LA BOLITA, UN VICIO TAN ARRAIGADO EN CUBA QUE NI MIL LEYES LA EXTINGUE.
Pacho Mojena se volvió cristiano y da testimonio que Jesús le quitó al diablo de encima: el juego de “la bolita”.
Mirta, la esposa de Pacho, confiesa que fue una bendición que los cristianos le predicaran.
“Pacho se estaba volviendo loco con tantos números. Tenía en el cuarto una biblioteca. Charadas, crucigramas, pirámides, acertijos. ‘¿Qué es lo que camina pal’ lado?, ¿Cuál es el animal que a todos da asco? ¿Quién se la pasa gritando?…’ Y Pacho vuelto loco descifrando el verso: el cangrejo, 55, la rana, el 22, la cotorra, 21. Cuando llegaba la hora de ir a jugar, tenía una hoja llena de números, que casi nunca salían”.
“Es un vicio arraigado en el cubano que ni mil leyes extingue. Yo, que fui especialista en ese tema, te aseguro que jamás en la Historia de Cuba se jugó tanta bolita como ahora”. Pacho reconoce que la bolita lo ayudó a terminar su casa, pero también dice que fue más el dinero que perdió.
Yo jugaba todos los días, de lunes a domingo. Los primeros cien pesos del trabajo eran para eso, jugar bolita. Y eso que yo no soy de los jugadores duros, conozco gente que le ponen mil pesos a un número y doscientos a un parlé, esos sí que ganan mucho, pero igual pierden mucho, porque el viejo dicho cubano nunca falla: ‘el banco pierde y se ríe, el punto gana y se va’. Al final el banco siempre sale ganando”.
Con la llegada de la revolución en 1959, se emitieron leyes en Cuba contra las llamadas ‘lacras del capitalismo’ que incluían a los juegos azar. Por tal motivo, miles de cubanos en estos 60 años han purgado condenas por este juego, declarado ilícito por las autoridades.
ANECDOTA DE CHAVEZ Y FIDEL CASTRO.
Todavía en Cuba se recuerda una anécdota que dejó a todos boquiabiertos, fue en un “Aló presidente”, donde participaba Fidel Castro y el presidente venezolano que dijo: “¡Fíjense todos en este número, el 45, que se me está pintando. Hay que jugarlo tres días”. Fidel se atizó la barba y puso mala cara, tal vez recordando a todos los que se pudrían en sus cárceles por el llamado “juego ilícito”, el más popular de todos los juegos de azar en la Isla.
Ahora que es un hombre de Dios, Pacho Mojena, opina que con el “Periodo Coyuntural” la bolita se convirtió en el clavo caliente al que se aferran las familias, para ver si aciertan un número que los saque de apuros.
“Yo diría que gana solo un 1 % de todos los que juegan — afirma Pacho— para el resto la bolita es apostar por una remesa que nunca llega”.
La tecnología no ha dejado escapar este filón, existen aplicaciones en los teléfonos móviles que mantienen atrapados a los amantes de este juego cubanísimo. Los grupos de WhatsApp se multiplican. Sus miembros intercambian “cábalas” y “sueños”, insertan tablas probabilísticas, y cuando al fin tiran los números, se decepcionan y sufren en grupos;…luego se alientan a continuar para la próxima tirada y gastar dinero.
SUCEDIO ASI…LA BOLITA EN CUBA.
Cada cierto tiempo el gobierno ataca a la bolita, organiza redadas y apresa a banqueros, pero nada detiene al cubano, que necesita ganar a toda costa para defenderse de la crisis.
También hay casos de estafas en torno a este juego. Y ajustes de cuentas. Recientemente, en Romerillo, un banquero no quiso pagar un premio grande y los hermanos del ganador parquearon un camión frente a su casa y se lo llevaron todo, incluso una cotorra y el perrito pekinés de la familia.
El mes pasado, en el lujoso barrio Siboney, un “recogedor” borracho olvidó anotar un parlé de un poderoso jugador, y al otro día amaneció envenenado dentro de un saco, en el desolado camino que va a La Cantera.
Pero la estafa más notoria la protagonizaron Pepe y Emilio, en una broma pesada a su amigo Luisi, en playa Baracoa. El hecho casi termina en tragedia. Pepe y Emilio llegaron a casa de Luisi a medianoche, a anunciarle que había acertado un parlé.
Conocían los números que había jugado Luisi por la tarde y subieron una publicación a Facebook, que le mostraron en el teléfono, con sus números como los ganadores. Lo abrazaron, lo felicitaron, lo conminaron a matar el puerco del corral y a comprar ron y cerveza.
