EL PORTOCARRERO QUE NOS DEJO ENTRE SUS COLORES Y SU HABANA.
La barriada habanera del Cerro lo vió nacer un 24 de Febrero de 1912 y tambien allí creció René Portocarrero.
Vino al mundo en pleno carnaval, y con posteridad cada cumpleaños resultaba pretexto para que sus tías lo transformaran en jeque árabe, sultán de ‘Las mil y una noches’ o simplemente un polichinela.
A los 12 años se le vio muy poco por las Academias Villate y San Alejandro.
A los 22, realizó su primera exposición personal en el Lyceum de La Habana en 1934. Portocarrero tenía un modo muy suyo de aplicar el color, desligado por completo de los dogmas académicos, desde una poética original.
De ese colorido y de esa fantasía se nutrió la obra de este grande de la cultura cubana, en la que flores, abanicos, mariposas y diosas celestiales lo acompañarían siempre, en su búsqueda permanente del color y la belleza.
El Premio Internacional Sambra en la VII Bienal de Sao Paulo, sus exposiciones, en el Modern Art Museum de Nueva York, Museo de Arte Moderno de Paris, la XXXIII Bienal de Venecia, Palacio de Bellas Artes de México y tantas otras exhibiciones, lo sitúan entre las figuras representativas de las artes plásticas en Cuba del siglo XX.
Su Paisaje de La Habana, óleo, de 1961 es una ventana abierta a todo el colorido y misterio de la ciudad que lo vio nacer. René Portocarrero, nos dejo fisicamente en la Habana un 27 de Abril de 1985.
THE PORTOCARRERO WHO LEFT US AMONG HIS COLORS AND HIS HAVANA.
The Havana neighborhood of Cerro saw him born on February 24, 1912, and René Portocarrero also grew there.
He came to the world in full carnival, and every birthday was a pretext for his aunts to transform him into an Arab sheik, a sultan of ‘The Thousand and One Nights’ or simply a pugiline.
At age 12 he was seen very little by the Villate and San Alejandro Academies.
At 22, he made his first personal exhibition at the Lyceum in Havana in 1934. Portocarrero had a way of applying color, completely separate from academic dogmas, from an original poetic.
From this color and that fantasy has nurtured the work of this great Cuban culture, in which flowers, fans, butterflies and celestial goddesses would always accompany him, in his permanent search for color and beauty.
The Sambra International Prize at the VII Bienal de Sao Paulo, its exhibitions, at the Modern Art Museum in New York, the Museum of Modern Art in Paris, the XXXIII Venice Biennial, the Palace of Fine Arts in Mexico and many other exhibitions, place it among the representative figures of the plastic arts in Cuba of the twentieth century.
His Landscape of Havana, oil, 1961 is a window open to all the color and mystery of the city that saw it born. René Portocarrero physically left us in Havana on April 27, 1985.
Agencies/ Radio Enciclop./ Juan B. Rodríguez/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.