EL SIGNIFICADO DE LA PALABRA “LIBORIO” PARA LOS CUBANOS.
Para comenzar esta explicacion haremos una comparación: así como el “Tio Sam” simboliza al pueblo norteamericano, “Liborio” es el personaje que simboliza al pueblo de Cuba. Este personaje de pronunciada nariz, largas patillas y atuendo campesino expresó por varias décadas el pensar y el sentir el decir y el sufrir del pueblo cubano.
Liborio representa al legitimo campesino cubano, ataviado con sombrero de yarey, guayabera blanca de hilo, pañuelo rojo al cuello y machete al cinto. El diccionario Larousse lo recoge como “nombre genérico del hombre cubano” que por extensión representa al pueblo cubano.
Liborio esta siempre dispuesto a sacar su machete de la vaina para eslomar (deslomar) a los sinvergüenzas que hacen fortuna en la política y en el gobierno a costa del desdichado guajiro cubano, como dice él con gracia.
Creado por el caricaturista Ricardo de la Torriente, apareció por primera vez en 1900 en el periódico La Discusión que dirigiera Torriente y más tarde y desde 1905 hasta 1931 en en el semanario La Política Cómica también dirigido por Torriente.
Todas las vicisitudes, penas y alegrías del pueblo cubano en esas décadas fueron captadas por Liborio y expresadas a veces en cuartetas otras veces con sólo un gesto de su cara, ya que Liborio era un bromista un tanto satírico.
Esta era la imagen que, representando a Cuba, nunca faltaba en los carnavales, fiestas de disfraces y en los desfiles; no-solo en Cuba antes de Castro, sino en las paradas y fiestas guajiras del exilio, donde con nostálgica vehemencia, aparece de vez en cuando Liborio.
Hacia los años cincuenta surgieron otras versiones más modernas de Liborio y hasta surgió Liborito Pérez, versión más ligera y con distinto talante: sin patillas ni bigote, de cara regordeta y sombrero mambí y guayabera criolla. Esta nueva versión de Liborio apareció también en el semanario humorístico Zigzag de Castor Vispo y Roseñada, que en cierta forma fue el continuador, al menos en el estilo humorístico de La Política Cómica.
Hoy, seis décadas después, este personaje en si, como símbolo del pueblo cubano NO ha cambiado. Lo que sí es diferente es su representación, es decir, su imagen y vestimenta. Sigue siendo el mismo hombre sufrido, pegado a la tierra, con sombrero de guano, pero ha perdido su inmaculada guayabera blanca. Viste una camisa raída, pantalones desgarrados y anda casi descalzo. Ya no lleva su machete al cinto, ahora lleva atado a uno de sus pies una pesada bola de hierro, igual al grillete que llevaba nuestro apóstol José Martí” cuando estuvo en prisión a los diecisiete años.
Es irónico, si no fuera desgarradoramente triste, hoy después de mas de un siglo transcurrido, estamos como Martí, en el punto de partida.
THE MEANING OF THE WORD “LIBORIO” FOR THE CUBANS.
To begin this explanation we will make a comparison: just as “Uncle Sam” symbolizes the American people, “Liborio” is the character that symbolizes the people of Cuba. This character with a pronounced nose, long sideburns, and peasant attire expressed for several decades thinking and feeling the saying and suffering of the Cuban people.
Liborio represents the legitimate Cuban peasant, dressed in a yarey hat, white yarn guayabera, red scarf around his neck and machete at his belt. The Larousse dictionary includes it as the “generic name of the Cuban man” that by extension represents the Cuban people.
Liborio is always willing to take his machete out of the sheath to slap (slip) the scoundrels who make their fortunes in politics and government at the expense of the unfortunate Cuban guajiro, as he says gracefully.
Created by the cartoonist Ricardo de la Torriente, it appeared for the first time in 1900 in the newspaper La Discusión that directed Torriente and later and from 1905 to 1931 in the weekly Comic Politics also directed by Torriente.
All the vicissitudes, sorrows and joys of the Cuban people in those decades were captured by Liborio and sometimes expressed in quartets other times with just a gesture of his face since Liborio was a somewhat satirical joker.
This was the image that, representing Cuba, was never lacking in carnivals, costume parties and parades; not only in Cuba before Castro, but in the guajiras stops and parties of exile, wherewith nostalgic vehemence, Liborio occasionally appears.
Around the fifties, other more modern versions of Liborio emerged and even Liborito Pérez emerged, a lighter version with a different mood: without sideburns or mustache, with a plump face and a Mambí hat and Creole guayabera. This new version of Liborio also appeared in the humorous weekly Zigzag of Castor Vispo and Roseñada, which in a way was the continuator, at least in the humorous style of Comic Politics.
Today, six decades later, this character as a symbol of the Cuban people has NOT changed. What is different is its representation, that is, its image and clothing. He is still the same man suffered, stuck to the ground, with a guano hat, but has lost his immaculate white guayabera. He wears a frayed shirt, torn pants and walks almost barefoot. He no longer takes his machete to his belt, now he has a heavy iron ball tied to one of his feet, just like the shackle that our apostle José Martí wore “when he was in prison at seventeen.
It is ironic, if it were not heartbreakingly sad, today after more than a century has passed, we are like Martí, at the starting point.
Agencies/ Juan Perez/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.