BRINDIS DE SALAS, THE “BLACK PAGANINI”, A CUBAN MUSICAL GENIUS ALMOST FORGOTTEN.
Such was the greatness of Brindis de Salas that an Italian newspaper described it as the “black Paganini”, alluding to Nicolo Paganini, considered the most virtuous violinist of all time …
IN THE XIX CENTURY, when Cuba was still a colony of Spain – one of the last in America – a young black man, barely 11 years old, was delighting the public at the Liceo Artístico de La Habana with his violin. The most significant thing about that scene was not only the fact that the little artist managed to make his way into a society where blacks were seen only as merchandise or slaves, but that he was accompanied by one of the greatest figures in Cuban music. : Ignacio Cervantes.
The talented violinist who with his childish hands managed to move the audience in December 1863, was Claudio José Domingo Brindis de Salas y Garrido, a Cuban musical genius who, unfortunately, does not have the due recognition he deserves in the Greater Antilles. .
That first concert was just the launch of a career marked by his exceptional performance, but in which there were no shortage of pitfalls and impediments to overcome.
Such was the greatness of Brindis de Salas on the violin that an Italian newspaper described him as the “black Paganini”, alluding to Nicolo Paganini, who is considered the most virtuous violinist of all time.
YOUR ARTISTIC PROFESSIONAL LIFE BEGINS
Between 1869 and 1871, the outstanding artist studied at the Conservatoire de Paris, a prestigious institution from which he became the first record. From now on, his professional life begins to rise and Brindis de Salas shines on stages in America and Europe.
He travels constantly. On both sides, he is praised by critics and loudly applauded by the public. His bow stroke sets him apart. There is a grace in his movements, magic in each chord that he starts from the violin, which fascinates. In Cuba he also triumphs. He comes and goes, but he never really wanders away.
His career during those years of splendor was surrounded by well-paid contracts, fame, applause, constant travel, which, in a certain way, influenced the artist’s personal life. However, his qualities as a musician did not leave him.
In France, Spain, Italy, Austria, Portugal, and Germany he is decorated with the highest distinctions awarded in those countries. In Argentina, he stays for several years and at different stages of his life. It is there that the so-called “king of the octaves” dies, after having pawned his authentic Stradivarius violin for only 10 pesos, which is estimated to cost around 100,000.
After a decade away from the big scenes, poor, forgotten, sick with tuberculosis, he says goodbye at dawn on June 2, 1911, far from the land where he was born, where his remains return in 1930, after great efforts of the Argentine authorities and of the Cubans residing in that nation.
The incalculable talent of Brindis de Salas is not recognized enough in Cuba. Although it is true that most of his artistic work was developed around the world, he urges that his work be more widely publicized to give it the worthy space it deserves within the most iconic figures that have marked the future of Cuban music.
BRINDIS DE SALAS, EL “PAGANINI NEGRO” UN GENIO MUSICAL CUBANO CASI OLVIDADO
Tal fue la grandeza de Brindis de Salas que un periódico italiano lo calificó como el “Paganini negro”, en alusión a Nicolo Paganini, considerado el más virtuoso violinista de todos los tiempos…
EN EL SIGLO XIX, cuando Cuba era aún colonia de España —una de las últimas en América— un joven negro, de apenas unos 11 años, deleitaba con su violín al público del Liceo Artístico de La Habana. Lo más significativo de aquella escena, no era tan solo el hecho de que el pequeño artista lograra abrirse paso en una sociedad donde los negros eran vistos solo como mercancía o esclavos, sino que estuviese acompañado por una de las figuras más grandiosas de la música cubana: Ignacio Cervantes.
El talentoso violinista que con sus manos infantiles lograba conmover a los espectadores en aquel diciembre de 1863, era Claudio José Domingo Brindis de Salas y Garrido, un genio musical cubano que, desafortunadamente, no tiene en la Mayor de las Antillas el debido reconocimiento que merece.
Ese primer concierto fue solo el despegue de una carrera signada por su excepcional desempeño, pero en la que no faltaron escollos e impedimentos a los que sobreponerse.
Tal fue la grandeza de Brindis de Salas en el violín, que un periódico italiano lo calificó como el “Paganini negro”, en alusión a Nicolo Paganini, quien es considerado el más virtuoso violinista de todos los tiempos.
COMIENZA SU VIDA PROFESIONAL ARTISTICA
Entre 1869 y 1871, el descollante artista cursó estudios en el Conservatorio de París, prestigiosa institución de donde llegó a ser el primer expediente. En lo adelante, su vida profesional comienza a ascender y Brindis de Salas brilla en escenarios de América y Europa.
Viaja constantemente. En uno y otro lado es alabado por la crítica y aplaudido sonadamente por el público. Su golpe de arco lo distingue. Hay una gracia en sus movimientos, una magia en cada acorde que le arranca al violín, que fascinan. En Cuba también triunfa. Va y viene, pero nunca se aleja del todo.
Su trayectoria durante esos años de esplendor se vio rodeada de contratos bien pagados, famas, aplausos, viajes constantes, lo cual, de cierta manera, influyó en la vida personal del artista. Sin embargo, sus cualidades como músico no le abandonaron.
En Francia, España, Italia, Austria, Portugal y Alemania es condecorado con las más altas distinciones que se entregan en esos países. En Argentina permanece durante varios años y en distintas etapas de su vida. Es allí donde muere el llamado “rey de las octavas”, tras haber empeñado por solo 10 pesos su violín Stradivarius auténtico, que se calcula costaba unos 100 000.
Luego de una década fuera de los grandes escenarios, pobre, olvidado, enfermo de tuberculosis, se despide en la madrugada del 2 de junio de 1911, lejos de la tierra que lo vio nacer, a donde regresan sus restos en 1930, después de grandes esfuerzos de las autoridades argentinas y de los cubanos residentes en esa nación.
El incalculable talento de Brindis de Salas no es reconocido lo suficiente en Cuba. Si bien es cierto que la mayor parte de su quehacer artístico lo desarrolló alrededor del mundo, urge que sea más divulgada su obra para darle el digno espacio que se merece dentro de las figuras más icónicas que han marcado el devenir de la música cubana.
Agencies/ CubaAhora/ Laura Giraldez/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ Videos/Photos> La Historia de Cuba.
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.