PICAN, NO PICAN, LOS TAMALITOS QUE VENDE OLGA!. HISTORIA Y RECETA DE LOS VERDADEROS TAMALES CUBANOS. VIDEOS..
En Cuba el hacer tamales es casi un asunto familiar, de tradición, aún cuando se hacen para vender. Y en caso de tamal dominguero, o familiar, puede que se incluya la mesa de dominó y algo de beber, para alegrarnos un poco ese día. La sabrosura de los tamales en hojas radica en que mantienen su sabor sin que se le evapore, porque lo preserva su propia hoja.
¿A qué cubano no le gusta un sabroso tamal o como decimos en el Oriente de nuestra nación “Ayaca”? Estamos en verano y es época de maíz tierno en Cuba por eso en estos meses se convierte en un plato muy recurrente en cada rincón de nuestra isla. Es una de las comidas que más extrañan quienes viven lejos de esta tierra.
Pero lo que me hace traer los tamales a esta página, es OLGA LA TAMALERA.
Olga Moré Jiménez, nace en Cruces, Cienfuegos, en 1922 , pero su fama tenemos que ubicarla a comienzos de 1950, que con tres niños y una madre a su cuidado, decidió vender tamales para ganarse el sustento diario. Para ello se valió de sus habilidades culinarias para vender un manjar popular de la cocina criolla y tradicional: el tamal en hojas. Y según se cuenta, eran los mejores. Olga elaboraba unos tamales en hojas exquisitos, muy diferentes de los que expendían en las fondas y cantinas a domicilio.
VIDEOS- Olga La Tamalera con Fajardo..
En esa época no era habitual ver a una mujer comerciando productos en la calle, por lo que recibía insultos o se reían de ella, pero Olga no se dejaba aminorar por estas simplezas y trabajó duro para posicionar sus tamales en el mercado callejero. Todos los días desfilaban por la puerta del hogar de Olga, cientos de personas, para comprar el delicioso platillo, incluso le encargaban con anticipación para celebrar bodas, cumpleaños y todo tipo de festejos. Su fama trascendió de Cienfuegos a La Habana y se extendió por toda la isla.
Ya en La Habana, comenzó a frecuentar la esquina de Prado y Neptuno y las matinés de las sociedades de baile. Entraba y se paraba junto a su lata a pregonar: ¡pican… no pican!….. Poco a poco la calidad de sus tamales y la personalidad de Olga fueron ganando popularidad y fue imponiendo su producto sobre otros vendedores de la época.
Pero otra faceta de Olga, es que era también buena bailadora y cuando la venta estaba baja en las salas de baile, le encargaba su lata de tamales a algún amigo, y se ponía a bailar con mucho ritmo, gracia, y estilo.
En uno de esos saloncitos de baile que frecuentaba, como vendedora, cerca del parque “La Normal”, conoció a Félix Reina y a José Antonio Fajardo, de la Orquesta “Fajardo y sus Estrellas”. Ambos eran asiduos consumidores de estos tamales. Y es Félix quien decide componer una canción para que se recordaran de tan popular personaje. Según Fajardo los tamales de Olga le gustaban muchísimo y no tuvo dudas en incluir la canción en el repertorio de la Orquesta. Así es el origen de este cha-cha-chá que le dio la vuelta al Mundo y le dio popularidad a Olga.
La orquesta Aragón años más tarde, cuando todavía se llamaba “Orquesta Típica Cienfueguera”, incorporó a su repertorio la canción y con ello volvió a dar vida a los tamales de Olga. La receta de los afamados tamales nunca fue divulgada, sólo la conocían su hija y su marido, pues ella siempre la guardó celosamente.
Pero su fama ha ido más allá de nuestras fronteras y aún en la actualidad existen negocios de venta de tamales caseros con el nombre comercial: “Tamales Olga” y “Olga la Tamalera”. Olga, permanece en los recuerdos de una época ya ida.
RECETA DE LOS VERDADEROS TAMALES CUBANOS…
Pero aquí les dejo la forma de hacer el verdadero Tamal cubano al que no le puede faltar pedacitos de carne o chicharrones de cerdo.
INGREDIENTES.
Cuatro libras de maíz tierno molido, hojas grandes de maíz, 2 tazas de dados de carne de cerdo o chicharrones, 2 cucharadas de aceite, 4 ajíes (verdes y maduros), 2 tomates maduros (opcional) , 1 cebolla grande, 8 dientes de ajo, 1 cucharada de comino (opcional), sal y pimienta a gusto.
PREPARACION.
Limpie, lave y pique los ajíes bien finos. Limpie, lave y pique los tomates bien finos. Limpie y pique la cebolla bien fina. Limpie y macere los ajos.
Ponga en una fuente la harina de maíz tierno . Puntéela de sal.
Ponga una cacerola a la candela con el aceite, el ají, la cebolla, los ajos, los tomates, el comino, sal y deje que comience a sofreír. Agregue la carne y déjela que se dore. Vierta la harina y mézclelo todo, deje la composición a la candela unos minutos hasta que pierda el líquido sin que se seque. Otras formas de hacer este típico plato cubano es no ponerlo al fuego y añadir las especias de manera natural.
Tome una hoja de maíz y haga un envase donde pueda echar la harina, tápela con otra hoja y átelas con un cordel o tiritas echas con las propias hojas de la mazorca como me enseñaron mis abuelos. Repita la operación hasta que obtenga los 10 o 12 tamales.
