La reciente construcción y dedicación de un templo en Cuba representa un “pequeño milagro”, según el sacerdote claretiano que lideró el proyecto durante años.

La iglesia de San Benito Abad fue consagrada el 29 de agosto por el arzobispo Dionisio Guillermo García Ibáñez de Santiago de Cuba. Se ubica en San Benito del Crucero, a menos de 20 millas al noreste de Santiago de Cuba.

Es una de las primeras iglesias que se construye en Cuba desde la revolución del país. El gobierno comunista en Cuba se estableció poco después de la conclusión de la Revolución Cubana en 1959, que derrocó al gobernante autoritario Fulgencio Batista.

Bajo el comunismo se cerraron iglesias y escuelas, y los sacerdotes fueron exiliados o asignados a campos de reeducación. La Iglesia fue llevada a la clandestinidad hasta que las tensiones religiosas en el país comenzaron a disminuir en 1991. San Juan Pablo II visitó la isla en 1998.

La Iglesia de San Benito Abad en San Benito del Crucero, Cuba. (Misioneros Claretianos en Songo) [/ caption]

P. Juventino Rodríguez dijo a ACI Prensa, socio de noticias en español de la CNA, que el “pequeño milagro” de la construcción de San Benito Abad fue posible gracias a un gran compromiso y entusiasmo por fortalecer el crecimiento de la comunidad católica.

P. Rodríguez explicó que el proyecto requirió años de “paciente espera” por parte de la comunidad católica, que tuvo que desarrollar la vida de Iglesia en casas misioneras que los propios fieles pusieron a su disposición desde que se confiscó el edificio de su iglesia.

Se había construido una iglesia en San Benito del Crucero en la década de 1950, pero fue confiscada por el gobierno después de la revolución.

Durante muchos años, el P. Rodríguez dijo, “todo estaba paralizado y muerto” hasta que Dulce María Guilarte ofreció su hogar para la vida de iglesia en enero de 1996, y “desde entonces siempre ha habido catequesis, celebraciones de la Eucaristía y bautismos”.

El sacerdote claretiano dijo que la vida de iglesia de la comunidad de San Benito se fortaleció gracias a las casas de misión que otros fieles también pusieron a disposición durante muchos años.

En especial, reconoció a Vivian Cobas Ayala, cuya casa “fue donde la comunidad pasó más tiempo desarrollando su vida y misión”. Sin embargo, esa casa fue destruida en 2012 por el huracán Sandy, y hasta la dedicación de la nueva iglesia en agosto, la comunidad se reunió en la casa de otra fiel católica, Concha Ayala.

Cobas y sus hijos donaron el terreno, que anteriormente tenía una casa de misión, para la nueva iglesia, que tiene un centro pastoral en el sótano.

P. Rodríguez dijo que la nueva iglesia se construyó en dos años, aunque la construcción se detuvo por fuerza mayor durante más de ocho meses. La arquidiócesis logró contactar a una familia de Chicago que asumió el financiamiento, aunque toda la Iglesia en Cuba colaboró ​​de alguna manera para lograr el objetivo.

“Reconocer a todos los que ayudaron en la construcción de la nueva iglesia de San Benito del Crucero no es fácil. Siempre fue el sueño de la comunidad, de los misioneros y del Arzobispo de Santiago de Cuba ”, dijo.

En medio de la alegría por la nueva iglesia, el p. Rodríguez dijo que muchos cubanos consideran un acto de “’heroísmo’ acercarse y entrar a la iglesia”.

Después de la revolución, la Iglesia, el culto y las expresiones públicas de religión fueron prohibidos, “y hasta hace no muchos años eso continuó. Todo esto ha tenido un impacto duradero en las personas porque tuvo consecuencias negativas en su vida académica, laboral y social ”.

“Y aunque ahora eso se ha superado legalmente… la gente no lo ha olvidado y sigue teniendo miedos y cautela. Desafortunadamente, ingresar a una iglesia todavía tiene muchas desventajas sociales y no es fácil superarlas ”, enfatizó.

Sin embargo, el P. Rodríguez dijo que a partir de ahora, “seguramente no será tan difícil encontrar espacios de encuentro, convivencia, formación y desarrollo en los que pueda participar toda la población. Es un gran desafío para la comunidad “.

