Es un hecho, cuando se habla de mogotes en Cuba, el pensamiento va hacia Viñales, en la occidental provincia de Pinar del Río, pero en el centro de la isla, en Sagua la Grande, existen también, y son considerados los únicos de su tipo en esta región del país.

Como gigantescos elefantes varados en la planicie, descansan las ocho elevaciones que desdeñan el tiempo y el desconocimiento de algunos.
Los de Jumagua no saben de privilegios geográficos y embellecen el lugar confiados en su majestuosidad innegable.

Ubicados a escasos kilómetros de la cabecera municipal, los montículos constituyen punto de referencia en la carretera del Circuito Norte que une a la ciudad de Sagua la Grande con Quemado de Güines y coronan el sitio como Reserva Ecológica de Cuba.

Los Mogotes de Jumagua representan, además, el último vestigio de lo que fuera la zona boscosa del territorio, sustituida por parcelas que hoy se dedican al cultivo agrícola, uno de los principales sustentos de la llamada Villa del Undoso.

Cuentan que su vegetación, compuesta por yerbazales de ciénaga, atrajo alguna vez los pasos de eminentes naturalistas de diversas latitudes del universo como el francés León Sauget y el canadiense Marie-Victorin Kirouac, quienes la conocieron y admiraron.

El visitante que se aventure por estos lares observará la Hemithrinax ekmaniana, una planta endémica de la zona y en peligro de extinción que se conoce comúnmente como la palmita de Jumagua o Yuraguancillo. Sin embargo, no es la única reliquia de los parajes pues el singular roble enano, la acompaña igualmente en el estrellato del patrimonio natural de la humanidad.

Y si a esto se une el embrujo que provocan sus cavernas, entonces Jumagua se convierte en un edén casi virgen en el corazón de Cuba.

Inscripciones de más de un siglo perviven en las cuevas, atribuidas quizás a la familiaridad de aborígenes, piratas y mambises, componentes esenciales en la historia del terruño y de la nación toda.

La gruta del Sijú, la Verde, la de los Lagartos, la del Agua, son algunos nombres provenientes del imaginario sagüero que bautizan a las maravillosas hendiduras de la tierra de Jumagua, lugar donde se enclavan los únicos mogotes del centro de Cuba.

Y la prueba factual de que los de Viñales no están solos.

CUBA UNKNOWN: “JUMAGUA” THE MOGOTES OF THE CENTER OF OUR ISLAND.

It is a fact, when talking about mogotes in Cuba, the thought goes to Viñales, in the western province of Pinar del Río, but in the center of the island, in Sagua la Grande, there are also and are considered the only ones of its kind. type in this region of the country.

Like gigantic elephants stranded on the plain, the eight elevations that disdain time and the ignorance of some rest.
Those of Jumagua do not know of geographical privileges and embellish the place confident in their undeniable majesty.

Located a few kilometers from the municipal seat, the mounds are a point of reference on the North Circuit road that connects the city of Sagua la Grande with Quemado de Güines and crowns the site as the Ecological Reserve of Cuba.

The Mogotes de Jumagua represent, in addition, the last vestige of what was the wooded area of ​​the territory, replaced by plots that today are dedicated to agricultural farming, one of the main livelihoods of the so-called Villa del Undoso.

They say that its vegetation, made up of marsh grasslands, once attracted the steps of eminent naturalists from different latitudes of the universe such as the Frenchman Leon Sauget and the Canadian Marie-Victorin Kirouac, who knew and admired it.

The visitor who ventures in these parts will observe the Hemithrinax ekmaniana, an endemic plant of the zone and in danger of extinction that is commonly known as the palmita of Jumagua or Yuraguancillo. However, it is not the only relic of the sites because the unique dwarf oak, also accompanies it in the stardom of the natural heritage of humanity.

And if this is coupled with the enchantment caused by its caves, then Jumagua becomes an almost virgin Eden in the heart of Cuba.

Inscriptions of more than a century survive in the caves, attributed perhaps to the familiarity of aborigines, pirates and mambises, essential components in the history of the terroir and the entire nation.

The Grotto of Siju, the Green, the Lizards, the Water, are some names from the imaginary sagüero that baptize the wonderful crevices of the land of Jumagua, place where the only mogotes are located in the center of Cuba.

And the factual proof that the Viñales are not alone.

Agencies/ ACN/ Mairyn Arteaga/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanhistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.