AGUSTÍN LARA “EL FLACO DE ORO”. MEMORIES OF HIS PRESENCE IN CUBA. PHOTOS / VIDEOS
Agustín Lara, the famous Mexican self-taught composer author of more than 600 songs, was, like other great figures of his country, was a frequent visitor in Havana.
Such spiritual closeness is reciprocal because neither can we speak of the Mexican musician-poet without mentioning the Cuban capital, to which he dedicated memorable pieces, and where he always felt at home.
It is not surprising that Don Agustín Lara’s first artistic destination outside of Mexico, was precisely the Cuban capital where he arrived with other artists from Mexico, already a well-known singer by then, it was then the middle of the 1930s.
ROMANCE IN HAVANA
On that, his first trip to the Cuban capital, he was accompanied by Ana Maria Fernández and Pedro Vargas.
VIDEOS – AGUSTÍN LARA SINGS “Señora …”
He returns in May 1939. He then makes a profession of love to Cuba. He then declared: «I was returning from France … Havana opened its arms to me … and I was not ungrateful, there are that ‘Sueño guajiro’ and those ‘Coplas’ that were born in the immense meadow of Yumurí …». He is here again in 1952. At La Bodeguita del Medio he meets Sindo Garay and at the Montmartre cabaret, he plays the piano and leads a violin orchestra. He performs at the Aires Libres of the Saratoga hotel.
The scholar Radamés Giro affirms: «His interest in Cuban music is revealed by ‘La Cumbancha’ – a tribute to Cuban percussion recorded by the Trío Matamoros, Antonio Machín and the Caney quartet—, ‘Noche criolla’ and the danzonete ‘Pobre de my'”.
HIS CUBAN ROMANCE
It was during his visit in 1939 that he was struck by a girl who had revealed herself as a Rising Star in the Supreme Court of Art, of the CMQ Circuit, and who at that time did a little of everything on the station itself: she did the voiceover, sings and He recites at the Monte y Cárdenas radio station. Her name is Xiomara Fernández; she is 21 years old and she is as beautiful as she is shy. Gaspar Pumarejo, who would be the pioneer of TV in Cuba, presents them. No more than a few words have changed when Lara expresses her desire to write a song for her to premiere. Xiomara does not know what to answer, she is speechless. She feels tiny before a composer of the stature she has in front of her, but in the end, with many doubts, she agrees. Lara writes for her ‘When I looked at you’, which Xiomara premieres at the Gran Teatro de La Habana, which today bears the name of Alicia Alonso, accompanied on piano by the composer himself. She would later sing it in theaters in Matanzas and Pinar del Río.
“All the glory was mine / when you looked at me / all the glory was mine / when you looked at me / the day was without light/everything was without light / and my life began / when you looked at me …” Xiomara Fernández She would remember many years later that she was always fascinated by Agustín; he was very fine and delicate, she said. She sent a bouquet of flowers to CMQ every day. She feared that such kindness would attract her attention and that she would arouse suspicion among her companions and she let him know. He then began to send her a single flower each day with a card that read: “Thinking of you.”
They met several times in one of the bars of the Sevilla hotel. Lara told her about taking her to Mexico on work plans, and she specified that she could go in the company of a relative. Xiomara was not interested in the trip. Lara threw herself deep then and proposed to her. She said no.
She continued an upward career Xiomara and did not delay in initiating a courtship with José Antonio Alonso, the disputed conductor of the Supreme Court, the man of a thousand brides, as the press of the time called him. The wedding was quite an event. They got married on the 1st. December 1940, at the Gran Teatro de La Habana, with the room full of radio listeners and people from the entertainment industry. To see and acclaim the couple, hundreds of admirers were waiting outside, including a pilot who made his plane land on the Paseo del Prado, in front of the Theater, to release doves and deliver a bouquet of flowers to the bride.
AGUSTIN LARA
Known as the ‘Flaco de Oro’, Lara was really called Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino. He was born in Veracruz, on October 3, 1897 and died in Mexico City on November 6, 1970. His love affair with María Félix was sounded, which inspired one of his best-known compositions, María bonita.
He said of himself: ‘I’m ridiculously corny, and I love being so. Because mine is a sincerity that others shun … ridiculously »Agustín Lara Aguirre y Pino, the Golden Skinny, has his monument on Avenida del Puerto, on the shore of Havana’s bay. A bronze statue, the work of the Yucatecan sculptor Humberto Peraza, evokes the presence of the composer among us. The image highlights the extreme thinness of the artist who wears a tie and jacket. His left-hand rests on his right arm while his right hand is raised to face level to hint at the presence of the cigarette that will be brought to his mouth. And it is that the author of the operetta The Golden Bird and of so much music for the cinema, an incessant smoker in life, smokes now in eternity.
The music of Agustín Lara remains in the repertoire of Cuban singers of all times, inside and outside the Island.
For many, Agustín Lara represents the transition from Mexican dance to the bolero of Cuban origin, to which he imprinted a style very much his own.
AGUSTÍN LARA “EL FLACO DE ORO”. RECUERDOS DE SU PRESENCIA EN CUBA. PHOTOS/VIDEOS
Agustín Lara, el famoso compositor autodidacto mexicano autor de más 600 canciones, fue, como otras grandes figuras de su país, fue visita frecuente en La Habana.
Tal cercanía espiritual es recíproca pues tampoco puede hablarse del músico-poeta mexicano sin mencionar a la capital cubana, a la que dedicó piezas memorables, y donde siempre se sintió como en su casa.
