CUBAN CHARACTERS: ENRIQUE RODRIGUEZ, THE SOLITARY “PELÚ” FROM MAYAJIGUA, CUBA
A Cuban character who lived for more than 30 years in the Espirituan mountains.
MAYAJIGUA, in the Sancti Spíritus region is a city in Cuba, about 220 miles (354 km) east of Havana, the country’s capital.
The Region is full of history, legends of Indians and slaves, of poets, guateques and parrandas, crossed by several rivers, streams, and springs of medicinal waters.
Nearby is one of the protected natural areas within Cuba which is the Caguanes National Park, on the Atlantic coast, and where the coastal landscape is characterized by caves, arches, and niches that open to the sea. There are a total of 79 caves in the area.
ENRIQUE RODRIGUEZ, EL PELÚ DE MAYAJIGUA STORY
During the Cuban War of Independence, in the town of ‘Abras Grandes’ intense combat took place between Cubans and Spaniards, where the young black insurgent Enrique Jesús Rodríguez Pérez was seriously wounded. Faced with the possibility of being captured by the enemy troops, he fled towards the mountains of Mayajigua. He decides to hide in the bush where he manages to heal his wounds and stay thanks to the benefits of nature.
He remains in hiding, healing from his injuries, and survives by feeding on fruits and herbs. Feeling better, he begins to hunt, and in one of his hunts, he falls into a hollow in the ground and badly breaks his leg. Crawling, he came to his shelter, splinted his leg as best he could, and remained motionless. Since he had no other choice, he slowly swallows his shoes, the leather sheath of his machete, and survives dehydration by drinking his urine. For three years he suffered severe pain and shifted from one side to the other on his knees.
Enrique Rodríguez Pérez, our character of today, made the hostile environment that surrounded him his own, he undertook the construction of a hut of yagua and palm leaves, sows food, and weaves his clothes with maguey fiber and other plants, and came to have 17 settlements between caves and huts, as well as a warehouse to store honey and butter in dry güira containers. He begins to salt his food, replacing the salt with pieces of green yagua.
He cooks keeping the embers of fire lit inside holes that he made in the earth, which he covered with dry leaves and ash. He was settled near the Jatibonico del Norte river that supplied him with food and water. In order not to get lost in time and with admirable genius, he elaborates an almanac that consisted of pieces of yam inserted by a thread.
Accompanied by a Jivaro dog, he is transformed into a legend. He takes the caves to evade the Spanish, sets traps and other tricks learned in the jungle. He was discovered by chance by two women, who came to the village claiming that they had seen a monster.
As they talk about “the lonely hairy man” increases. A peasant in the area intends to calm the rumors about the: “hairy monster”, and decides to approach the “Pelú”. The villager was a mulatto and that counted in his favor. Enrique distrusted the whites, believing them Spanish since he thought that the war was still going on.
For three years the peasant places food and messages for him in different places and befriends the hermit. At last, he convinces him to leave the mountain, and on June 4, 1910, Enrique with his friend and to the amazement of the inhabitants appears in Mayajigua, hairy, dirty, smelly, and dressed in vegetable fiber fabric.
Apart from the ridicule and harassment of the stunned and disoriented former soldier, there are some families who welcomed him into their homes. He was bathed, dressed, and put on, and it is said that Pelú fainted while having a hot soup.
The rumor of the appearance of the “Pelú de Mayajigua” is spreading rapidly, which is fully recognized by the authorities as: Enrique de Jesús Rodríguez Pérez, a fighter in the Liberation Army and the news reaches the ears of a brother of the “Pelú” who lived in Remedios, which leads him to live with him. Accustomed to an existence full of adventures, Enrique became depressed in his new life and at the first neglect of his relatives, he returned to the jungle where he lived happily for the rest of his days.
PERSONAJES CUBANOS: ENRIQUE RODRIGUEZ, EL SOLITARIO “PELÚ” DE MAYAJIGUA, CUBA
Un personaje cubano que vivió durante más de 30 años en los montes espirituanos.
Mayajigua en la región de Sancti Spíritus es una ciudad en Cuba, a unas 220 millas (354 km) al este de La Habana, la capital del país.
La Región esta llena de historia, leyendas de indios y esclavos, de poetas, guateques y parrandas, surcado por varios ríos, riachuelos y manantiales de aguas medicinales.
Muy cerca se encuentra una de las zonas naturales protegidas dentro de Cuba que es el Parque Nacional Caguanes, sobre la costa atlántica, y donde el paisaje costero se caracteriza por las cuevas, arcos y nichos que abren al mar. Se cuentan un total de 79 cuevas en la zona.
HISTORIA DE ENRIQUE RODRIGUEZ, EL PELU DE MAYAJIGUA
Durante la Guerra de Independencia de Cuba, en el poblado de Abras Grandes tuvo lugar un intenso combate entre cubanos y españoles, donde quedó gravemente herido el joven insurrecto negro Enrique Jesús Rodríguez Pérez. Ante la posibilidad de ser apresado por las tropas enemigas, huyó hacia los montes de Mayajigua. Decide esconderse en el monte donde logra sanar sus heridas y mantenerse gracias a los beneficios de la naturaleza.
Permanece escondido curando de sus lesiones, y sobrevive alimentándose de frutas y hierbas. Al sentirse mejor, comienza a cazar, y en una de sus cacerías, cae en una hondonada del terreno y se fractura gravemente una pierna. Arrastrándose, llegó hasta su refugio, se entablilló la pierna lo mejor que pudo, y permaneció inmóvil. Como no tenía otra opción, poco a poco va ingiriendo sus zapatos, la vaina de cuero de su machete, y sobrevive a la deshidratación tomando su orina. Durante tres años sufre fuertes dolores, y se desplaza de rodillas de un lado a otro.
Enrique Rodríguez Pérez, nuestro personaje de hoy, hizo suyo el ambiente hostil que le rodeaba, emprende la construcción de una choza de yagua y pencas de palma, siembra viandas, y teje su ropa con fibra de maguey y otras plantas, y llegó a tener 17 asentamientos entre cuevas y bohíos, además de un almacén para guardar miel y manteca en recipientes de güira seca. Comienza a salar sus alimentos sustituyendo la sal con trocitos de yagua verde.
Cocina conservando las brasas de fuego encendidas dentro de huecos que abría en la tierra los que cubría con hojas secas y ceniza. Estaba asentado cerca del río Jatibonico del Norte que lo surtía de alimento y agua. Para no perderse en el tiempo y con admirable genialidad elabora un almanaque que constaba de pedacitos de ñame insertados por un hilo.
Acompañado por un perro jíbaro, se va transformado en una leyenda. Toma las cuevas para evadir a los españoles, coloca trampas y otros ardides aprendidos en la manigua. Fue descubierto de forma casual por dos mujeres, las que llegaron al poblado afirmando que habían visto un monstruo.
Al aumentar las habladurías sobre “el solitario hombre peludo”. Un campesino de la zona se propone calmar los rumores sobre el: “monstruo peludo”, y decide acercarse al “Pelú”. El lugareño era mulato y eso contaba a su favor. Enrique desconfiaba de los blancos creyéndolos españoles, ya que pensaba que la guerra aún continuaba.
Por tres años el campesino le coloca comidas y mensajes en distintos lugares, y entabla amistad con el ermitaño. Al fin lo convence de dejar el monte, y el 4 de junio de 1910, Enrique junto a su amigo y ante el asombro de los habitantes aparece en Mayajigua, peludo, sucio, maloliente, y vestido con tejido de fibras vegetales.
Al margen de burlas y acoso hacia el aturdido y desubicado ex soldado, existen algunas familias que lo acogieron en sus hogares. Lo bañaron, lo vistieron y calzaron y se dice que el Pelú se desmayó al tomarse una sopa caliente.
Se propaga velozmente el rumor de la aparición del “Pelú de Mayajigua” el que es reconocido plenamente por las autoridades como: Enrique de Jesús Rodríguez Pérez, combatiente del Ejército Libertador y llega la noticia a oídos de un hermano del “Pelú” que vivía en Remedios, que lo lleva a vivir con él. Acostumbrado a una existencia colmada de aventuras, Enrique se deprimió en su nueva vida y al primer descuido de sus parientes volvió a internarse en la manigua donde vivió feliz por el resto de sus días.
Agencies/ Wiki/ MemoriasCubanas/ Carlos RodriguezB. / Internet Photos/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.