THE CUBAN OBSESSION FOR SUPERSTITIONS, AMULETS, AND LUCKY NUMBERS
Numerical superstitions are among the oldest in the world. We remember the superstition related to Tuesday and Friday the 13th, but let’s review others:
-I’m waiting for the elevator, and I say, if it arrives before I count 5, it means that I will be lucky, if not, it is not.
-If I stir the coffee a certain amount of times each time I am going to drink it, I will have a day without problems.
Some people recite the alphabet during the time it takes for the sugar to fall from the foam to the bottom of the cappuccino coffee. The letter that matches the moment you rush in is supposed to be the first letter of the name of the person who is thinking of you.
To counteract the bad luck of Tuesday the 13th, Friday the 13th, or any time, people wear charms such as four-leaf clovers, garlic, bells, or bells, they wear red, rabbit feet, quartz, red ribbons, little protector saints. , rue leaves, and other unimaginable. In addition to this, white candles are also often lit to prevent evil spirits from entering the home.
ONE OF THE MOST COMMON IN CUBA: LA CHARADA.
In Cuba the charade, which is a game of chance with a table composed of 100 consecutive numbers from 1 to 100, the first 36 numbers are taken from the so-called Chinese charade or chifá, the rest are the product of popular imagination since they represent different entities, from animals to objects, with which the ball is played, a kind of lottery-based on bets made on these numbers, based on dreams or experiences related to what each one indicates.
It is significant that the number 13 is associated with: Chulo, Peacock, Big boy, Anafe (portable oven) in which there is nothing scary.
And let’s not talk about the game called the lottery, the lottery for tickets that there are in so many countries and the hundreds of games of chance based on probabilities, their behavior studied through economic-mathematical models and that gives luck to one among millions, by pure chance.
There are millions in the world who suffer from a pathological inclination towards games of chance and in the presence of a roulette wheel, slot machines, dice, cards, or whatever appears, they play what they do not have and lose to shame.
THE LUCKY AMULETS OF THE CUBANS
We Cubans grant the traditional amulets multiple and varied functions. For example, they serve to ward off bad luck, harmful influences, the evil eye. And according to our beliefs, they still provide us with health, love, prosperity, fortune, fame, and security, among many other “benefits.”
For good luck we use the iron horseshoes, located behind the door of our homes, which have been used preferably, with the tips down, adorned or not with a red ribbon. Not a few in Cuba wear tiny horseshoes on their neck chains and women on bracelets.
In most Cuban homes, visitors will almost without fail to find the presence of an animal completely alien to our fauna: the elephant. It can be one or more mammals, made of metal or ceramic, but to provide us with the desired good luck, they must have their rear-facing access door to the house. Or a smiling Buddha in front of the door.
The always feared evil eye, loaded with envy or hatred, we try to prevent it in several ways. Placing our baby with a pin in her clothes and her crib with a small jet, accompanied by a pair of Santa Lucía Eyes, made of silver or gold metal, and a fragment in the form of a tiny red coral bead.
You can review your life and see how seriously you took these warnings, or calculate how many times in your life a Tuesday the 13th was especially bad or, on the contrary, surprisingly good. Misfortunes happen every day, not just Tuesday or Friday the 13th.
JUST IN CASE
Just in case, in my wallet, there is a black kilo, a US $ 2 bill, and a picture of the Virgin of Copper. No Cuban gets rid of so many superstitions that have marked him since he was born when they put his jet with the little eyes of Santa Lucia for the bad eyes. And from then on, don’t even mention it. And if, as happened to me, a socialist revolution happens over your life, then you have no choice but to be superstitious to kill yourself, to see how you can get rid of that “salt” from above.
LA OBSESION CUBANA POR LAS SUPERTICIONES, AMULETOS Y LOS NUMEROS DE LA SUERTE
Las supersticiones numéricas están entre las más antiguas del mundo. Recordamos la superstición relacionada con el martes y el viernes 13, pero revisemos otras:
-estoy esperando el ascensor, y digo, si llega antes de que yo cuente 5, significa que voy a tener suerte, si no, es que no.
-Si revuelvo el café una determinada cantidad de veces cada vez que lo voy a tomar, voy a tener un día sin problemas.