Estuvieron comiendo carne frita y bebiendo hasta el amanecer. Cuando se marcharon sus amigos y Luisi fue a casa del banquero a cobrar, se enteró que los números premiados eran otros.
Luisi estuvo buscando a Pepe y a Emilio durante una semana, para matarlos, pero los vecinos le dijeron que el mismo día de “la broma” se fueron en el tren nuevo para Santiago de Cuba.
LA BOLITA, AN ADICCION SO ROOTED IN CUBA THAT NOT A THOUSAND LAWS EXTINGUISHES.
Pacho Mojena became a Christian and testifies that Jesus took the devil from him: the “Bolita” game.
Mirta, Pacho’s wife, confesses that it was a blessing that Christians preached to him.
“Pacho was going crazy with so many numbers. I had a library in the room. Charades, crosswords, pyramids, riddles. ‘What walks side by side? What animal disgusts everyone? Who spends it screaming? … ‘And Pacho went crazy deciphering the verse: the crab, 55, the frog, the 22, the parrot, 21. When it was time to go play, he had a sheet full of numbers, they almost never went out. ”
“It is a vice rooted in the Cuban that not a thousand laws extinguish. I, who was a specialist in that subject, I assure you that never in the history of Cuba was played as much ball as now ”. Pacho acknowledges that the ball helped him finish his house, but also says that it was more money he lost.
I played every day, from Monday to Sunday. The first hundred pesos of the work were for that, to play ball. And that I am not one of the hard players, I know people who put a thousand pesos to a number and two hundred to a parlé, those who win a lot, but still lose a lot, because the old Cuban saying never fails: ‘the bank loses: and laughs, the point wins and leaves’. In the end, the bank always wins. ”
With the arrival of the revolution in 1959, laws were issued in Cuba against the so-called ‘scourges of capitalism’ that included gambling. For this reason, thousands of Cubans in these 60 years have purged sentences for this game, declared illegal by the authorities.
ANECDOTA DE CHAVEZ AND FIDEL CASTRO.
An anecdote is still remembered in Cuba that left everyone speechless, it was in a “Hello president”, where Fidel Castro and the Venezuelan president participated, who said: “Look everyone in this number, 45, which is being painted. You have to play it three days. ” Fidel turned his beard and pouted, perhaps remembering all who could rot in his prisons for the so-called “illicit game”, the most popular of all games of chance on the Island.
Now that he is a man of God, Pacho Mojena, he thinks that with the “Short Term Period” the ball became the hot nail to which families cling, to see if they get a number right out of trouble.
“I would say that only 1% of all who play wins – says Pacho – for the rest the ball is to bet on a remittance that never arrives.”
Technology has not let this reef escape, there are applications on mobile phones that keep lovers of this very Cuban game trapped. WhatsApp groups multiply. Its members exchange “kabbalahs” and “dreams”, insert probabilistic tables, and when they finally throw the numbers, they are disappointed and suffer in groups;… then they are encouraged to continue for the next run and spend money.
HAPPENED ASI … THE BOLITA IN CUBA.
From time to time the government attacks the bolita with raids and seizes bankers, but nothing stops the Cuban, who needs to win at all costs to defend himself from the crisis.
There are also cases of scams around this game. And account adjustments. Recently, in Romerillo, a banker did not want to pay a large prize and the winner’s brothers parked a truck in front of his house and took everything, including a parrot and the family’s Pekingese puppy.
Last month, in the luxurious Siboney neighborhood, a drunk “picker” forgot to score a piece of a powerful player, and the next day he got poisoned inside a sack, on the desolate road that goes to La Cantera.
But the most notorious scam was starred by Pepe and Emilio, in a heavy joke to his friend Luisi, in Baracoa beach. The fact almost ends in tragedy. Pepe and Emilio arrived at Luisi’s house at midnight, to announce that he had hit a parlé.
They knew the numbers Luisi had played in the afternoon and uploaded a post to Facebook, which they showed on the phone, with their numbers as the winners. They hugged him, congratulated him, ordered him to kill the pig in the pen and buy rum and beer.
They were eating fried meat and drinking until dawn. When his friends left and Luisi went to the banker’s house to collect, he learned that the winning numbers were others.
Luisi was looking for Pepe and Emilio for a week, to kill them, but the neighbors told him that on the same day of “the joke” they left on the new train to Santiago de Cuba.
Agencies/ ADVcuba/ Francisco Correa/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.