(OPINIÓN) Por Luismi Uharte, Parte Hartuz Ikerketa Taldea, Grupo Investigación Parte Hartuz de la Universidad del Pais Vasco, España.
TRAS UNA DÉCADA de la presidencia de Raúl Castro (2008-2018) que no dejó a nadie indiferente, Cuba entra en la tercera década del siglo XXI en un contexto sumamente complejo, ya que tiene que compaginar la aplicación concreta de una nueva ruta económica con políticas de resistencia frente a la intensificación de la agresión de EE UU.
… La Casa Blanca está aplicando un plan bien definido para estrangular económicamente a la isla, golpeando a los principales sectores de la economía —turismo, remesas y servicios médicos.
Esto en un contexto de ataque por parte de la administración Trump que recuerda a épocas de la guerra fría:
La estatal Cubana de Aviación ha tenido que suspender un buen número de vuelos internacionales porque algunas compañías aéreas extranjeras han cancelado sus contratos de arrendamiento de aviones, producto de las amenazas de sanción por parte de Washington.
Por un lado, se han aprobado una batería de sanciones para afectar a la industria turística cubana, un sector estratégico para el país. Destaca la prohibición de viajar a compañías navieras, —especialmente cruceros— y a aerolíneas —permitiendo sólo trayectos a La Habana—. A esto hay que agregar la inclusión en una lista negra de las principales empresas cubanas de turismo —Gaviota, Habaguanex…—. A su vez, la aerolínea estatal Cubana de Aviación ha tenido que suspender un buen número de vuelos internacionales porque algunas compañías aéreas extranjeras han cancelado sus contratos de arrendamiento de aviones, producto de las amenazas de sanción por parte de Washington.
Todo esto se ha traducido en una caída de más de un 8% del flujo turístico internacional hacia la isla, pasando de 4,7 millones de turistas aproximadamente en 2018 a 4,3% en 2019. La caída del turismo procedente de EE UU es mucho más marcada, ya que se ubica en un 20% y quiebra además una tendencia al alza que venía dándose desde el inicio —en 2014— del proceso de normalización de relaciones entre los dos países.
LAS REMESAS DE ESTADOS UNIDOS A CUBA.
Por otro lado, se han puesto importantes obstáculos migratorios y fuertes restricciones a las remesas. La Visa que EE UU otorgaba a cubanos que querían viajar a su territorio tenía una vigencia de cinco años y ahora se reduce a solo tres meses y un único viaje. Además, el cierre de los servicios consulares en Cuba obliga a todo aquel que quiera solicitar una Visa a desplazarse a un tercer país, lo cual es económicamente inviable para una mayoría de la población. El endurecimiento para la obtención de una Visa no solo se da para visitas familiares sino también para viajes de tipo científico, médico, cultural y deportivo.
Paralelamente, Trump también ha decidido golpear las remesas, una de las principales fuentes de ingresos de la isla. Las remesas de dólares de los emigrados residentes en EE UU hacia Cuba han sido restringidas, fijando un límite máximo de 1.000 dólares por trimestre. Una medida que las y los ciudadanos inmigrantes de otros países no sufren.
SANCIONES A EMPRESAS DE COMBUSTIBLES.
Otro flanco donde el bloqueo se ha intensificado es el energético. El Departamento del Tesoro de EE UU, desde mediados de 2019, empezó a aplicar sanciones a empresas proveedoras de combustible de diferentes países e incluso a los barcos que lo transportan. A fines de febrero se vivió una situación tan extrema como surrealista, ya que el Gobierno cubano tuvo que comprar directamente un barco que transportaba combustible para la isla, debido a que el armador de la nave había decidido finalmente no desembarcar la carga tras la amenaza estadounidense de ser sancionado.
El efecto más visible de este endurecimiento del bloqueo energético se percibe en las gasolineras, donde proliferan las colas de vehículos y, en el transporte público, incapaz ahora de garantizar un servicio continuo y regular. Pero el efecto más preocupante se está sintiendo en el ámbito productivo, ya que muchas empresas han tenido que reducir sus horarios de trabajo debido a la escasez energética. De hecho, parece que el Estado cubano ha decidido priorizar el suministro eléctrico doméstico y sacrificar relativamente la productividad, para evitar cualquier imagen que recuerde los apagones del Periodo Especial.
WASHNGTON TAMBIEN GOLPEA LOS SERVICIOS MEDICOS CUBANOS.
Washington también ha operado para golpear los servicios médicos cubanos en el exterior, actualmente la principal fuente de ingresos del país. En septiembre pasado lanzó un comunicado exigiendo a todos los países que disfrutan de asistencia médica cubana para que suspendan dicha relación. A su vez, ha logrado que tres antiguos aliados de la isla hayan cancelado sus programas de cooperación sanitaria: el Brasil de Bolsonaro a fines de 2018, el Ecuador de Moreno en octubre de 2019 y el Gobierno golpista boliviano más recientemente. A todo esto, se suma la reactivación del programa para incitar a médicos a desertar del país, ofreciéndoles un contrato en EE UU.
