ROSA CARMINA “SU MAJESTAD LA RUMBA” EN LA EDAD DE ORO DEL CINE MEXICANO. PHOTOS.
La llamada Época de Oro del cine mexicano es un periodo en la historia del cine de ese país en la que, por diversas circunstancias, se convirtió en el centro de las películas comerciales de Latinoamérica y de habla hispana. Esta era del cine en México comenzó en 1936, con el estreno de “Allá en el Rancho Grande”, y culminó en 1956.
Precisamente en este periodo glorioso del Cine Mexicano surgieron en nuestras pantallas grande cinco artistas que han sido consideradas las reinas de las peliculas llamadas de rumberas. Ellas son: María Antonieta Pons, Meche Barba, Amalia Aguilar, Ninón Sevilla y Rosa Carmina. Las cinco triunfaron en el cine mexicano de las décadas del 40 y el 50. El periodista Fernando Muñoz Castillo en un libro que escribió en 1993 las llamó “Las reinas del Trópico”. Cuatro de ellas nacieron en Cuba.
ROSA CARMINA EN EL CINE DE RUMBERAS…
Rosa Carmina Riverón Jiménez fue nacida en La Habana, Cuba el 19 de noviembre de 1929 (edad hoy 93 años) y es una actriz y bailarina cubano-mexicana.
Fue descubierta en Cuba por el cineasta español Juan Orol, e hizo su debut en el cine mexicano en la película de Orol Una mujer de Oriente en 1946. Rápidamente alcanzó gran popularidad en México gracias a su talento, porte y estatura poco convencional (siendo muy alta para una actriz de la época). Durante varios años formó parte del equipo de filmación de Juan Orol en sus mejores películas de gángsters. Además, Rosa Carmina fue una de las principales estrellas de la película Rumberas de la Época de Oro del cine mexicano en las décadas de 1940 y 1950.
En su polifacética carrera, Rosa Carmina ha trabajado en diversos géneros cinematográficos, así como en teatro y televisión. En las décadas de 1980 y 1990 apareció en algunas telenovelas mexicanas. También se la conoce con el nombre de Su Majestad La Rumba.
En 1946 el célebre productor, director y actor de cine español Juan Orol se divorcia de la rumbera cubana María Antonieta Pons, poniendo fin a su colaboración fílmica en el Cine Mexicano. Orol luego viajó a Cuba en busca de una nueva estrella para sus películas. Lanzó un concurso en La Habana al que asistieron unas quinientas niñas (entre las concursantes estaban las futuras estrellas Ninón Sevilla y Mary Esquivel). No pudo encontrar una actriz para interpretar el personaje de una espía japonesa en la película Una mujer del este, por lo que decidió regresar a México. Sin embargo, Orol recibió inesperadamente una llamada de Enrique Brión, su agente en Cuba. Brion había venido por invitación a la fiesta de graduación de Juanita Riverón, hermana de Rosa, donde escuchó cantar a Rosa Carmina. Brion le contó a Orol sobre su descubrimiento. Al encontrarse con Rosa al día siguiente, Orol afirmó haber sentido una gran emoción y pensó: Ella es la Mujer del Este.
Orol se enamoró de Rosa y le ofreció un contrato para protagonizar tres películas en México. Inicialmente rechazó la oferta, pero finalmente Orol la convenció. Rosa decidió viajar con él a México acompañada de su familia. Juan Orol le enseñó sus mejores pasos de baile. Más tarde, envió a buscar coreógrafos de África. Rosa Carmina también tomó clases de actuación en el taller del maestro Seki Sano.
SU CARRERA CON JUAN OROL…
Rosa Carmina inició su carrera artística en el Cine Mexicano protagonizando la película Una mujer de Oriente (1946), dirigida por Juan Orol. Rosa había firmado un contrato para filmar dos películas más con Orol. Su segundo proyecto fue Tania, the Beautiful Wild Girl (1947). Su tercera película realizada con Orol fue Gangster’s Kingdom (1947). Tanto esta película como su secuela, Gangsters Versus Cowboys (1948), ahora se consideran películas de culto en el género cinematográfico Gangster y tienen un lugar importante en varias filmotecas de todo el mundo. En ambas películas Rosa Carmina interpreta a la femme fatale, objeto del conflicto entre los personajes masculinos de la historia, situación que contribuye a encumbrarla como uno de los símbolos sexuales más representativos del cine mexicano de la época.
