LA ESQUINA DE LA ENGAÑADORA. PRADO Y NEPTUNO. HISTORIA. VIDEOS.
El Cha Cha Chá es un agradable y rítmico género que se canta y baila, descendiente del tradicional danzón, y que fue creado en 1940 por Enrique Jorrín.
El músico utilizó un coro con las voces de los músicos de la orquesta, porque según dijo lograba “que se oyera con claridad la letra de los temas musicales y permitía disimular la calidad de las voces que en realidad eran músicos, no cantantes”. El singular nombre se debe al sonido que producen los zapatos al rozar el piso en de momento de bailar las parejas.
El chachachá se impuso en el gusto de los cubanos y pronto puso a bailar a los latinoamericanos. Muchos fueron los nombres de este cadencioso ritmo que ocuparon los primeros lugares en el gusto popular.
Por ejemplo, “ La Engañadora” , de Enrique Jorrín, interpretada por la orquesta América, nació en un salón de baile que existía en la esquina de Prado y Neptuno en La Habana; “El Bodeguero” de Richard Egües, así como “Los Marcianos,” “El Tunel”, “Rico Vacilon” y muchos más.
LETRA DE LA SENSACIONAL “ENGAÑADORA”
A Prado y Neptuno
Iba una chiquita
Que todos los hombres
La tenían que mirar…
Otras orquestas lograron universalizar el chachachá como “La Aragón”, “Fajardo y sus Estrellas”, “Sensación” y en New York “Tito” Puente, Ray Cohen, se enamoraron también de este cubanísimo ritmo.
THE CORNER OF THE DECEIVER. PRADO AND NEPTUNE. HISTORY. VIDEOS.
Cha Cha Cha is a pleasant and rhythmic genre that is sung and danced, descended from the traditional danzón, and that was created in 1940 by Enrique Jorrín.
The musician used a choir with the voices of the orchestra musicians because he said he managed to “clearly hear the lyrics of the musical themes and allowed to hide the quality of the voices that were actually musicians, not singers.” The singular name is due to the sound that the shoes produce when touching the floor at the moment of dancing the couples.
Chachachá prevailed in the taste of Cubans and soon put Latin Americans to dance. Many were the names of this rhythmic rhythm that occupied the first places in popular taste.
For example, “La Engañadora”, by Enrique Jorrín, performed by the orchestra América, was born in a ballroom that existed at the corner of Prado and Neptuno in Havana; “El Bodeguero” by Richard Egües, as well as “Los Marcianos,” “El Tunel”, “Rico Vacilon” and many more.
LETTER OF THE SENSATIONAL “DECEIVER” (ENGAÑADORA)
To Prado and Neptune
I was a little girl
That all men
They had to look at her …
Other orchestras managed to universalize the chachachá as “La Aragón”, “Fajardo and his Stars”, “Sensation” and in New York “Tito” Puente, Ray Cohen, also fell in love with this very Cuban rhythm.
Agencies/Enciclopedia/Juan B. Rodríguez/ Internet Photos/YouTube/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.