Entertainers and Artists< BOLA DE NIEVE, The Life of a Sad Man who Always was Cheerful. VIDEOS.

hqdefaultBOLA DE NIEVE, LA VIDA DE UN HOMBRE TRISTE QUE SIEMPRE ESTABA ALEGRE.

Fue Inés, la madre de un niño gordo llamado Ignacio Jacinto Villa Fernández y al que todo el mundo conocería con el sobrenombre de Bola de Nieve, la que lo embulló para que matriculara teoría y solfeo con el maestro Gerardo Guanche y piano en el conservatorio Matéu, de Guanabacoa.

Pero aquel niño debe ayudar al sostenimiento de la casa. Para hacerlo reparte cantinas de comida a domicilio y es ahí cuando los muchachos del barrio empiezan a apodarle Bola de Nieve, lo que enfurece a Ignacio Jacinto. El mismo nombrete con el que, no sin maldad, la cantante Rita Montaner, también guanabacoense, lo lanzará al mundo desde un escenario mexicano, en 1933.

Ya para entonces Bola ha recorrido la áspera escuela de la vida. Lo que se dice estudiar, estudió poco piano. No estudiaba, aprendía; no buscaba, encontraba. El trabajo lo ayudó a llenar los vacíos de su formación. Supo hacerse de un repertorio adecuado al timbre áspero de su voz, y de María Cervantes, su mayor y verdadera influencia, dicen especialistas, tomó elementos rítmicos y la forma de acompañarse al piano.

VIDA ARTISTICA DE BOLA.

Habria que hacer un resumen mas que musical de todos los elogios que Bola de Nieve recogió en sus muchos años de vida artística.

El chileno Pablo Neruda dijo que el cubano se había casado con la música y vivía con ella en una intimidad llena de pianos y cascabeles. El poeta mexicano Efraín Huerta, luego de llamarlo el artista más gracioso y generoso del mundo, decía que el piano, para Bola, era otro yo, una especie de prolongación, y el español Andrés Segovia expresó que escucharlo era asistir al nacimiento conjunto de la palabra y la música.

Los aplausos y enaltecimientos se repiten y multiplican desde Jacinto Benavente hasta Carlos Varela, que escribe en una de sus melodías: «Y cuando cierran el Monseñor / dicen que pasa algo raro / por las paredes se oye una voz / y tocan solas las teclas del piano».

Carpentier afirmaba: «Bola de Nieve nos pone a todos de acuerdo, evidentemente». Palabras ciertas, pero exageraba, se le iba la mano cuando añadía que tenía, por encima de eso, «el talento necesario para ponerse de acuerdo con todos los públicos del mundo…». Porque razón tenía Esther Borja al afirmar que «con Bola de Nieve el público se comportaba en los extremos opuestos: o lo amaba entrañablemente o no lo soportaba».

No de otra forma se explica el anuncio que se dio a conocer en la prensa habanera de 1935 y en el que se echaba a volar la falsa noticia de que Bola no demoraría en aparecer en el escenario pornográfico del teatro Shanghai. Decía: «El empresario del Shanghai se ha interesado vivamente por el “solicitado” actor, cantante, imitador y disseur esperando verlo actuar dentro de breves días en el elegante teatro de la calle Zanja. ¡Felicidades, Bola!».

Esos extremos opuestos de admiración y rechazo trajeron lamentables consecuencias en su quehacer discográfico. Solo grabó 93 piezas en casi 40 años de trabajo, afirma el musicógrafo Gaspar Marrero.

Viajó intensamente a partir de 1933. Actuó en EE.UU. con Pedro Vargas y Rita Montaner y, ya en La Habana, tocó con Lecuona a dos pianos en los teatros Campoamor y Principal de la Comedia. En 1936 está en Argentina con Esther Borja y Ernestina Lecuona y participa en el filme Adiós, Buenos Aires. Hace giras por Chile y Perú y vuelve a arrasar en la capital argentina. Con Conchita Piquer, en España, en 1947. Viaja nuevamente a EE.UU. y canta junto a Paul Robeson y Lena Horne y también junto a Libertad Lamarque. Se presenta en un concierto de música cubana que se ofrece en el Carnegie Hall de Nueva York y la crítica lo compara con Chevalier y Nat King Cole. Ese día, 21 de noviembre de 1948, recibe la emoción más grande de su vida cuando el público que colmó el Carnegie Hall para verlo le tributó una ovación cerrada sin haber cantado y lo hizo salir nueve veces a escena luego de haberlo hecho.

Mantiene el Gran show de Bola de Nieve en CMQ Radio y hace TV. Está en el cabaret Montmartre junto a Rita Montaner y Sonia Calero. Viaja intensamente por Francia, Dinamarca e Italia. En 1956, luego de actuar en el Salón de las Américas de la Unión Panamericana de Washington, la prensa norteamericana lo califica como un maestro de la canción cubana. Triunfa la Revolución y se presenta en escenarios de Checoslovaquia, Unión Soviética y China y forma parte de la delegación cubana a la expo internacional de Montreal, Canadá, en 1967.

Aquí en La Habana, su espacio preferido es el restaurante Monseñor, de 21 y O, en el Vedado. Pero hace recitales frecuentes en el Museo Napoleónico y, siempre a las 12 de la noche, se presenta en conciertos en el Auditórium Amadeo Roldán, donde, creo recordar, dirige una vez una Orquesta Sinfónica del Chachachá, creada para la ocasión, o se hace acompañar por esta.