En algunas películas de Orol, la actriz se interpretó a sí misma. Para cerrar la década de 1940, Rosa Carmina rodó dos películas más con Orol: Amor salvaje (1949) (polémica película basada en un cuento de José G. Cruz, que hablaba de un conflicto amoroso entre un joven y su propio tío) y Cabaret Shangai (1950). El éxito de Rosa Carmina en el cine aumenta debido a su versatilidad, pronto demostró ser toda una vedette, pues no solo demostró talento para el baile sino también para el canto y la actuación. En 1951, Rosa Carmina filma la trilogía Percal, que constaba de tres películas: El infierno de los pobres, Mujeres perdición y Hombres sin alma. Esta trilogía se basó en una popular historieta original de José G. Cruz. El éxito de la revista cómica en la audiencia fue superado por la versión cinematográfica.
A pesar de ser prácticamente estrella exclusiva de Orol films y su productora (España Sono Films), le da la oportunidad de filmar con otras productoras. Tras sus colaboraciones fílmicas con Producciones Rosas Priego y CLASA Films Mundiales, Rosa Carmina se reincorpora al equipo de Orol con La diosa de Tahití (1953). En 1954, Juan Orol produce y dirige en Cuba Sandra, la mujer de fuego (1954). La película fue uno de los éxitos de taquilla más importantes y memorables de Rosa Carmina y Orol. Rosa Carmina continuó sus colaboraciones fílmicas junto a Juan Orol en tres películas más: Crime Syndicate (1954), Bajo la influencia del miedo (1955) y Secretaria peligrosa (1955). En total, entre 1946 y 1955, el mítico Orol la dirigió en dieciséis películas. A pesar del peculiar estilo de cine de Juan Orol, estas películas ayudan a enriquecer el mito de Rosa Carmina y le otorgan el título indiscutible de Reina de los Gangsters del cine negro mexicano.
ROSA CARMINA CON OTROS CINEASTAS…
En 1950, Rosa rodó con la productora Producciones Rosas Priego. En este estudio, Rosa Carmina tuvo la oportunidad de realizar películas dramáticas con tramas muy diversas: filmó películas como Traicionera (1950), con Fernando fernández; En carne y hueso (1951), con Rubén Rojo; Damas Especialistas (1952), con Rafael Baledón; Voyager (1952), de nuevo con Fernández, y La segunda mujer (1954), con Antonio Aguilar, entre otras. Rosa Carmina también fue considerada originalmente para protagonizar la película Un extraño en la escalera, dirigida por el cineasta Tulio Demicheli, al lado de Arturo de Córdova. Sin embargo, Rosa rechazó el proyecto para unirse a un nuevo proyecto cinematográfico con Orol. Luego fue reemplazada por Silvia Pinal.
A mediados de la década de 1950, el cine de Rumberas experimentó un declive. Al igual que otros exponentes del género, Rosa Carmina realizó menos producciones en este género. En 1956 filmó la coproducción hispano-mexicana Ámame con música (1956), dirigida por Ignacio Iquino. La película fue un gran éxito en el mercado español, convirtiendo a Carmina en una de las pocas estrellas mexicanas en lograr el éxito en España. A partir de este momento, Rosa Carmina interpreta números musicales solo esporádicamente en sus películas.
En 1956, Rosa Carmina recibió una oferta para hacer una película en Francia con la actriz Viviane Romance, pero como la película contendría escenas lésbicas, Juan Orol le recomendó que rechazara el proyecto. En 1959 protagonizó la película Mis secretarias privadas, junto al actor cubano-estadounidense César Romero.
A fines de la década de 1950 y durante la de 1960, Rosa Carmina incursionó en otros géneros cinematográficos. La carrera de Carmina se destaca por su versatilidad para trabajar en diferentes géneros manteniendo el mismo éxito de público. Pocas actrices del cine mexicano pudieron hacer esto. Formó parte de la era de las películas de Luchador por su participación en películas como The Last Fight (1959) y The White Shadow (1964). También incursionó en los géneros cinematográficos de fantasía y terror en películas como The Cobra Mystery (1959), Infernal Face (1963) y Macabre Footprint (1963). En 1974, Rosa Carmina se reunió por última vez con Juan Orol en la película México de noche, donde hicieron su última aparición Sandra y la serie de personajes creados por Orol para sus películas clásicas. En 1975, Rosa apareció en la película Bellezas de noche, que introdujo la comedia sexual mexicana que floreció entre las décadas de 1970 y 1980 en el cine mexicano.
En 1976 protagonizó una exitosa temporada musical en el Teatro Blanquita de la Ciudad de México, junto al comediante Adalberto Martínez y la rumbera cubana Amalia Aguilar.
