OSVALDO FARRES Y LA HISTORIA DE SU CANCION “CON TRES PALABRAS”.
Corria el año de 1947 y la cantante mexicana Chela Campos le pide al compositor cubano Osvaldo Farrés que componga una canción para ella.
Farrés se niega, vacila, no se siente suficientemente motivado. Pero la mexicana no se da por vencida. Insiste. Vamos, Maestro, si con tres palabras se hace una canción, le dice, y Farrés acepta el reto. Compone la canción que Chela Campos le pide y la titula precisamente así: “Tres palabras”.
Ya para entonces Farrés había entrado en Hollywood por la puerta ancha cuando en 1940 su bolero Acércate más fue el tema de una película que interpretaron Esther Williams y Van Johnson.
En realidad, Osvaldo Farrés no leía música ni tocaba el piano. Conocía, al igual que Agustín Lara e Irving Berlín los rudimentos de la música, pero no podía llevar sus inspiraciones al papel pautado.
Nacido en Quemado de Güines, en el centro de la Isla, Farrés era un magnífico dibujante y un publicista aventajado cuando descubrió que tenía el don de componer bellas melodías.
Halló esa veta por casualidad. En 1937 preparaba con cinco muchachas, en un estudio de CMQ Radio, una promoción de la cerveza Polar cuando un locutor comentó: Ahí está Farrés con sus cinco hijas… En el acto, Farrés se comprometió a escribir una guaracha con ese título. Al cabo, no serían cinco hijas, sino cinco hijos: Pedro, Pablo, Chucho, Jacinto y José que no tardarían en ser conocidos en toda Cuba luego de que Miguelito Valdés montara la pieza con la orquesta Casino de la Playa.
«Jamás pensé en convertirme en un compositor. Ni la canción ni la música entraban en mis planes, y mucho menos imaginé que llegaría a vivir de ellas», dijo en una ocasión. Y logró hacerlo sin embargo pues no demoraría en convertirse en el compositor de moda en Cuba, un hombre capaz de trocar en éxito cuanto escribía.
Toda una vida pasó a ser un himno para los enamorados. Tres palabras apareció en una cinta de Walt Disney. “Quizás, quizás, quizás” la cantó Sarita Montiel en la película Bésame. En verdad, la Montiel interpretó varias canciones de Farrés en seis de los filmes que protagonizó. Nat King Cole dejó también su versión de Quizás. “No me vayas a engañar” fue uno de los grandes éxitos de Antonio Machín.
Obras de Osvaldo Farrés se utilizaron también en películas argentinas y mexicanas. Otra pieza suya, emblemática, es “Madrecita”, compuesta en 1954. Si Toda una vida fue, como ya dijimos, el himno de los enamorados, Madrecita se cantaba hasta la fatiga en el Día de las Madres. Farrés la compuso en homenaje a la suya. Pero la buena señora nunca pudo oírla porque era sorda como una tapia.
OSVALDO FARRÉS AND THE STORY OF HIS SONG “CON TRES PALABRAS”.
It was 1947 and the Mexican singer Chela Campos asked the Cuban composer Osvaldo Farrés to compose a song for her.
Farrés refuses, hesitates, is not sufficiently motivated. But the Mexican does not give up. Insist. Come on, Master, if a song is made with three words, he says, and Farrés accepts the challenge. He composed the song that Chela Campos asked for and titled it precisely like this: “Three words”.
By this time, Farrés had entered Hollywood through the wide door when, in 1940, his bolero Acércate más was the subject of a film played by Esther Williams and Van Johnson.
Osvaldo Farrés did not actually read music or play the piano. Like Agustín Lara and Irving Berlin, he knew the rudiments of music, but he could not bring his inspirations to the ruled paper.
Born in Quemado de Güines, in the center of the Island, Farrés was a magnificent cartoonist and an outstanding publicist when he discovered that he had the gift of composing beautiful melodies.
He found that streak by chance. In 1937 he was preparing with five girls, in a CMQ Radio studio, a promotion for Polar beer when an announcer commented: There is Farrés with his five daughters… Farrés immediately promised to write a guaracha song with that title. In the end, they would not be five daughters, but five sons: Pedro, Pablo, Chucho, Jacinto, and José who would soon be known throughout Cuba after Miguelito Valdés put on the piece with the Casino de la Playa orchestra.
“I never thought about becoming a composer. Neither song nor music entered into my plans, much less did I imagine that I would ever live on them, “he once said. And he managed to do it, however, since it would not take him long to become the fashion composer in Cuba, a man capable of turning everything he wrote into success.
A whole life became a hymn for lovers. Three words appeared on a Walt Disney tape. “Maybe, maybe, maybe” was sung by Sarita Montiel in the movie Bésame. In truth, Montiel performed several songs by Farrés in six of the films he starred in. Nat King Cole also left his version of Maybe. “Don’t go fooling me” was one of Antonio Machín’s greatest hits.
Works by Osvaldo Farrés were also used in Argentine and Mexican films. Another emblematic piece of hers is “Madrecita”, composed in 1954. If Toda una vida was, as we already said, the hymn of lovers, Madrecita was sung to exhaustion on Mother’s Day. Farrés composed it in homage to his. But the good lady could never hear her because she was deaf as a wall.
Agencies/ RHC/ Ciro Bianchi/ Internet Photos/ YouTube/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.