EDWIN ” TROMPOLOCO” FERNANDEZ, CONOCIDO ACTOR DE LA TV Y EL CINE CUBANO.
Edwin Juventino Fernández Sánchez, mas conocido solamente como Edwin Fernández nació el 29 de enero de 1928, en la provincia de Camagüey. Actor cubano de la radio, la televisión, el cine y el circo. Inmortalizó el personaje del payaso ‘Trompoloco’. Dirigió, escribió y actuó en numerosos programas infantiles.
Durante sus estudios de bachillerato incursionó en algunas obras teatrales bajo la dirección de Luis Martínez Casado, quien luego sería figura relevante del teatro y los medios de comunicación cubanos. Ingresó a la Universidad de La Habana para estudiar arquitectura, pero abandonó la carrera por seguir sus inquietudes artísticas. En esa etapa se incorporó al grupo Teatro Universitario, donde consolidó sus recursos histriónicos.
En la década de los años cuarenta se unió a las misiones culturales que promovía el Ministerio de Educación para llevar representaciones teatrales, conciertos y exposiciones por toda la Isla. Entre las actuaciones de Erdwin Fernández en el medio radial de entonces se recuerda al personaje de “Simplicio Bobadilla y Comejaibas”, que interpretaba en el programa La Tremenda Corte, estrenado el 7 de enero de 1942 por RHC Cadena Azul. El personaje encarnaba a un muchacho de múltiples quehaceres, algo torpe y de baja estatura, tan mañoso como el mismo “Tres Patines”. A veces participaba como acusador, y en otras ocasiones como acusado, en complicidad con “Tres Patines”.
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El autor de la idea original y guionista del espacio fue Castor Vispo, luego prolífero escritor para el medio televisivo. La calidad de sus libretos, junto con los altos estándares de actuación del elenco, le valieron a La Tremenda Corte el calificativo de mejor comedia radiofónica producida en Latinoamérica. Ese espacio fue heredero de toda la influencia del teatro bufo cubano.
En 1951, Erdwin Fernández comenzó a trabajar en pequeños papeles en espacios televisivos, como el programa Televisión General Electric, donde hizo papeles de gángster, junto al también joven actor Enrique Almirante. En los propios inicios de la década, cuando ya se había enfrentado a buen número de desafíos dramatúrgicos, creó el inolvidable payaso que lo colocaría en alto puesto dentro de la cultura cubana y lo dotara de inmensa popularidad. Se trataba de un clown clara blanca, cuyos relatos destacaban la esencia de lo humano, confundiendo la tristeza y la ternura como dicotomía central de su personalidad.
El personaje vio la luz en un programa infantil de la CMQ llamado ‘Chiquilín’. Poco a poco se consolidó hasta llegar a llamarse ‘Trompoloco’; pero alcanzó notoriedad varios años más tarde. Su mayor mérito fue la aceptación que tuvo entre los niños, su capacidad de adaptar lo circense a la pequeña pantalla y la habilidad para escribir sus propios textos e improvisar.
A finales de la década de los sesenta se incorporó a Teatro Estudio, emblemático grupo de teatro cubano -considerado como la experiencia teatral más fecunda del siglo XX, y al que se recuerda como un importante centro formador de directores, actores y dramaturgos. Entre las obras más recordadas del paso de Erdwin Fernández por esa compañía teatral están Los cuentos del Decamerón y La última carta de la baraja, ambas dirigidas por Raquel Revuelta.
En 1962 creó y dirigió el espacio infantil ‘Amigo y sus amiguitos’, donde, junto a Nilda Collado, su compañera en la vida, y Consuelito Vidal, ponía voz a los personajes e interpretaba canciones. Ese espacio gozó de amplia popularidad entre el público televidente. En el espacio Teatro ICR, creado por Marcos Behmaras con la intención de promover obras de la literatura mundial en adaptaciones para la televisión, actuó en Yerma, de Federico García Lorca, estrenada en 1964. En ella actuaron además Sergio Corrieri y Consuelo Vidal, bajo la dirección de Amaury Pérez García. La puesta en escena fue rodada íntegramente en el Estudio No. 19 del edificio Focsa, en lo que constituyó la primera película de 16 mm filmada en Cuba, realizada específicamente para la televisión.
Otro programa de la televisión en el que participó como actor fue el humorístico ‘Si no fuera por mamá’, en el que también trabajaron otras figuras relevantes de la cultura cubana como Eloísa Álvarez Guedes, Martha del Río y Reinaldo Miravalles. En ese espacio interpretó el papel de “Paco”, un abuelo jubilado que había sido obrero ferroviario.
Su incursión en el cine fue breve, pero memorable. En 1967 actuó, junto con Julio Martínez, en la película de Julio García Espinosa ‘Las aventuras Juan Quin Quín’, inspirada en la novela de Samuel Feijóo ‘Juan Quin Quín en Pueblo Mocho’. En esa cinta interpretó el personaje de “Jarecho”, cercano compañero del protagonista. Según los especialistas, el filme marcó un punto de giro en la obra de su director, y del cine cubano en general. Varios galardones lo distinguieron, entre ellos una Mención de Honor en el II Encuentro Internacional de Cine Iberoamericano, celebrado en Barcelona, España, en 1966; el Premio de dirección Apsara de Oro, en el II Festival de Phnom Penh, Cambodia (1969) y el Certificado al mérito del I Festival de Guyana (1976).
A partir de 1977 Erdwin Fernández formó parte del elenco de uno de los programas más populares de la radio cubana: Alegrías de Sobremesa. En ese espacio llegó a interpretar tres personajes: “Adolfito”, un niño que lograba con maestría cuanto quería, y al que distinguía su voz infantil; “Gervasio Escobar y Campanario” (nombres de tres calles de la Habana, que daban amplia posibilidad para los chistes), y un anciano dicharachero que jugaba todo el tiempo con el doble sentido y la picardía. Edwin en el medio radial, además, desarrolló una admirable carrera como director.
Entre sus trabajos dedicados al público infantil se encuentra el largometraje de dibujos animados Elpidio Valdés contra dólar y cañón, de Juan Padrón, donde dobló al personaje de “Oliverio”, un inventor alocado que sorteaba las carencias de las tropas mambisas solamente con su ingenio.
En la década de los años ochenta hizo una gira por varios países de América Latina, con el Circo Nacional de Cuba. A su regreso, reunió las experiencias vividas en su recorrido, que la Editorial Extramuros publicó con el título Cuentos de payasos. Otros títulos de su autoría fueron ‘La carpa azul’ (Editorial Letras Cubanas, 1998) y ‘Las dos botellas’ (Editorial Extramuros, La Habana, 2002).
Erdwin Fernández falleció en La Habana, el 23 de octubre de 1997.
EDWIN “TROMPOLOCO” FERNANDEZ, KNOWN ACTOR OF TV AND CUBAN CINEMA.
Edwin Juventino Fernández Sánchez, better known only as Edwin Fernández was born on January 29, 1928, in the province of Camagüey. Cuban actor of radio, television, cinema, and circus. Immortalized the character of the clown ‘Trompoloco’. He directed, wrote and acted in numerous children’s programs.
During his high school studies, he ventured into some plays under the direction of Luis Martínez Casado, who would later become a relevant figure of Cuban theater and media. He entered the University of Havana to study architecture but abandoned the race to follow his artistic interests. In that stage, he joined the group Teatro Universitario, where he consolidated his histrionic resources.
In the decade of the forties, he joined the cultural missions promoted by the Ministry of Education to bring theatrical performances, concerts, and exhibitions throughout the island. Among the performances of Edwin Fernandez in the radio then reminds the character of ” Simplicio Bobadilla y Comejaibas “, which he played in the program La Tremenda Corte, premiered on January 7, 1942, by RHC Cadena Azul. The character embodied a boy of multiple tasks, somewhat clumsy and short, as crafty as the same “Three Skates”. Sometimes he participated as an accuser, and on other occasions as a defendant, in complicity with “Tres Patines”.
The author of the original idea and screenwriter of the space was Castor Vispo, then a prolific writer for the television medium. The quality of his librettos, together with the high standards of performance of the cast, earned La Tremenda Corte the title of best radio comedy produced in Latin America. That space was the heir of all the influence of Cuban buffo theater.
