DANZA HABANERA, VIAJE MUSICAL DEL ‘TANGO’ HASTA LLEGAR A SUS RAICES.
El apasionante mestizaje del ritmo tango llegado de África. Ya hemos indicado que el ritmo tango sonaba ya en Cuba en el siglo XVII incorporándolo distintos bailes y canciones tradicionales de Cuba, España, Méjico, Uruguay, Santo Domingo, Argentina, etc.
En Buenos Aires, no se formará el Tango que hoy conocemos hasta finales del siglo pues las danzas en boga a mitad del XIX son la Mazurca, la Cuadrilla y la Polca, amén de la Danza Habanera, que se populariza entonces, y cuyas líneas melódicas incorporan el viejo ritmo Tango africano.
Javier Barreiro afirma en su estudio sobre el Tango: “El influjo y la aleación del Candombé (patrimonio de los abundantes morenos afincados en el Río de la Plata con gran arraigo actualmente en Uruguay) con la Danza llegada de La Habana y las que se bailaban en Buenos Aires va a promover un nuevo tipo de baile, más rítmico y procaz que se asienta en suburbios y prostíbulos.
A esta forma de bailar se le denomina, en principio, Milonga, pero con el auge del Tango Andaluz, hacia 1880, ambos nombres comienzan a confundirse”. Segun Gobello… ‘la Guajira Flamenca aportó su melodía para la formación de la Milonga; la Danza Habanera, su ritmo; el Tango Negro (Candombé), la danza. Luego, esa Milonga transformada por esta triple influencia, pasa a denominarse Tango por la popularidad del Tango Negro y el Tango Andaluz. El Origen de la voz ‘Tango’ tras minuciosos análisis etimológicos y lexicográficos, determina que designó el lugar y las reuniones donde los morenos bailaban al son de sus tambores. El mismo origen postula para la voz andaluza.
Más tarde el gran aporte inmigratorio italiano influirá decisivamente en el acompañamiento y tono nostálgico, finalmente , tanto el cuplé como la Zarzuela, muy en boga en Buenos Aires a principios del siglo XX, intervendrán en la dirección que tomen las letras a partir de 1920. El año de 1914 pasa como fecha en que se define el tango argentino que hoy conocemos. Abundantes Tangos se valen del Lunfardo, que no es sino la jerga de los bajos fondos bonaerenses, muchos de cuyos términos han pasado al leguaje común. Este argot recoge vocablos del caló del gitano español, los lenguajes indígenas (especialmente el guaraní), francés, inglés, portugués y, sobre todo, de los dialectos italianos. Abunda así mismo el vesres (inversión del orden silábico), paranomasias, aféresis, prolepsis, metáforas plenas de agudeza y otras fantasías.
Curiosamente, se habla de la Danza Habanera como una de las influencias del Tango Argentino cuando jamás existió una danza llamada así en La Habana. Esta danza que se conoce a mitad del XIX fuera de Cuba y que “tiene mucho que ver con el Tango Andaluz”, es ‘la Danza cubana’, hija de la Contradanza, con el ritmo Tango en sus entrañas. Durante los siglos XVII y XVIII existió en Cádiz una importante población negra y criolla nacida del comercio y el intercambio poblacional con las Antillas, no es difícil comprender que el viejo ritmo Tango africano fue incorporado a los ritmos de baile que posteriormente se denominarían en la España de 1814 como Tangos.
Al ser el africano el nexo común, podemos resumir nuestro pequeño viaje a través del Tango afirmando que es la base rítmica africana que se populariza en Cuba en el XVII la que había viajado a Cádiz, con anterioridad, desde África y se fusiona con el folklore de Cádiz para dar lugar a los Tangos Andaluces (Tango Flamenco y Tanguillo de Cádiz).
Igualmente es el mismo ritmo Tango el que incorpora el Candombé afrouruguayo que se bailaba en las colonias de morenos de Río de la Plata.
El Tango Argentino bebe doblemente en el ritmo Tango africano, por una parte la Danza llamada ‘Habanera’ que llega a Argentina a mediados del XIX y por otra el Candombé que viajó hasta Río de la Plata con anterioridad directamente desde África.
Curiosamente la palabra Tango y Habanera han sido utilizadas indistintamente en Europa por autores de la llamada música “culta” para definir sus composiciones cuando estas incorporaban el ritmo Tango africano.
Los esclavos negros de Uruguay se reunían en tangos y congos a tocar, cantar, bailar y estar en un ambiente familiar. La palabra define en Uruguay a todas las reuniones de baile de negros africanos del Mar del Plata, al igual que Tango con anterioridad y Zambas posteriormente.
