MI HABANA DE AYER: EL OLVIDADO RESTAURANT “MONSEIGNEUR”, VEDADO, CUBA.
Hubo una época en que el Restaurante Monseigneur era el lugar de La Habana para escapar del mundo real. Escondido en un sótano del barrio más moderno y a unos metros de la calle más transitada, entrar al Monseigneur era hacer un viaje en el tiempo, un local parisino de la esquina de 21 y O, en El Vedado.
Un espacio de lujo con un sutil toque de lujuria, eso fue para mí, en una visita que hice en 2008 al Restaurant “Monseigneur” en el Vedado. No parecía haber allí nada rígido. Manteles rojos, luz frágil, un brillo dorado en el ambiente. Una vajilla perfecta descansaba en la mesa y recordaba con elegantes letras dónde estabas.
Bola de Nieve en el Monseigneur.
Este restaurante está inspirado en uno de igual nombre que existía en París, en la década de 1930. El ambiente bohemio de la vanguardia parisina acompañó al Monseigneur de La Habana desde su fundación el 13 de diciembre de 1957.
Tanto es así que se caracterizaba por ser uno de los pocos restaurantes de Cuba que conservaba el servicio a la francesa. En este tipo de servicio primero el capitán del salón tomaba la nota, explicaba cada plato y los comensales elegian las cantidades que deseaban y el punto de cocción. Los alimentos se trasladaban en bandeja y tapados con campanas hasta llegar a la mesa. Se servian los platos de todos los comensales al unísono. Entonces se destapaban un espectáculo instantáneo de olores y colores deslumbrantes.
Bola de Nieve en el Monseigneur.
LA BURGESIA PREFERIA AL MONSEIGNEUR.
Su cercanía al Hotel Nacional y al Hotel Capri le hizo ganar fama de inmediato entre las personalidades que allí se alojaban. Quizás por eso el Monseigneur lo visitó la crema y nata de la burguesía cubana y cuanta celebridad puso un pie en La Habana.
Connotados mafiosos como Meyer Lanski y músicos como Nat King Cole estuvieron en el Monseigneur y dejaron su pequeña huella. Tras llegar la Revolución de 1959 el restaurante fue nacionalizado. Reabrió sus puertas en 1965.
La nueva etapa no pudo mudar su espíritu bohemio. Siguió siendo un antro de deseos, pasiones y filin. Todo eso se debía a un piano-man singular, inigualable, que fungía como anfitrión del restaurante. Su nombre fue Ignacio Jacinto Villa Fernández (Cuba 1911-México 1971) pero el mundo lo recuerda como Bola de Nieve.
LOS ARTISTAS QUE PASARON POR EL MONSEIGNEUR.
El restaurante Monseigneur fue el lugar ideal para disfrutar de una descarga musical y una cena inigualable. Pasaron por su escenario artistas de la talla de Rita Montaner, Elena Burke, Sarita Montiel, etc.
Tras la salida de Bola de Nieve, el restaurante perdió el encanto. La Habana cambió y los dólares no alcanzan para pagar un menú allí.
El Monseigneur fue un gran restaurant, una gruta de pasión en el camino. Eso fue cuando las cosas más maravillosas ocurrían en los sótanos del Vedado. Hoy es un desconocido rincón de La Habana que pocos cubanos recuerdan.
YESTERDAY’S HAVANA: THE RESTAURANT “MONSEIGNEUR”, VEDADO, CUBA.
There was a time when Monseigneur Restaurant was the place of Havana to escape the real world. Hidden in a basement of the most modern neighborhood and a few meters from the busiest street, entering the Monseigneur was to take a trip back in time, a Parisian place on the corner of 21 and O, in El Vedado
A luxury space with a subtle touch of lust, that was for me, in a visit I made in 2008, to the Restaurant “Monseigneur” in Vedado. There seemed to be nothing rigid there. Red tablecloths, fragile light, a golden glow in the environment. Perfect tableware rested on the table and remembered with elegant letters where you were.
Bola de Nieve plays in The Monseigneur.
This restaurant is inspired by one of the same names that existed in Paris in the 1930s. The bohemian atmosphere of the Parisian avant-garde accompanied the Monseigneur of Havana since its foundation on December 13, 1957.
So much so that it was characterized as one of the few restaurants in Cuba that retained French service. In this type of service first the captain of the room took the note, explained each dish and the diners chose the amounts they wanted and the cooking point. The food moved on a tray and covered with bells until they reached the table. The dishes of all the diners were served in unison. Then they uncovered an instant show of smells and dazzling colors.
LA BURGESIA PREFERIA AL MONSEIGNEUR.
Its proximity to the National Hotel and the Hotel Capri immediately earned him fame among the personalities who were staying there. Maybe that’s why the Monseigneur visited the cream and cream of the Cuban bourgeoisie and how much celebrity he set foot in Havana.
Notorious gangsters like Meyer Lanski and musicians like Nat King Cole were at the Monseigneur and left their little mark. After arriving the Revolution of 1959 the restaurant was nationalized. It reopened in 1965.
The new stage could not change its bohemian spirit. It continued to be a center of desires, passions, and filin. All of that was due to a unique, unmatched piano-man, who served as the restaurant’s host. His name was Ignacio Jacinto Villa Fernández (Cuba 1911-Mexico 1971) but the world remembers him as Snowball.
THE ARTISTS THAT PASSED THROUGH THE MONSEIGNEUR.
The Monseigneur restaurant was the ideal place to enjoy a musical download and a unique dinner. Artists like Rita Montaner, Elena Burke, Sarita Montiel, etc. went through her stage.
After Snowball’s departure, the restaurant lost its charm. Havana changed and the dollars are not enough to pay for a menu there.
The Monseigneur was a great restaurant, a grotto of passion along the way. That was when the most wonderful things happened in the basements of Vedado. Today is an unknown corner of Havana that few Cubans remember.
Agencies/ CiberCuba/ Gretchen Sánchez/ Excerpts/ Extractos/ Internet Photos/ YouTube/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.