En este agreste paisaje del municipio Maisí en la provincia de Guantánamo, se puede localizar aproximadamente a los 100 m sobre el nivel del mar, en la meseta que separa a la tercera de la cuarta terraza marina emergida, un pequeño asiento poblacional que recibe el nombre de Patana. Es precisamente en este lejano y hermoso paraje de la geografía cubana donde podemos encontrar a la caverna de Patana, la que también es conocida en la zona bajo los nombres de Cueva de Los Bichos, del Cemí y del Agua.

La caverna de Patana es conocida en el mundo antropológico desde la segunda década del presente siglo. A partir de esta fecha y en sucesivas expediciones se han reportado nuevos descubrimientos de arte parietal. En la actualidad suman diez los petroglifos que se conocen en el contexto de la citada formación cársica, así como un mural pictográfico.

La cueva posee tres niveles de desarrollo ordenados de forma ascendente como sigue: Cueva de Los Bichos, que se encuentra al nivel del propio farallón que le da origen; El Jagüey, que se desarrolla a 10 m sobre la anterior y, finalmente, la Galería Superior.

Hasta el momento se conocen en total 9 petroglifos y un mural cuyas localizaciones se distribuyen de la siguiente forma en particular: en la cueva de Los Bichos, siete y el mural, y en el Jagüey, dos petroglifos. Todas las obras parietales que aparecen actualmente en la caverna están elaboradas sobre la base de la misma técnica ejecutiva de rayar y percutir la poco deleznable roca de las formaciones secundarias de la caverna; por su parte el mural pictográfico, ubicado en el salón del Gran Cemí, fue ejecutado por la técnica del carboncillo.

De este importante conjunto de grafías sólo nos referiremos a cuatro de los petrograbados, tres de ellos localizados en la cueva de Los Bichos y uno en la del Jagüey. Actualmente en la caverna sólo disponemos de la base de la estalagmita en la cual fuera tallado el cemí que en la década del 10 se trasladó al museo del Indio Americano de Nueva York. Esta formación, de unos 1.22 m, se encontraba aproximadamente en el centro del salón y presenta sus cuatro caras labradas.

La estalagmita cemí presentaba todas sus caras labradas; la figura que está orientada hacia el E, es la más elaborada y bien detallada. Esta deidad, in púribus, representa un singular rostro antropomorfo coronado, aparentemente, por una diadema. En la imagen se distinguen los ojos, en forma de dos círculos, de los cuales descienden unas líneas que se pierden en su rostro; la boca y la nariz. Las extremidades superiores, algo imprecisas, bajan suavemente por los bordes laterales de la estalagmita para unirse al frente y, los órganos sexuales masculinos, están sugeridos entre los dos miembros inferiores.

En ella se pueden apreciar varias enigmáticas incisiones de forma laberíntica, a continuación de las cuales se halla una faz contorneada por una línea semicircular con los ojos y la boca en su interior. Por otra parte se localizan otros símbolos antropomorfos, similares al anteriormente descrito e igualmente definidos por pequeñas hendiduras que conforman los ojos y boca, pero que lamentablemente, no han sido publicadas sus ilustraciones.

Esta manifestación del arte rupestre se encuentra a la altura aproximada de 0,80 m sobre el nivel del suelo y a unos cinco metros de distancia del No. 9 que está francamente orientado hacia el ONO y presenta al igual que el anterior un trazo de 0.015 m ancho.

En la cueva del Jagüey, como ya dijimos al principio, hallaremos dos petroglifos que recibirán los números seis y siete respectivamente.

El mismo consiste en un semblante de contorno ovalado en su porción baja y rectangular en la alta, en el cual se aprecian claramente los ojos, además de la nariz y la boca unidas en un mismo trazo. El alto de esta grafía es de 0.19 m, su ancho es 0.16 m y permanece a 14.18 m del conjunto No. 7.

Un espectaculo hasta ahora desconocido por la mayoria de la poblacion cubana.

UNKNOWN CUBA: LA CAVERNA DE PATANA, MAISI, GUANTANAMO.

In this rugged landscape of the Maisí municipality in the province of Guantánamo, it can be located at approximately 100 m above sea level, on the plateau that separates the third from the fourth emerged marine terrace, a small population seat that receives the name from Patana. It is precisely in this distant and beautiful spot of Cuban geography where we can find the Patana cavern, which is also known in the area under the names of Cueva de Los Bichos, del Cemí, and del Agua.

The Patana cave is known in the anthropological world since the second decade of the present century. From this date and in successive expeditions new discoveries of parietal art have been reported. Currently, there are ten petroglyphs that are known in the context of the aforementioned karst formation, as well as a pictographic mural.

The cave has three levels of development arranged in ascending order as follows: Cueva de Los Bichos, located at the level of the cliff itself that gave rise to it; El Jagüey, which takes place 10 m above the previous one and, finally, the Superior Gallery.

So far, a total of 9 petroglyphs and a mural are known, the locations of which are distributed as follows in particular: in the cave of Los Bichos, seven and the mural, and in Jagüey, two petroglyphs. All the parietal works that currently appear in the cavern are made on the basis of the same executive technique of scratching and striking the shaky rock of the secondary formations of the cavern; For its part, the pictographic mural, located in the Gran Cemí room, was executed using the charcoal technique.

Of this important set of spellings, we will only refer to four of the petrogravures, three of them located in the Los Bichos cave and one in the Jagüey cave. Currently, in the cavern, we only have the base of the stalagmite in which the cemí was carved, which in the 10s was moved to the museum of the American Indian in New York. This formation, about 1.22 m, was located approximately in the center of the room and has its four carved faces.

The cemi stalagmite had all its carved faces; the figure that is oriented towards the E is the most elaborate and well detailed. This deity, in púribus, represents a singular anthropomorphic face apparently crowned by a diadem. In the image, the eyes are distinguished, in the form of two circles, from which descend some lines that are lost on his face; the mouth and nose. The somewhat inaccurate upper extremities gently slide down the lateral edges of the stalagmite to join the front, and the male sex organs are suggested between the two lower limbs.

In her several enigmatic incisions of labyrinthine form can be appreciated, after which is a face contoured by a semicircular line with the eyes and the mouth inside. On the other hand, other anthropomorphic symbols are located, similar to the one previously described and also defined by small indentations that make up the eyes and mouth, but unfortunately, their illustrations have not been published.

This manifestation of rock art is located at an approximate height of 0.80 m above ground level and about five meters away from No. 9, which is frankly oriented towards the ONO and presents, like the previous one, a line of 0.015 m width.

In the Jagüey cave, as we said at the beginning, we will find two petroglyphs that will receive the numbers six and seven respectively.

It consists of a face with an oval contour in its low and rectangular portion in the upper part, in which the eyes are clearly visible, in addition to the nose and mouth united in the same line. The height of this letter is 0.19 m, its width is 0.16 m and it remains 14.18 m from set No. 7.

A spectacle is hitherto unknown by the majority of the Cuban population.

Agencies/ Sociedad Espeleológica de Cuba/ Fernandez/ Gonzalez/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.