Con la muerte de Juan Padron hace varios meses se cierra uno de los capitulos de ese grupo de artistas de comicos animados que ha dado Cuba en los ultimos años.

Juan Manuel Padrón Blanco nació un 29 de enero de 1947 en Matanzas, Cuba y fue un director de animación cubano y artista de cómics, mejor conocido como el creador de la historieta Elpidio Valdés.

A partir de 1963 publicó bocetos y dibujos animados para revistas y periódicos cubanos. Fue el creador, en 1970, de Elpidio Valdés, un personaje de dibujos animados (y series) con más de sesenta cortometrajes y dos largometrajes.

Padrón recibió atención internacional por Vampiros en La Habana, una función de comedia orientada a los adultos que reunió a un culto en el extranjero.

Padrón dirigió seis largometrajes animados en total, junto con muchos cortometrajes, especialmente aquellos con Elpidio Valdés como personaje principal; y los bocetos de comedia de un minuto para adultos “Filminutos”.

En 2008, Padrón fue seleccionado para recibir el Premio Nacional de Cine de Cuba. La imagen del artista Denys Almaral da una vuelta inesperada a la iconografía creada por Juan Padrón. Envejecido, condenado a vender periódicos para sobrevivir y marcado por las penurias económicas, este Elpidio Valdés de la viñeta niega los tintes heroicos que se mostraban en los numerosos cortos y largometrajes que se dedicaron al ocurrente independentista.

La Isla está llena de Elpidio Valdés que piden limosnas y sueñan con ese proyecto de nación que los llevó a los campos para sacudirse el yugo de la metrópoli.

Juan Padrón murió el 24 de Marzo del 2020 en la Habana, Cuba, después de haber estado en el hospital en Cuidados Intensivos durante varios días debido a una enfermedad pulmonar.

Varias generaciones de cubanos hemos crecido mirando los dibujos animados basados en las peripecias de Elpidio Valdés. Mambí, simpático y popular, el personaje ha legado al refranero popular varias frases legendarias y algunas bromas repetidas hasta el cansancio. Dispuesto a aniquilar a los españoles a golpe de machete, nacionalista hasta el tuétano y reivindicador de una versión de la historia apegada al discurso oficial, este insurrecto intentó representar la identidad cubana en su picaresca y rebeldía.

En lugar del país por el que luchó, el Pillo Manigüero pasa sus últimos años en una Cuba donde quienes viven mejor son aquellos que tienen moneda convertible, los sueños de equidad son cosa del pasado y la generación que ayudó a construir el sistema es un “estorbo” para las ansias de monopolio que brotan del Gobierno.

La imagen del artista Denys Almaral da una vuelta inesperada a la iconografía creada por Juan Padrón.

La Isla está llena de Elpidio Valdés que piden limosnas, hacen largas filas para comprar el único pan al que tiene derecho cada día y sueñan con ese proyecto de nación que los llevó a los campos para sacudirse el yugo de una potencia extranjera. Ahora, son súbditos no de la metrópoli, sino del castrismo.

JUAN PADRON CREATOR OF THE ANIMATED CHARACTER ELPIDIO VALDES.

With the death of Juan Padron several months ago, one of the chapters of that group of animated comic artists that Cuba has given in recent years closes.

Juan Manuel Padrón Blanco was born on January 29, 1947, in Matanzas, Cuba, and was a Cuban animation director and comic artist, best known as the creator of the comic Elpidio Valdés.

From 1963 he published sketches and cartoons for Cuban magazines and newspapers. He was the creator, in 1970, of Elpidio Valdés, a cartoon character (and series) with more than sixty short films and two feature films.

Padrón received international attention for Vampires in Havana, an adult-oriented comedy show that brought together a cult abroad.

Padrón directed six animated feature films in total, along with many short films, especially those with Elpidio Valdés as the main character; and the adult one-minute comedy sketches “Filminutos”.

In 2008, Padrón was selected to receive the Cuban National Film Award. The image of the artist Denys Almaral takes an unexpected turn to the iconography created by Juan Padrón. Aged, condemned to sell newspapers to survive and marked by economic hardships, this Elpidio Valdés in the cartoon denies the heroic overtones that were shown in the numerous shorts and feature films that were dedicated to the witty independence movement.

The Island is full of Elpidio Valdés who ask for alms and dream of that nation project that led them to the fields to shake off the yoke of the metropolis.

Juan Padrón died on March 24, 2020, in Havana, Cuba, after having been in the Intensive Care hospital for several days due to lung disease.

Several generations of Cubans have grown up watching cartoons based on Elpidio Valdés’ adventures. Mambí, friendly and popular, the character has left the popular proverb several legendary phrases and some jokes repeated to exhaustion. Willing to annihilate the Spaniards with the blow of a machete, nationalist to the marrow and vindicator of a version of history attached to the official discourse, this insurgent tried to represent Cuban identity in his picaresque and rebellious manner.

Instead of the country he fought for, Pillo Manigüero spends his last years in a Cuba where those who live best are those who have convertible currency, dreams of equity are a thing of the past and the generation that helped build the system is a ” hinder “for the monopoly cravings that spring from the government.

The image of the artist Denys Almaral takes an unexpected turn to the iconography created by Juan Padrón.

The Island is full of Elpidio Valdés who ask for alms, stand in long lines to buy the only bread to which they are entitled every day, and dream of that nation project that led them to the fields to shake off the yoke of a foreign power. Now, they are subjects not of the metropolis, but of Castroism.

Agencies/14ymedio/Yoanis Sánchez, Habana/ YouTube/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ TheCubanhistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.