Hay quien acostumbra recitar el alfabeto durante el lapso que el azúcar tarda en caer desde la espuma hasta el fondo del café capuchino. Se supone que la letra que coincida con el momento en que se precipite es la primera letra del nombre de la persona que está pensando en ti.
Para contrarrestar la mala suerte del martes 13, el viernes 13, o cualquier momento, las personas usan amuletos como tréboles de cuatro hojas, ajos, campanas o cascabeles, visten de rojo, patas de conejo, cuarzos, listones rojos, estampitas de santos protectores, hojas de ruda, y otros inimaginables. Además de esto, también se suele prender velas blancas para evitar que espíritus malignos entren en el hogar.
UNO DE LOS MAS COMUNES EN CUBA: LA CHARADA.
En Cuba la charada, que es un juego de azar con una tabla compuesta de 100 números consecutivos del 1 al 100, los primeros 36 números están tomados de la llamada charada china o chifá, los restantes son producto de la imaginación popular, ya que representan distintas entidades, desde animales hasta objetos, con los que se juega en la bolita, especie de lotería basada en apuestas hechas a estos números, sobre la base de sueños o vivencias relacionadas con lo que indica cada uno.
Es significativo que el número 13 se asocia con: Chulo, Pavo Real , Niño grande, Anafe (horno portátil) en lo cual no hay nada tenebroso.
Y no hablemos del juego llamado lotería, la lotería por billetes que hay en tantos países y los cientos de juegos de azar basados en probabilidades, estudiado su comportamiento mediante modelos económico-matemáticos y que le dan la suerte a uno entre millones, por puro azar.
Son millones en el mundo los que padecen de una inclinación patológica ante los juegos de azar y en presencia de una ruleta, máquinas tragamonedas, dados, cartas o lo que aparezca se juegan lo que no tienen y pierden hasta la vergüenza.
LOS AMULETOS DE LA SUERTE DE LOS CUBANOS
Los cubanos le concedemos a los amuletos tradicionales múltiples y variadas funciones. Por ejemplo, nos sirven para ahuyentar la mala suerte, las perniciosas influencias, el mal de ojo. Y según nuestras creencias, igual nos proporcionan salud, amor, prosperidad, fortuna, fama y seguridad, entre otros muchos “beneficios”.
Para la buena suerte utilizamos las herraduras de hierro, ubicadas detrás de la puerta de nuestros hogares, que hayan tenido uso preferentemente, con las puntas hacia abajo, adornada o no con una cinta roja. No pocos en Cuba portan minúsculas herraduras en sus cadenas al cuello y las mujeres en pulseras.
En la mayoría de las viviendas cubanas los visitantes encontrarán casi sin falta la presencia de un animal ajeno por completo a nuestra fauna: el elefante. Puede ser uno o varios mamíferos, de metal o cerámica, pero para proporcionarnos la buena suerte apetecida deben tener el trasero dirigido hacia la puerta de acceso a la casa. O un buda sonriente de frente a la puerta.
El siempre temido mal de ojo, cargado de envidia u odio, tratamos de prevenirlo de varias formas. Colocando a nuestro bebé un prendedor en su ropita y la cuna con un pequeño azabache, acompañado de un par de Ojitos de Santa Lucía, elaborados en metal plateado o dorado, y de un fragmento en forma de diminuta cuenta de coral rojo.
Puedes repasar tu vida y ver cuán en serio tomaste estas advertencias, o calcular cuántas veces en tu vida un martes 13 fue especialmente malo o, por el contrario, sorpresivamente bueno. Desgracias ocurren todos los días, no solo los martes o los viernes 13.
YO, POR SI ACASO
Por si acaso, en mi cartera hay un kilo prieto, un billete de 2 dólares norteamericanos y una estampita de la virgen del Cobre. Ningún cubano se libra de tantas supersticiones que lo han marcado desde que nació, cuando le pusieron su azabache con los ojitos de Santa Lucía para los malos ojos. Y de ahí en lo adelante ni se diga. Y si pasa, como me ocurrió a mí, una revolución socialista por arriba de tu vida, pues no te queda otro remedio que ser supersticioso a matarte, a ver cómo te puedes quitar esa “salación” de encima.
Agencies/ MemoriasCubanas/ Carlos RodriguezB. /Extractos/ Excerpts/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.