(OPINION) RELATIONS OF CUBA AND THE US ARE NOT AMONG PRESIDENT JOE BIDEN’S PRIORITIES
A change in policy toward Cuba is not among Joe Biden’s priorities, although the administration is committed to reviewing the decision made by Donald Trump to include the island in the list of countries that sponsor terrorism, a spokesperson for the White House.
At a press conference in Washington, spokeswoman Jen Psaki said that a review of Washington’s policy towards Cuba “is not currently among President Biden’s top priorities.”
As has been the trend in recent statements related to Cuba, Psaki explained that the United States is “committed to making human rights a central pillar of our policy.”
“Our policy on Cuba is governed by two principles,” she assured in statements made at the end of January, which she reiterated at a press conference on Tuesday. “First, support for democracy and human rights: that will be at the core of our efforts, as well as empowering Cuban civil society so that they can decide their future.”
“The second is the Americans, especially Cuban Americans, who are the best ambassadors for freedom in Cuba,” the spokeswoman added then, leaving the door open to review the policies of the Trump administration, but without haste, insisting that they do not it is a priority of the current administration.
“And we are committed to carefully reviewing the political decisions made in the previous administration, including the decision to designate Cuba as a state sponsor of terrorism,” added Psaki.
Along with Iran, North Korea, and Syria, Cuba is one of four countries on the list of state sponsors of terrorism. This classification implies “sanctions against people and countries that carry out certain trade activities with Cuba,” according to the United States Department of State.
With just a week to go before leaving office, former President Trump included Cuba on the list of countries that sponsor terrorism, from which it had been eliminated in 2015 by then-President Barack Obama as part of the rapprochement between the two Cold War rivals.
In early February, Secretary of State Antony Blinken said the Joe Biden administration would review all measures taken by the Trump administration, including Cuba on the list of state sponsors of terrorism.
“There were a number of actions the outgoing administration took, including that one, which was steps that he could presumably have taken during the four-year term,” he said of Cuba’s blacklisting.
“We are looking at them all,” was Blinken’s response to the possible revocation of this measure by the new US administration. Removing Cuba from the list of sponsors of terrorism would be a process fraught with bureaucratic red tape that could drag on for months.
Psaki’s statements on Tuesday confirm once again that the Biden administration has left Cuba out of its first diplomatic moves and that, as he literally highlighted, relations with Havana are not among the priorities of the United States’ foreign policy.
To this day, President Biden has not given any indication of what direction he intends to take in bilateral relations with Cuba. The only references to the island that have come out of his administration affect that double message of reviewing the decisions of the previous administration, and that US foreign policy will be governed by the principles of respect for human rights.
(OPINION) Ivan León: Degree in journalism. Master in Diplomacy and International Relations from the Diplomatic School of Madrid. Master in International Relations and European Integration from the UAB.
(OPINIÓN) RELACIONES ENTRE CUBA Y EEUU NO ESTAN ENTRE LAS PRIORIDADES DEL PRESIDENTE JOE BIDEN
Un cambio en la política hacia Cuba no figura entre las prioridades de Joe Biden, aunque la administración está comprometida a revisar la decisión tomada por Donald Trump de incluir a la isla en el listado de países patrocinadores del terrorismo, dijo este martes una vocero de la Casa Blanca.
En rueda de prensa en Washington, la portavoz Jen Psaki afirmó que una revisión de la política de Washington con respecto a Cuba “no se encuentra actualmente entre las principales prioridades del presidente Biden”.
Tal y como ha sido la tónica de las últimas declaraciones relacionadas con Cuba, Psaki explicó que Estados Unidos está “comprometido a hacer de los derechos humanos un pilar central de nuestra política”.
“Nuestra política sobre Cuba está regida por dos principios”, aseguró en declaraciones hechas a finales de enero, y que reiteró en la rueda de prensa de este martes. “Primero, apoyo a la democracia y los derechos humanos: eso estará en el núcleo de nuestros esfuerzos; así como empoderar a la sociedad civil cubana para que puedan decidir su futuro”.
“Lo segundo son los estadounidenses, sobre todo los cubanoamericanos, que son los mejores embajadores para la libertad en Cuba”, añadió entonces la portavoz, dejando la puerta abierta a revisar las políticas de la administración Trump, pero sin prisas, insistiendo en que no es una prioridad de la actual administración.
“Y estamos comprometidos en revisar cuidadosamente las decisiones políticas tomadas en la administración anterior, incluida la decisión de designar a Cuba como Estado patrocinador del terrorismo”, añadió Psaki.
Junto con Irán, Corea del Norte y Siria, Cuba es uno de los cuatro países en la lista de estados patrocinadores del terrorismo. Esta clasificación implica “sanciones a las personas y a los países que realicen ciertas actividades de comercio con Cuba”, según destaca el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Apenas faltando una semana para dejar el cargo, el expresidente Trump incluyó a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, de la cual había sido eliminada en 2015 por el entonces presidente Barack Obama como parte del acercamiento entre los dos rivales de la Guerra Fría.
A comienzos de febrero, el secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que la administración de Joe Biden revisaría todas las medidas tomadas por el gobierno de Trump, entre ellas, la inclusión de Cuba en la lista de estados patrocinadores del terrorismo.
“Hubo una serie de acciones que tomó la administración saliente, incluida esa, que fueron pasos que podría haber tomado presumiblemente durante los cuatro años de mandato”, dijo acerca de la inclusión de Cuba en la lista negra.
“Las estamos mirando todas”, fue la respuesta de Blinken sobre la posible revocación de esta medida por la nueva administración estadounidense. Sacar a Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo sería un proceso plagado de trámites burocráticos que podrían extenderse por meses.
Las declaraciones de Psaki este martes confirman una vez más que la administración de Biden ha dejado fuera a Cuba de sus primeras movidas diplomáticas y que, como resaltó textualmente, las relaciones con La Habana no están entre las prioridades de la política exterior de Estados Unidos.
A día de hoy, el presidente Biden no ha dado señales de qué rumbo pretende darle a las relaciones bilaterales con Cuba. Las únicas referencias hacia la isla que han salido de su administración inciden en ese doble mensaje de revisar las decisiones de la anterior administración, y que la política exterior estadounidense se regirá por los principios de respeto a los derechos humanos.
(OPINION) Ivan León: Licenciado en periodismo. Máster en Diplomacia y Relaciones Internacionales por la Escuela Diplomática de Madrid. Máster en Relaciones Internacionales E Integración Europea por la UAB.
Agencies/ CiberCuba/ Ivan Leon/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.
Archivado en: