CUANDO BABE RUTH VISITÓ A CUBA. PHOTOS.
Babe Ruth era la verdadera atracción del béisbol. Había propinado 54 jonrones en la Liga Americana cuando el empresario cubano Abel Marrero lo trajo a Cuba con intención de levantar el interés por ese deporte en la Isla. Corría el mes de octubre de 1920, cuando contrató a los Gigantes, un equipo de Grandes Ligas, para una serie de 20 juegos con los clubes Habana y Almendares. A los Gigantes les sumó a Babe Ruth como una atracción más. Ganaría 2 000 dólares por encuentro.
Cuando el estelar jonronero llegó a Cuba, ya los topes habían comenzado, por lo que debía participar en nueve encuentros. De ellos, uno se suspendió. Se jugaba entonces en el Almendares Park, situado en el área que ocupa la Terminal de Ómnibus de La Habana. Los partidos se celebraban a la luz del día. No había iluminación en el estadio para juegos nocturnos, y los encuentros de béisbol tenían lugar por las mañanas (el horario menos favorecido), porque las tardes se destinaban al fútbol. El 30 de octubre Babe debutó en el Almendares Park.
Babe Ruth, dice el cronista Elio Menéndez al retomar fuentes de la época, decepcionó a los habaneros. Solo logró conectar dos jonrones. Bateó para 345. Cronistas de entonces explicaban que los lanzadores, temerosos del poder de Babe, lo trabajaban con bolas malas, y que él, con la ilusión de complacer al público, les tiraba a todas.
Hubo juegos peores que otros, como el quinto encuentro, el 6 de noviembre de 1920. Cristóbal Torrente, un negro cienfueguero, conectó tres jonrones en el juego, y Babe no pudo batear imparable alguno a Isidro Fabré, «el Catalán». Pero al final, Babe cobró los 2 000 dólares convenidos, y Torrente 200 pesos, que sus compañeros le recolectaron al pasar la gorra entre la fanaticada.
Se dice que cuando los periodistas fueron a entrevistarlo, Torrente les dijo:
—No, a mí no. Entrevístenlo a él, que es la estrella y está de paso. Nosotros podemos conversar otro día cualquiera.
Terminados los encuentros en La Habana, fue invitado a jugar en Santiago de Cuba. Al efecto se constituyó una novena, a la que se le dio el nombre de Estrellas de Babe Ruth. Se jugarían solo dos juegos. Pero el primero de ellos fue fatal para el norteamericano y su equipo. Pablo Guillén lo ponchó tres veces y dio lechada a los contrarios.
Todo lo que ganó en La Habana, y más también, lo perdió en el frontón jai alai y en el hipódromo Oriental Park. En el hotel Casagranda, de Santiago, gastó una fortuna en los dados.
Pero Babe se sentía encantado en Cuba e insistió en quedarse por más tiempo. Pero de una opinión muy distinta fueron su esposa y el representante que lo acompañaban.
En La Habana, Babe se había alojado en la habitación 216 del Hotel Plaza.
WHEN BABE RUTH VISITED CUBA. PHOTOS
Babe Ruth was the real attraction of baseball. He had hit 54 homers in the American League when Cuban businessman Abel Marrero brought him to Cuba with the intention of raising interest in that sport on the Island. It was October of 1920, when he hired the Giants, a Major League team, for a series of 20 games with the Habana and Almendares clubs. To the Giants, he added Babe Ruth as one more attraction. I would earn $ 2,000 per encounter.
When the star jonronero arrived in Cuba, the caps had already begun, so he had to participate in nine games. Of them, one was suspended. It was played at the Almendares Park, located in the area occupied by the Bus Terminal in Havana. The matches were held in the light of day. There was no lighting in the stadium for night games, and the baseball games took place in the mornings (the least favored schedule), because the afternoons were for football. On October 30, Babe debuted at Almendares Park.
Babe Ruth, says the chronicler Elio Menéndez when he picked up sources of the time, disappointed the people of Havana. He only managed to connect two homers. He hit for 345. Chroniclers at the time explained that the pitchers, fearful of Babe’s power, worked with bad balls, and that he, with the illusion of pleasing the public, threw them all.
There were worse games than others, like the fifth game, on November 6, 1920. Cristóbal Torrente, a black man from Cienfuegos, hit three homers in the game, and Babe could not hit any of Isidro Fabré, “el Catalán”. But in the end, Babe collected the agreed 2000 dollars, and Torrente 200 pesos, that his companions collected him when passing the cap among the fans.
It is said that when the journalists went to interview him, Torrente told them:
-No, not to me. Interview him, who is the star and is passing through. We can converse on any other day.
After the meetings in Havana, he was invited to play in Santiago de Cuba. To this end, a novena was constituted, which was given the name of Babe Ruth Stars. Only two games would be played. But the first one was fatal for the American and his team. Pablo Guillen struck out three times and gave opposites.
Everything he won in Havana, and more also, he lost in the jai alai fronton and the Oriental Park racetrack. At the Hotel Casagranda, in Santiago, he spent a fortune on dice.
But Babe was delighted in Cuba and insisted on staying for longer. But from a very different opinion were his wife and the representative who accompanied him.
In Havana, Babe had stayed in room 216 of the Hotel Plaza.
Agencies/ RHC/ Ciro Bianchi/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.