IGNACIO PIÑEIRO, MAESTRO DEL “SON” CUBANO…”ECHALE SALSITA”.
La butifarra es un embutido oloroso y de sabor intenso, un embutido fresco que se consumía mucho en Cuba. Ya apenas se recuerda y la mayoría de la población no la distingue entre otros tipos de embutidos. Se trata de una especie de salchicha hecha con trozos de carne molida, de cerdo o de res, sangre y muchas especias, como, ajo, pimienta y pimentón.
La jocosidad y el doble sentido de la música popular cubana, son unas de sus mayores riquezas. En estos juegos musicales, muchas veces la comida aportaba a los autores el toque de picardía, recreando formas y sabores en la imaginación de los oyentes.
Este es el caso del sabroso y tradicional son de Ignacio Piñeiro conocido como ‘Échale Salsita’. Un tema muy versionado en el mundo entero y referente de nuestra música popular tradicional.
Ignacio Piñeiro (1888-1969) fue uno de los más importantes exponentes del son cubano. Trascendió como una personalidad de la cultura de la Isla por su obra en el ámbito de la música popular. Este sonero natural de La Habana es el autor de temas como “Un guanajo relleno”, “Échale Salsita” o “Suavecito”.
En su juventud, Piñeiro trabajó como albañil y vendedor de habanos, entre otros oficios, hasta que consiguió dedicarse al mundo de la música de modo profesional. En 1926 se unió como contrabajista al Sexteto Occidente de María Teresa Vera. Un año después creó su propio grupo, el Sexteto Nacional, donde comenzó a interpretar sus canciones.
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La calidad de las composiciones de Ignacio, el lenguaje coloquial, sencillo y de un fino doble sentido, se colaron rápidamente en el gusto popular. A un año de ser fundado se convirtió en el Septeto Nacional, con la incorporación de una trompeta.
Piñeiro en “Échale salsita” narra una historia que le ocurrió durante “una noche aventurera”, de esas que tanto disfrutamos los cubanos. Desde el primer verso, nos engancha a escuchar su canción con curiosidad para ver cómo termina aquello.
El asunto es que el músico se encontró en Catalina de Güines “lo no pensado”, un local donde vendían butifarras. El dueño, conocido como “el Congo”, era un humilde negro cocinero que tenía la mejor butifarra de Cuba y pregonaba “salsa” a toda voz.
En cuanto a su cocción existen muchas formas de prepararla. Las puedes hacer a la plancha, en cazuela, o al horno, como más te guste. Lo más frecuente es acompañarlas de verduras, pan o arroz. Aquí tienes nuestra receta por si te animas a probar. Pero esto sí es importante: ¡recuerda siempre echarle salsita!
IGNACIO PIÑEIRO, MASTER OF THE “SON” CUBAN …”ECHALE SALSITA”.
The butifarra is an odorous sausage with an intense flavor, a fresh sausage that was consumed a lot in Cuba. It is barely remembered and the majority of the population does not distinguish it among other types of sausages. It is a kind of sausage made with pieces of ground meat, pork or beef, blood and many spices, such as garlic, pepper and paprika.
The jocularity and double meaning of Cuban popular music are some of its greatest riches. In these musical games, food often provided the authors with a touch of mischief, recreating forms and flavors in the imagination of the listeners.
This is the case of the tasty and traditional are Ignacio Piñeiro known as ‘Échale Salsita’. A theme very versioned in the whole world and reference of our traditional popular music.
Ignacio Piñeiro (1888-1969) was one of the most important exponents of the Cuban son. Transcended as a personality of the island’s culture for his work in the field of popular music. This natural sonero from Havana is the author of songs like “Un guanajo relleno”, “Échale Salsita” or “Suavecito”.
In his youth, Piñeiro worked as a bricklayer and seller of cigars, among other trades, until he managed to dedicate himself to the world of music in a professional manner. In 1926 he joined as contrabass player Sexteto Occidente by María Teresa Vera. A year later he created his own group, the National Sextet, where he began to interpret his songs.
The quality of Ignatius’ compositions, the colloquial language, simple and of a fine double meaning, quickly sneaked into popular taste. A year after being founded, it became the National Septet, with the addition of a trumpet.
Piñeiro in “Échale salsita” tells a story that happened during “an adventurous night”, one that Cubans enjoy so much, from the first verse, he hooks us to listen to his song with curiosity to see how that ends.
The issue is that the musician was in Catalina de Güines “what not thought”, a place where they sold butifarra. The owner, known as “the Congo”, was a humble black cook who had the best “butifarra” in Cuba and proclaimed “salsa” at full volume.
As for cooking, there are many ways to prepare it. You can make them grilled, in a casserole, or baked, as you like. The most frequent is to accompany them with vegetables, bread or rice. Here you have our recipe in case you dare to try. But this is important: always remember to Echarle salsita!
Agencies/ CiberCuba/ Gretchen Schez/ Extractos/ Excerpts/ Internet Photos/ YouTube/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.