesitaba ir a algún lugar rápido, ya sea para resolver problemas o simplemente tratar de llegar antes y robar el tiempo de vez en cuando.
THE CARS IN CUBA: A SPECIES IN DANGER OF EXTINCTION.
It has always been said that Cuba is a traveling museum, due to all the cars from the 1950s that still move through our streets.
For more than two decades, these relics contributed a part of the urban transportation that responds to the service of private collective taxis.
Whether in very good condition or not so much, the truth is that they played an important role in transporting people throughout the Cuban capital.
In the middle of last year, the Ministry of Transportation adopted a series of measures for the owners of those old vehicles that included set routes and a flat rate somewhat cheaper than the prices established previously by the drivers and, above all, new regulations using both fuel expenses and the licenses and taxes to pay.
A driver who had his operational license since 1994 told me the situation forced him to hand in his license. For the amount of the total to pay for the monthly license, ten percent of the gross income, buy overpriced parts for the lack of a specialized store to acquire them at more affordable prices, led him to stop exercising the work that for more than two decades supported his family.
Nowadays there are much less of the collective taxis on the street. They are obviously missed, because they relieved any Cuban more than once who needed to get somewhere fast, either to solve problems or simply trying to arrive earlier and steal time from time.
Agencies/ HavanaTimes/ Luis E. González/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.