No es extrañar que el primer destino artístico de don Agustín Lara fuera de México, sea precisamente la capital cubana adonde llegó con otros artistas de México, ya para entonces un cantante bastante conocido, era entonces mitad de los años 1930s.
En ese su primer viaje a la capital cubana, se vio acompañado por Ana Maria Fernandez y Pedro Vargas.
Vuelve en mayo de 1939. Hace entonces una profesión de amor a Cuba. Declara entonces: «Regresaba de Francia… La Habana me abrió sus brazos… y no fui ingrato, ahí están ese ‘Sueño guajiro’ y esas ‘Coplas’ que nacieron en la inmensa pradera del Yumurí…». Está aquí nuevamente en 1952. En La Bodeguita del Medio conoce a Sindo Garay y en el cabaré Montmartre toca el piano y conduce una orquesta de violines. Actúa en los Aires Libres del hotel Saratoga.
VIDEOS – AGUSTÍN LARA CANTA “Aventurera”..
Afirma el erudito Radamés Giro: «De su interés por la música cubana dan cuenta ‘La Cumbancha’ —homenaje a la percusión cubana que grabó el Trío Matamoros, Antonio Machín y el cuarteto Caney—, ‘Noche criolla’ y el danzonete ‘Pobre de mí’».
ROMANCE EN LA HABANA
Es en la visita de 1939 cuando lo impacta una muchacha que se había revelado como Estrella naciente en La Corte Suprema del Arte, del Circuito CMQ, y que en esos momentos hacía un poco de todo en la propia emisora: hace la locución, canta y recita en la emisora de Monte y Cárdenas. Se llama Xiomara Fernández; tiene 21 años de edad y es tan bella como tímida. Gaspar Pumarejo, que sería el pionero de la TV en Cuba, los presenta. No han cambiado más que unas pocas palabras cuando Lara expresa su deseo de escribir una canción para que ella la estrene. Xiomara no sabe qué responder, queda sin palabras. Se siente pequeñita ante un compositor de la talla del que tiene delante, pero al fin, con muchas dudas, accede. Lara escribe para ella ‘Cuando me miraste tú’, que Xiomara estrena en el Gran Teatro de La Habana, que lleva hoy el nombre de Alicia Alonso, acompañada al piano por el propio compositor. La cantaría luego en teatros de Matanzas y Pinar del Río.
«Toda la gloria fue mía /cuando me miraste tú / toda la gloria fue mía /cuando me miraste tú / se quedó sin luz el día / todo se quedó sin luz /y empezó la vida mía / cuando me miraste tú…» Xiomara Fernández recordaría muchos años después que siempre se sintió fascinada por Agustín; era muy fino y delicado, decía. Le enviaba todos los días un ramo de flores a la CMQ. Ella temió que tanta gentileza llamara la atención y despertara sospechas entre sus compañeros y se lo hizo saber. Él entonces comenzó a enviarle a diario una sola flor con una tarjeta en la que se leía: «Pensando en ti».
Se encontraron varias veces en uno de los bares del hotel Sevilla. Lara le habló de llevarla a México en planes de trabajo, y precisó que podía ir en compañía de algún familiar. A Xiomara el viaje no le interesaba. Lara se tiró a fondo entonces y le propuso matrimonio. Ella dijo no.
Prosiguió Xiomara una carrera ascendente y no demoró en iniciar un noviazgo con José Antonio Alonso, el disputado conductor de La Corte Suprema, el hombre de las mil novias, como le llamaba la prensa de la época. La boda fue todo un acontecimiento. Contrajeron matrimonio el 1ro. de diciembre de 1940, en el Gran Teatro de La Habana, con la sala repleta de radioyentes y gente de la farándula. Para ver y aclamar a la pareja esperaban fuera cientos de admiradores, entre ellos un piloto que hizo aterrizar su avioneta en el Paseo del Prado, frente al Teatro, para soltar palomas y entregar un ramo de flores a la desposada.
AGUSTIN LARA
Conocido como el ‘Flaco de Oro’, Lara se llamaba realmente Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino. Nació en Veracruz, el 3 de octubre de 1897 y murió en la Ciudad de México el 6 de noviembre de 1970. Fueron sonados sus amores con María Félix, que le inspiró una de sus composiciones más conocidas, María bonita.
Dijo de sí mismo: «Soy ridículamente cursi, y me encanta serlo. Porque la mía es una sinceridad que otros rehuyen… ridículamente» Agustín Lara Aguirre y Pino, el Flaco de oro, tiene su monumento en la Avenida del Puerto, a la orilla de la bahía habanera. Una estatua de bronce, obra del escultor yucateco Humberto Peraza, que evoca la presencia del compositor entre nosotros. Resalta la imagen la extrema delgadez del artista que viste de corbata y chaqueta. Su mano izquierda descansa en el brazo derecho mientras la diestra se alza a la altura de la cara para insinuar la presencia del cigarrillo que se llevará a la boca. Y es que el autor de la opereta El pájaro de oro y de tanta música para el cine, fumador incesante en vida, fuma ahora en la eternidad.
La música de Agustín Lara se mantiene en el repertorio de cantantes cubanos de todas las épocas, dentro y fuera de la Isla.
Para muchos Agustín Lara representa la transición de la danza mexicana al bolero de origen cubano, al que imprimió un estilo muy propio.
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THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.