Concluyendo, el tango con los rezongos del bandoneon como el que interpretaba Aníbal Troilo “Pichuco” en combinación con el piano el bajo y los arreglos de armonía, ha resistido el embate de los tiempos y alimenta las nostalgias muy propias del caribe turquesa que hacen que el alma evoque nostálgico amores, anhelos y frustraciones de borrasca y plenilunio.
HABANERA DANCE, “TANGO” AND ITS MUSICAL JOURNEY TO ITS ROOTS.
The exciting mestizaje of the tango rhythm arrived from Africa. We have already indicated that the tango rhythm already sounded in Cuba in the 17th century, incorporating different dances and traditional songs from Cuba, Spain, Mexico, Uruguay, Santo Domingo, Argentina, etc.
In Buenos Aires, the Tango that we know today until the end of the century will not be formed because the dances in vogue in the middle of the 19th century are the Mazurca, the Cuadrilla and the Polca, in addition to the Habanera Dance, which is popularized then, and whose melodic lines They incorporate the old African Tango rhythm.
Javier Barreiro affirms in his study on Tango: “The influx and the alloy of the Candombé (heritage of the abundant dark-skinned people settled in the Rio de la Plata with great roots nowadays in Uruguay) with the Dance coming from Havana and those that were danced in Buenos Aires he is going to promote a new type of dance, more rhythmic and proactive, that is based in suburbs and brothels.
This form of dancing is called, in principle, Milonga, but with the rise of the Tango Andaluz, around 1880, both names begin to get confused. ” According to Gobello … ‘the Guajira Flamenca contributed its melody for the formation of the Milonga; the Habanera Dance, its rhythm; the Black Tango (Candombé), the dance. Then, that Milonga transformed by this triple influence, is now called Tango because of the popularity of the Tango Negro and the Tango Andaluz. The Origin of the voice ‘Tango’ after meticulous etymological and lexicographical analyzes, determines that it designated the place and the meetings where the dark ones danced to the sound of their drums. The same origin postulates for the Andalusian voice.
Later the great Italian immigration contribution will decisively influence the accompaniment and nostalgic tone, finally, both the cuplé and the Zarzuela, very much in vogue in Buenos Aires at the beginning of the 20th century, will intervene in the direction that the lyrics take from 1920. The year of 1914 passes as the date on which the Argentine tango we know today is defined. Abundant Tangos use the Lunfardo, which is nothing but the jargon of the Buenos Aires underworld, many of whose terms have become common language. This slang includes words of the caló of the Spanish gypsy, the indigenous languages (especially the Guaraní), French, English, Portuguese and, above all, of the Italian dialects. The vesres (inversion of the syllabic order), paranomasias, apheresis, prolepsis, metaphors full of acuity and other fantasies abound as well.
Interestingly, the Habanera Dance is spoken of as one of the influences of the Argentine Tango when there was never a dance named in Havana. This dance that is known in the mid-nineteenth century outside of Cuba and that “has a lot to do with the Tango Andaluz”, is ‘the Cuban Dance’, daughter of the Contradanza, with the Tango rhythm in its entrails. During the seventeenth and eighteenth centuries there was an important black and Creole population born in Cadiz born of commerce and population exchange with the Antilles, it is not difficult to understand that the old African Tango rhythm was incorporated into the rhythms of dance that would later be called in Spain of 1814 as Tangos.
As the African is the common link, we can summarize our little trip through the Tango affirming that it is the African rhythmic base popularized in Cuba in the XVII which had traveled to Cádiz, previously, from Africa and merged with folklore of Cádiz to give place to the Tangos Andaluces (Tango Flamenco and Tanguillo de Cádiz).
It is also the same Tango rhythm that incorporates the Afro-Uruguayan Candombé that was danced in the dark colonies of Río de la Plata.
The Argentine Tango doubles in the African Tango rhythm, on the one hand the Dance called ‘Habanera’ that arrives in Argentina in the mid-nineteenth century and on the other the Candombé that traveled to Río de la Plata previously directly from Africa.
Curiously, the word Tango and Habanera have been used interchangeably in Europe by authors of the so-called “cultured” music to define their compositions when they incorporated the African Tango rhythm.
The black slaves of Uruguay met in tangos and congos to play, sing, dance and be in a family atmosphere. The word defines in Uruguay all the meetings of African black dance of the Mar del Plata, like Tango before and Zambas later.
Concluding, the tango with the bandoneon rezongos such as the one played by Aníbal Troilo “Pichuco” in combination with the piano, the bass and harmony arrangements, has withstood the onslaught of time and feeds the nostalgia very typical of the turquoise Caribbean that makes the soul evokes nostalgic love longings and frustrations of squalor and full moon.
Agencies/ Ire A Santiago/ Internet Photos/ Extractos/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.