Ponga a la candela una olla destapada con sal y agua suficiente y cuando ropa a hervir introduzca los tamales. Tape la olla y déjela al fuego durante 30 minutos. Saque los tamales. Sírvalos calientes. Lo de “pica o sin pica” es a gusto del consumidor.
NOTA: Este plato, la “Ayaca” y su receta es similar pero la masa del maíz se envuelve en hojas de plátano. Otra variante es el tamal en cazuela que se cocina la masa en una cacerola o caldero y se sirve directo en los platos sin envolver en hojas.
Que les Aproveche!.
PRICKLE, NO PRICKLE, THE TAMALITOS THAT OLGA SELLS! HISTORY AND RECIPE OF THE REAL CUBAN TAMALES
In Cuba, making tamales is almost a family affair, a tradition, even when they are made to sell. And in the case of a Sunday or family tamale, the table of dominoes and something to drink may be included, to cheer us up a bit that day. The flavor of the tamales in leaves lies in the fact that they maintain their flavor without evaporating because it is preserved by their own leaf.
What Cuban does not like a tasty tamale or as we say in the East of our nation “Ayaca”? We are in summer and it is the season of sweet corn in Cuba, that is why in these months it becomes a very recurrent dish in every corner of our island. It is one of the foods that those who live far from this land miss the most.
But what makes me bring the tamales to this page, is OLGA LA TAMALERA.
Olga Moré Jiménez was born in Cruces, Cienfuegos, in 1922, but her fame has to be placed at the beginning of 1950 when with three children and a mother taking care of her, she decided to sell tamales to earn her daily livelihood. To do this, she used her culinary skills to sell a popular delicacy of Creole and traditional cuisine: the tamale in leaves. And by all accounts, they were the best. Olga made some exquisite tamales in leaves, very different from those that were sold in the inns and canteens at home.
VIDEOS- La Aragon y Los Tamalitos de Olga…
At that time it was not usual to see women trading products on the street, so she received insults or laughed at her, but Olga did not let herself be deterred by these simple things and worked hard to position her tamales in the street market. Every day hundreds of people paraded through the door of Olga’s home to buy her delicious dish, they even ordered her in advance to celebrate weddings, birthdays, and all kinds of celebrations. Her fame spread from Cienfuegos to Havana and spread throughout the island.
Already in Havana, she began to frequent the corner of Prado and Neptuno and the matinees of dance societies. She would come in and stand next to her can to proclaim: they bite… they don’t bite!… Little by little the quality of her tamales and the personality of her Olga gained popularity and she imposed the product of her over other vendors of the time.
But another facet of Olga is that she was also a good dancer and when sales were low in the dance halls, she would order her can of tamales from a friend, and she would start dancing with a lot of rhythms, grace, and style.
In one of those dance halls that she frequented, as a vendor, near the “La Normal” park, she met Félix Reina and José Antonio Fajardo, from the “Fajardo y sus Estrellas” Orchestra. Both were regular consumers of these tamales. And it is Félix who decides to compose a song to remind them of such a popular character. According to Fajardo, he liked Olga’s tamales very much and he had no doubts about including the song in the Orchestra’s repertoire. This is the origin of this cha-cha-chá that went around the world and gave Olga popularity.
The Aragón orchestra years later, when it was still called “Orquesta Típica Cienfueguera”, incorporated the song into its repertoire and with it brought Olga’s tamales back to life. The recipe for the famous tamales was never disclosed, only her daughter and her husband knew about it since she always kept it jealously.
But her fame has gone beyond our borders and even today there are businesses selling homemade tamales with the commercial name: “Tamales Olga” and “Olga la Tamalera”. Olga remains in the memories of a bygone era.
RECIPE OF THE REAL CUBAN TAMALES…
But here is the way to make the real Cuban Tamal that cannot be missing bits of meat or pork rinds.
INGREDIENTS.
Four pounds of ground sweet corn, large corn husks, 2 cups of diced pork or pork rinds, 2 tablespoons of oil, 4 peppers (green and ripe), 2 ripe tomatoes (optional), 1 large onion, 8 cloves of garlic, 1 tablespoon cumin (optional), salt and pepper to taste.
PREPARATION.
Clean, wash and finely chop the peppers. Clean, wash and finely chop the tomatoes. Clean and finely chop the onion. Clean and macerate the garlic.
Put the sweet corn flour in a bowl. Salt it.
Put a saucepan over a flame with the oil, the chili, the onion, the garlic, the tomatoes, the cumin, and salt, and let it begin to fry. Add the meat and let it brown. Pour the flour and mix everything, leave the composition on the candle for a few minutes until it loses the liquid without drying. Another way to make this typical Cuban dish is not to put it on the fire and add the spices naturally.
Take a corn husk and make a container where you can put the flour, cover it with another husk and tie it with a string or strips made with the husks themselves as my grandparents taught me. Repeat the operation until you get 10 or 12 tamales.
Heat an uncovered pot with enough salt and water and when it comes to a boil, add the tamales. Cover the pot and leave it on the fire for 30 minutes. Take out the tamales. Serve hot. The “itch or no itch” is to the consumer’s taste.
NOTE: This dish, the “Ayaca” and its recipe are similar but the corn dough is wrapped in banana leaves. Another variant is the tamale in a pot where the dough is cooked in a pot or cauldron and served directly on the plates without wrapping it in leaves.
Bon Appetite!.
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THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.