Escribió piezas como Arroyito de mi casa, ¡Ay, amor!, Mamá Perfecta, No dejes que te olvide… Nunca, sin embargo, se consideró un compositor. El misterio de su arte, dice Barnet, reside en que cada canción que él escogía estaba relacionada con un capítulo de su vida. Nadie como él para expresar el sentimiento amoroso en la canción. Nadie como él para recrear hasta lo más simple y vulgar. Arroyito de mi casa fue escrito al murmullo de un arroyo pestilente que pasaba por el fondo de su vivienda, en la calle División, y que para él tenía evocaciones poéticas.

A un periodista, que le pidió que se definiera, le dijo que era «un negro en flor». Y a otro se le presentó «como un hombre triste que siempre está alegre». Así fué Bola de Nieve.

cuba_beach_maria_la_gorda

logo

BOLABOLA DE NIEVE (SNOW BALL), THE LIFE OF A SAD MAN WHO ALWAYS WAS CHEERFUL.

It was Ines, the mother of a fat boy named Ignacio Jacinto Villa Fernández and everyone known with the nickname of Bola de Nieve, which embundado to enroll theory and solfeggio with the teacher Gerardo Guanche and piano at Matéu Conservatory , from Guanabacoa.

But that child must help support the house. To do so, he distributes food canteens at home and that’s when the neighborhood boys start to nickname Bola de Nieve, which infuriates Ignacio Jacinto. The same name with which, not without malice, the singer Rita Montaner, also from Guanajuato, will launch it to the world from a Mexican stage, in 1933.

By then, Bola has traveled the rough school of life. What is said to study, studied little piano. I did not study, I learned; I did not search, I found. The work helped him fill the gaps in his training. He knew how to make a repertoire suited to the harsh timbre of his voice, and of María Cervantes, his greatest and real influence, say specialists, he took rhythmic elements and the way of accompanying himself to the piano.

Bola_de_Nieve

ARTISTIC LIFE OF BOLA DE NIEVE.

We would have to make a more than musical summary of all the accolades that Bola de Nieve picked up in his many years of artistic life.

The Chilean Pablo Neruda said that the Cuban had married music and lived with her in an intimacy full of pianos and rattles. The Mexican poet Efraín Huerta, after calling him the most graceful and generous artist in the world, said that the piano, for Bola, was another I, a kind of prolongation, and the Spaniard Andrés Segovia expressed that listening to him was attending the joint birth of the word and music.

The applause and praises are repeated and multiply from Jacinto Benavente to Carlos Varela, who writes in one of his melodies: “And when they close the Monsignor / they say that something strange happens / a voice is heard / through the walls and the keys of the piano”.

Carpentier said: “Snowball puts us all in agreement, obviously.” Certain words, but exaggerated, it went hand when he added that he had, above that, “the talent necessary to agree with all the publics of the world …”. Because Esther Borja had reason to say that “with Bola de Nieve the public behaved in opposite extremes: either I loved it dearly or I could not stand it”.

Not otherwise explains the announcement that was made known in the Havana press of 1935 and in which the false news that Bola would delay in appearing on the pornographic stage of the Shanghai theater was released. He said: “The Shanghai businessman has been keenly interested in the” requested “actor, singer, imitator and disseur waiting to see him perform in brief days in the elegant theater of Zanja Street. Congratulations, Bola! ”

bola-de-nieve

Those opposite extremes of admiration and rejection brought regrettable consequences in his record work. He only recorded 93 pieces in almost 40 years of work, says the musicologist Gaspar Marrero.

He traveled intensely after 1933. He acted in the USA. with Pedro Vargas and Rita Montaner and, already in Havana, played with Lecuona two pianos at the Campoamor and Principal de la Comedia theaters. In 1936 he is in Argentina with Esther Borja and Ernestina Lecuona and participates in the film Adiós, Buenos Aires. He toured Chile and Peru and returns to devastate the Argentine capital. With Conchita Piquer, in Spain, in 1947. Travel again to the USA. and he sings with Paul Robeson and Lena Horne and also with Libertad Lamarque. It is presented at a Cuban music concert that is offered at Carnegie Hall in New York and critics compare it with Chevalier and Nat King Cole. That day, November 21, 1948, receives the greatest emotion of his life when the public who filled the Carnegie Hall to see him gave him a standing ovation without having sung and made him leave the scene nine times after having done it.

He maintains the Big Snowball show on CMQ Radio and makes TV. He’s at the Montmartre cabaret with Rita Montaner and Sonia Calero. Travel intensely through France, Denmark and Italy. In 1956, after acting in the Hall of the Americas of the Pan American Union of Washington, the American press qualifies him as a master of Cuban song. The Revolution triumphs and appears on stages of Czechoslovakia, the Soviet Union and China and is part of the Cuban delegation to the international expo of Montreal, Canada, in 1967.

4058579

Here in Havana, his favorite space is the restaurant Monseñor, of 21 and O, in Vedado. But he does frequent recitals at the Napoleonic Museum and, always at 12 o’clock at night, he performs in concerts at the Amadeo Roldán Auditorium, where, I recall, he once conducted a Chachachá Symphony Orchestra, created for the occasion, or accompany by this.

He wrote pieces like Arroyito from my house, Ay, amor !, Mama Perfecta, Do not let him forget you … Never, however, he considered himself a composer. The mystery of his art, says Barnet, is that each song he chose was related to a chapter of his life. No one like him to express the feeling of love in the song. No one like him to recreate even the simplest and most vulgar. Arroyito of my house was written to the murmur of a stinking brook that passed through the back of his house, on Calle División, and that for him had poetic evocations.

A journalist, who asked him to define himself, told him he was “a black man in bloom.” And another was introduced “as a sad man who is always cheerful.” This was Bola de Nieve.

Agencies/ Ciro Bianchi/ Extractos/ Internet Photos/ YouTube/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.

cropped-Cuba02

logo

TheCubanHistory.com Comments

comments