“Con la nueva iglesia y con el Centro Pastoral San Benito se abre una nueva etapa en la vida de la comunidad que augura nuevas esperanzas de evangelización”, concluyó.

La parroquia del Sagrado Corazón de Jesús cerca de Pinar del Río, la primera nueva iglesia católica en Cuba desde la revolución del país hace 60 años, fue inaugurada en enero de 2019. Iba a ser la primera de tres nuevas parroquias, con las otras en La Habana y Santiago de Cuba.

The Church of San Benito Abad in San Benito del Crucero, Cuba. ( Misioneros Claretianos en Songo)

The recent construction and dedication of a church building in Cuba represent a “small miracle”, according to the Claretian priest who led the project for years.

San Benito Abad church was consecrated Aug. 29 by Archbishop Dionisio Guillermo García Ibáñez of Santiago de Cuba. It is located in San Benito del Crucero, fewer than 20 miles northeast of Santiago de Cuba.

It is one of the first churches to be built in Cuba since the country’s revolution. Communist rule in Cuba was established soon after the conclusion of the Cuban Revolution in 1959, which ousted the authoritarian ruler Fulgencio Batista.

Under communism churches and schools were closed, and priests were exiled or assigned to re-education camps. The Church was driven underground until religious tensions in the country began to ease in 1991. St. John Paul II then visited the island in 1998.

Fr. Juventino Rodríguez told ACI Prensa, CNA’s Spanish language news partner, that the “small miracle” of the construction of San Benito Abad was possible thanks to a great commitment and enthusiasm to strengthening the growth of the Catholic community.

Fr. Rodríguez explained that the project required years of “patient waiting” on the part of the Catholic community, which had to develop Church life in mission houses that the faithful themselves made available since their church building was confiscated.

A church had been built in San Benito del Crucero in the 1950s, but it was confiscated by the government after the revolution.

For many years, Fr. Rodriguez said, “everything was paralyzed and dead” until Dulce María Guilarte offered her home for church life in January 1996, and “since then there have always been catecheses, celebrations of the Eucharist, and baptisms.”

The Claretian priest said that the church life of the San Benito community was strengthened thanks to the mission houses that other faithful also made available for many years.

He especially recognized Vivian Cobas Ayala, whose house “was where the community spent the longest time developing its life and mission.” That house was destroyed in 2012 by Hurricane Sandy, however, and until the August dedication of the new church the community met at the home of another faithful Catholic, Concha Ayala.

Cobas and her children donated the land, which previously had a mission house on it, for the new church, which has a pastoral center in the basement.

Fr. Rodríguez said the new church was built in two years, although construction was stopped due to force majeure for more than eight months. The archdiocese managed to contact a family from Chicago who took on the financing, although the entire Church in Cuba collaborated in some way to achieve the goal.

“Recognizing all those who aided in the construction of the new church of San Benito del Crucero is not easy. It was always the dream of the community, of the missionaries and of the Archbishop of Santiago de Cuba,” he said.

Amid the joy over the new church, Fr. Rodríguez said that many Cubans consider it an act of “’heroism’ to approach and enter the church.”

After the revolution, the Church, worship, and public expressions of religion were prohibited, “and until not many years ago that continued. All this has had a lasting impact on people because it had negative consequences in their academic, work, and social life”.

“And although now that has been overcome legally … people haven’t forgotten it and continue to have fears and are cautious. Unfortunately, entering a church still has many social disadvantages and it’s not easy to overcome them,” he stressed.

However, Fr. Rodríguez said that from now on, “surely it will not be so difficult to find room for encounter, coexistence, formation and development in which the entire population can participate. It’s a great challenge for the community.”

“With the new church and with the San Benito Pastoral Center a new stage in the life of the community opens that augurs new hopes for evangelization,” he concluded.

Sacred Heart of Jesus parish near Pinar del Rio, the first new Catholic church in Cuba since the country’s revolution 60 years ago, was inaugurated in January 2019. It was to be the first of three new parishes, with the others in Havana and Santiago de Cuba.

Agencies/ CNA Catholic News/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
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