Abelardo Barroso Dargeles nació en La Habana el 21 September de 1905 e inició su carrera musical en 1925 con el Sexteto Habanero de una manera peculiar. Mientras trabajaba como taxista, llevaba a miembros del famoso Sexteto Habanero a un club nocturno. En el camino hacia allí, los músicos firmaban alegremente, y Barroso se une al canto mientras conduce. El director musical, que se encontraba entre los pasajeros, quedó tan impresionado que lo contrató en el acto.

Permítanme decir que en los años 20 el Sexteto Habanero era uno de los grupos de música son más populares de Cuba. Esto fue el equivalente a entrar en El Gran Combo a finales de los 60.

A partir de ahí, se integró a otra institución musical cuando se incorporó al Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro dos años después. Al grupo de Piñeiro también se le atribuyó la popularización del “son”. Su éxito “Echale Salsita” fue la primera referencia conocida del término “Salsa” utilizado en referencia a la música afrocubana. “Suavecito” fue una de las canciones más populares de Ignacio Piñeiro. En este álbum se incluye la regrabación de Barroso con la Orquesta Sensacion. Lo que pasa con esta versión es que sabes que fue Barroso quien la popularizó directamente de la pluma del legendario autor allá por los años 20.

https://youtu.be/_aBlZnNK3Z8

A finales de la década de 1920, Barroso se fue de gira por España. Fue uno de los primeros artistas cubanos en hacerlo. Cuando regresó, descubrió que el “Danzonete” era la nueva forma popular de música. Entonces el “Caruso del Son”, como se le conocía, adoptó también el “Danzonete”. De esta forma inició la segunda venida de su carrera en Cuba.

A medida que la industria discográfica comenzó a despegar en Cuba durante estos años, también lo hizo la popularidad de Barroso. Sin embargo, continuó cambiando de grupo durante los años 30. En uno de esos turnos, formó una banda con Orestes “Macho” López (padre de Orlando “Cachaito” López) y para formar la charanga López-Barroso.

Durante los años 30, las influencias de las bandas de Jazz, Charleston y el swing en los Estados Unidos influyeron en la música cubana, inspirando la creación del “conjunto”.

Cuando llegó la década de 1940, artistas como Arsenio Rodríguez comenzaron a transformar el formato de conjunto, agregando trompetas, piano y una conga. A Barroso le costó adaptarse a los nuevos formatos de la época y se quedó con el viejo “son” y el “danzonete”. A fines de la década, Abelardo Barroso había sido casi olvidado, siendo recordado como cantante de la “vieja guardia”.

https://youtu.be/P8u0lCHoFXM

Benny Moré, quien había regresado de una exitosa estadía en México con el Trío Matamorros, ayudó económicamente a Barroso durante sus tiempos difíciles. Fue entonces, a mediados de la década de 1950, con el nacimiento y popularidad del “cha-cha-cha”, que Rafael Valdés recluta a Abelardo Barroso para su Orquesta Sensacion. Una vez allí, comenzaron a adaptar canciones nuevas y viejas a su nuevo formato. Barroso fue un éxito, y esto marcó su tercera entrada en la escena musical cubana.

El disco de “Cha Cha Cha” de Abelardo Barroso es una joya de la música cubana. Las canciones y su interpretación en ellas pueden mostrar claramente por qué se le llamó el “Caruso del Son”. Durante su carrera, Barroso mostró una increíble habilidad para improvisar. Durante sus años con la Orquesta Sensacion, Rafael Valdés decidió traer a un joven cantante para compartir deberes de canto con el veterano Barroso. Sus “controversias” de improvisación (donde cada cantante improvisa versos contra su “rival”) se convirtió en un gran atractivo. Esto se debe a que el público quería ver a grandes “soneros” haciendo esto; los viejos contra los jóvenes.

Como uno de los primeros intérpretes de “son”, y uno que se hizo popular a través de esta voz de alto y su talento para la improvisación, Abelardo Barroso fue verdaderamente el primer “Sonero Mayor” de la música latina.