In 1951, Edwin Fernández began working in small roles in television spots, such as the program General Electric Television, where he played gangster roles, along with the young actor Enrique Almirante. In the very beginning of the decade, when he had already faced a number of dramaturgical challenges, he created the unforgettable clown that would place him in a high position within Cuban culture and endow it with immense popularity. It was a clear white clown, whose stories highlighted the essence of the human, confusing sadness and tenderness as the central dichotomy of his personality.
The character was born in a children’s program of the CMQ called ‘Chiquilín’. Little by little, it consolidated until it was called ‘Trompoloco’; but it reached notoriety several years later. His greatest merit was the acceptance he had among the children, his ability to adapt the circus to the small screen and the ability to write his own texts and improvise.
At the end of the 1960s, he joined Teatro Estudio, an emblematic Cuban theater group -considered the most fertile theatrical experience of the 20th century, and which is remembered as an important training center for directors, actors, and dramatists. Among the most remembered works of the passage of Edwin Fernandez by that theater company are The Tales of the Decameron and The Last Card of the deck, both directed by Raquel Revuelta.
In 1962 he created and directed the children’s space ‘Amigo y sus amiguitos’, where, together with Nilda Collado, his partner in life, and Consuelito Vidal, he put a voice to the characters and performed songs. That space enjoyed wide popularity among the viewing public. In the Teatro ICR space, created by Marcos Behmaras with the intention of promoting works of world literature in adaptations for television, he performed in Federico Garcia Lorca’s Yerma, premiered in 1964. In it, Sergio Corrieri and Consuelo Vidal also performed, under the address of Amaury Pérez García. The staging was filmed entirely in Studio No. 19 of the Focsa building, in what was the first 16 mm film filmed in Cuba, made specifically for television.
Another television program in which he participated as an actor was the humorous ‘If it were not for Mama’, in which other relevant figures of Cuban culture such as Eloísa Álvarez Guedes, Martha del Río and Reinaldo Miravalles also worked. In that space, he played the role of “Paco”, a retired grandfather who had been a railway worker.
His foray into the cinema was brief but memorable. In 1967 he performed, along with Julio Martínez, in Julio García Espinosa’s film ‘Las aventuras Juan Quin Quín’, inspired by Samuel Feijóo’s novel ‘Juan Quin Quín in Pueblo Mocho’. In that tape, he played the character of “Jarecho”, a close companion of the protagonist. According to specialists, the film marked a turning point in the work of its director, and of Cuban cinema in general. Several awards distinguished him, including an Honorable Mention at the II International Meeting of Ibero-American Cinema, held in Barcelona, Spain, in 1966; the Apsara de Oro Management Award, at the II Phnom Penh Festival, Cambodia (1969) and the Merit Certificate of the I Guyana Festival (1976).
From 1977 Edwin Fernández was part of the cast of one of the most popular Cuban radio programs: Alegrías de Sobremesa. In that space he came to interpret three characters: “Adolfito”, a boy who masterfully achieved what he wanted, and who distinguished his childish voice; “Gervasio Escobar and Campanario” (names of three streets of Havana, which gave ample opportunity for jokes), and a witty old man who played all the time with double meaning and mischief. In addition, Edwin developed an admirable career as a director.
Among his works dedicated to children is the animated film Elpidio Valdés against dollar and cannon, by Juan Padrón, where he dubbed the character of “Oliverio”, a crazy inventor who avoided the shortcomings of the mambisas troops only with his wit.
In the decade of the eighties, he toured several countries in Latin America, with the National Circus of Cuba. Upon his return, he gathered the experiences lived in his journey, that the Extramuros Publishing House published with the title Cuentos de clowns. Other titles of his authorship were ‘La carpa azul’ (Editorial Letras Cubanas, 1998) and ‘Las dos botellas’ (Editorial Extramuros, La Habana, 2002).
Erdwin Fernández died in Havana on October 23, 1997.
Agencies/ Wiki/ Extractos/ Excerpts/ Internet Photos/ YouTube/ Arnoldo Varona/ www.thecubanhistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.