El círculo del bloqueo se cierra con la activación del Título III de la Ley Helms-Burton, que permite denunciar en tribunales de EE UU a cualquier empresa del mundo que haga negocios en Cuba en propiedades de ciudadanos estadounidenses de antes de la Revolución del 59. A pesar de que dicha ley lleva un cuarto de siglo vigente, el Título III nunca se activó, en gran medida por la presión europea e internacional. Ahora, Trump quiere pasar a la historia activándola. Sin embargo, esta es la medida que menos impacto ha tenido, ya que las demandas que se han puesto hasta el momento en tribunales no han tenido recorrido jurídico.
(OPINIÓN) Por Luismi Uharte, Parte Hartuz Ikerketa Taldea, Grupo Investigación Parte Hartuz de la Universidad del Pais Vasco, España.
(OPINION) CUBA IN TIMES OF DONALD TRUMP.
(OPINION) By Luismi Uharte, Part Hartuz Ikerketa Taldea, Research Group Part Hartuz of the University of the Basque Country, Spain.
AFTER A DECADE of the presidency of Raúl Castro (2008-2018) that left no one indifferent, Cuba enters the third decade of the 21st century in a highly complex context, since it has to combine the concrete application of a new economic route with policies resistance against the intensification of US aggression.
The White House is implementing a well-defined plan to strangle the island economically, hitting the main sectors of the economy — tourism, remittances, and medical services.
This is a context of attack by the Trump administration reminiscent of times of the cold war:
The Cuban state aviation company has had to suspend a good number of international flights because some foreign airlines have canceled their aircraft leasing contracts, as a result of threats of sanctions by Washington.
On the one hand, a battery of sanctions has been approved to affect the Cuban tourism industry, a strategic sector for the country. The prohibition on travel to shipping companies, especially cruises, and airlines, allowing only trips to Havana, stands out. To this must be added the inclusion in a blacklist of the main Cuban tourism companies —Gaviota, Habaguanex… -. In turn, the Cuban state aviation airline has had to suspend a good number of international flights because some foreign airlines have canceled their aircraft lease contracts, due to threats of sanctions by Washington.
All this has translated into a drop of more than 8% in the international tourist flow to the island, going from 4.7 million tourists in 2018 to 4.3% in 2019. The fall in tourism from the US is much more marked since it stands at 20% and also breaks an upward trend that had been occurring since the beginning – in 2014 – of the process of normalization of relations between the two countries.
REMITTANCES FROM THE UNITED STATES TO CUBA.
On the other hand, there have been significant migratory obstacles and strong restrictions on remittances. The Visa that the US granted to Cubans who wanted to travel to its territory was valid for five years and now it is reduced to just three months and a single trip. In addition, the closure of consular services in Cuba obliges anyone who wants to apply for a Visa to move to a third country, which is economically unfeasible for a majority of the population. The hardening for obtaining a Visa is not only for family visits but also for scientific, medical, cultural and sports trips.
In parallel, Trump has also decided to hit remittances, one of the main sources of income on the island. Remittances of dollars from emigrants residing in the United States to Cuba have been restricted, setting a maximum limit of $ 1,000 per quarter. A measure that immigrant citizens from other countries do not suffer.
Another flank where the blockade has intensified is the energy one. The US Treasury Department, since mid-2019, began to apply sanctions to fuel supply companies from different countries and even to the ships that transport it. At the end of February, an extreme and surreal situation was experienced, since the Cuban Government had to directly buy a ship that transported fuel for the island because the ship’s owner had finally decided not to disembark the cargo after the US threat to be sanctioned.
The most visible effect of this tightening of the energy blockade is perceived at gas stations, where queues of vehicles proliferate and, on public transport, now unable to guarantee continuous and regular service. But the most worrying effect is being felt in the productive sphere since many companies have had to reduce their working hours due to energy shortages. In fact, it seems that the Cuban State has decided to prioritize domestic electricity supply and relatively sacrifice productivity, to avoid any image that recalls the blackouts of the Special Period.
WASHINGTON ALSO HITS CUBAN MEDICAL SERVICES.
Washington has also operated to hit Cuban medical services abroad, currently the country’s main source of income. Last September, he released a statement demanding that all countries that enjoy Cuban medical assistance suspend this relationship. In turn, it has achieved that three former allies of the island have canceled their health cooperation programs: Bolsonaro’s Brazil at the end of 2018, Moreno’s Ecuador in October 2019 and the Bolivian coup government more recently. To all this, the reactivation of the program is added to incite doctors to desert the country, offering them a contract in the United States.
The circle of the blockade closes with the activation of Title III of the Helms-Burton Act, which allows denouncing in the US courts any company in the world that does business in Cuba in properties of US citizens from before the 1959 Revolution. Despite the fact that this law has been in force for a quarter of a century, Title III was never activated, largely due to European and international pressure. Now, Trump wants to go down in history by activating it. However, this is the measure that has had the least impact, since the lawsuits that have been filed so far in courts have had no legal track record.
(OPINION) By Luismi Uharte, Part Hartuz Ikerketa Taldea, Research Group Part Hartuz of the University of the Basque Country, Spain.
Agencies/ El Salto/ Luismi Uharte/ Parte Hartuz/ Extractos/Excerpts/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.