En septiembre de 1972, mientras unos talentosos músicos cubanos formaban la banda que llamaron Irakere, Abelardo Barroso murió en La Habana. Dejó un gran legado en la música cubana para que otros lo construyan.

ABELARDO BARROSO, CUBA’S “SONERO MAYOR” AND ALSO KNOWN AS “EL CARUSO DEL SON”. VIDEOS.

Abelardo Barroso Dargeles was born in La Havana on September 21, 1905 and began his music career in 1925 with the Sexteto Habanero in a peculiar way. While working as a taxi driver, he was taking members of the famous Sexteto Habanero to a night club. On the way there, the musicians were signing happily, and Barroso joins the singing while driving. The musical director, who was among the passengers, was so impressed, that he hired him on the spot.

Let me state that in the 20’s the Sexteto Habanero was one of the most popular groups of “son” music in Cuba. This was the equivalent of entering El Gran Combo in the late ’60s.

From there, he joined another musical institution when he joined the Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro two years later. Piñeiro’s group was also attributed with popularizing the “son”. Their hit “Echale Salsita” was the first known reference of the term “Salsa” used in reference to Afro Cuban music. “Suavecito” was one of Ignacio Piñeiro’s most popular songs. Barroso’s re-recording of it with the Orquesta Sensacion is included in this album. The thing about this version is that you know Barroso was the one who popularized it strait from the legendary author’s pen back in the ’20s.

At the end of the 1920s, Barroso went to tour Spain. He was one of the first Cuban artists to do so. When he returned, he found that the “Danzonete” was the new popular form of music. So the “Caruso del Son” as he was known, adopted the “Danzonete” as well. In this way, he began the second coming of his career in Cuba.

As the recording industry began to take off in Cuba during these years, so did the popularity of Barroso. However, he continued to change groups during the ’30s. In one of those turns, he formed a band with Orestes “Macho” Lopez (father of Orlando “Cachaito” Lopez) and to form the charanga Lopez-Barroso.

During the ’30s the influences of Jazz bands, Charleston, and swing in the U.S., influenced Cuban music, inspiring the creation of the “conjunto”.

As the 1940s came, artists like Arsenio Rodriguez began transforming the conjunto format, adding trumpets, piano, and a conga. Barroso had a hard time adapting to the new formats of the era, and stayed with the old “son” and “danzonete”. By the end of the decade, Abelardo Barroso had been almost forgotten, being remembered as a singer of the “vieja guardia”.

Benny Moré, who had returned from a successful stay in Mexico with the Trio Matamorros, assisted Barroso financially during his hard times. It was then, in the mid-1950s, with the birth and popularity of the “cha-cha-cha”, that Rafael Valdes recruits Abelardo Barroso for his Orquesta Sensacion. Once there, they began adapting new and old songs to his new format. Barroso was a hit, and this marked his third coming in the Cuban music scene.

The album of “Cha Cha Cha” of Abelardo Barroso is a gem of Cuban music. The songs and his performance on them can clearly show why he was called the “Caruso del Son”. During his career, Barroso showed an incredible ability to improvise. During his years with Orquesta Sensacion, Rafael Valdes decided to bring in a young singer to share singing duties with the veteran Barroso. Their improvisational “controversias” (where each singer improvises verses against his ‘rival’) became a great attraction. This is because the public wanted to see great “soneros” going at it; the old vs. the young.

As one of the first performers of “son”, and one who became popular through this alto voice and his improvisation talent, Abelardo Barroso was truly the first “Sonero Mayor” of Latin music.

In September 1972, while some talented Cuban musicians were forming the band they named Irakere, Abelardo Barroso died in Havana. He left behind a great legacy in Cuban music for others to build from it.

Agencies/ Wiki/ Latin Music Cafe/ Hector Aviles/ Internet Photos/ YouTube/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.