A principios de la década de 1990, Rosa Carmina protagonizó un espectáculo llamado Rumba, poesía y canción, que entretejía las canciones de sus películas con la poesía y la danza cubanas. Mil funciones se realizaron en el Teatro Esperanza Iris de la Ciudad de México, coincidiendo con el 45 aniversario de la carrera de Rosa Carmina, con el patrocinio del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, la Secretaría de Educación Pública y León Alazraki Riverón.
LA PRESENCIA DE ROSA CARMNA EN LA TELEVISION…
Rosa Carmina ha tenido una presencia muy selectiva en la televisión mexicana. Fue una de las primeras figuras en presentar un programa musical en la televisión mexicana. Al final de su carrera cinematográfica, Rosa debutó en las telenovelas mexicanas en 1984, en la telenovela La pasión de Isabela (1984). Probablemente sus trabajos más memorables en este medio sean las telenovelas Juana Iris (1985) y Muchachita (1986), donde interpretó personajes especiales escritos especialmente para ella por el escritor Ricardo Rentería. En 1992 participó en la telenovela María Mercedes (1992), la primera de la exitosa trilogía de telenovelas conocida como La Trilogía de las Marías, protagonizada por la cantante Thalía. Interpretó un personaje secundario y obtuvo su papel gracias a su amistad con el escritor de telenovelas Carlos Romero. Este es, hasta la fecha, su último trabajo profesional como actriz.
Rosa Carmina inicialmente fue considerada para formar parte del elenco de la telenovela “Marimar”. Sin embargo, Carmina rechazó el proyecto y fue reemplazada por Ana Luisa Peluffo.
SU VIDA PERSONAL.
Rosa Carmina ha estado casada varias veces. Su primer marido, Francisco Morales Llanes, fue militar y jefe de la “inteligencia” en Cuba durante la Segunda Guerra Mundial. Después se casó con Juan Orol. Su tercer marido fue Ramón de Flórez. En su cuarto y quinto matrimonio, contrajo matrimonio con empresarios de origen español y libanés, respectivamente. Actualmente ella reside en España.
Carmina también actuó en arenas, estadios, cabaret, teatros públicos y clubes nocturnos de Centro y Sudamérica, lo que logró un éxito significativo en una época en que la televisión aún no era considerada un medio masivo. Su incursión en el teatro en México se dio poco después de su llegada al país y tras el éxito de la película Tania, la bella salvaje. Juan Orol organizó una gira por todo el país para Rosa Carmina, donde la presentó en directo al público. Eventualmente, Rosa ingresó a una revista musical presentada en el Teatro Tivoli de la Ciudad de México, donde compartió escenarios con figuras como Libertad Lamarque, Rosita Fornés y Los Panchos.
En sus shows de música en vivo, Rosa Carmina no se limitó a la interpretación de bailes caribeños, pues experimentó con otros géneros musicales como el Rock and roll. Para desarrollar estos nuevos ritmos contó con el apoyo del coreógrafo dominicano Julio Solano, bailarín de Broadway y ex integrante de la Katherine Dunham Company.
FILMOGRAFIA…
Seleccion de Presentaciones
Mis secretarios privados (1961)
La gallina de los huevos de oro (1960)
¿Cuánto vale tu hijo? (1961)
Cara infernal (1963)
La huella macabra (1963)
La sombra blanca (1963)
México de noche (1974)
El Capitán Pantoja y los Servicios Especiales (1974)
Bellezas de noche (1975)
Rastro de la muerte (1981)
Este y el otro con billete único (1983)
Teatro de locuras (1983)
EN TELEVISION…
La pasión de Isabela (1984)
Juana iris (1985)
Muchachita (1986)
Morir para vivir (1986)
Simplemente María (1988)
La Hora Marcada (1990)
Mi pequeña Soledad (1990)
María Mercedes (1992)
ROSA CARMINA “HIS MAJESTY LA RUMBA” IN THE GOLDEN AGE OF MEXICAN CINEMA. PHOTOS.
The so-called Golden Age of Mexican cinema is a period in the history of that country’s cinema in which, due to various circumstances, it became the center of commercial Latin American and Spanish-speaking films. This era of cinema in Mexico began in 1936, with the premiere of “Allá en el Rancho Grande”, and culminated in 1956.
Precisely in this glorious period of Mexican Cinema, five artists emerged on our big screens who have been considered the queens of the so-called rumberas movies. They are: María Antonieta Pons, Meche Barba, Amalia Aguilar, Ninón Sevilla and Rosa Carmina. The five triumphed in the Mexican cinema of the 40s and 50s. The journalist Fernando Muñoz Castillo in a book he wrote in 1993 called them “Las reinas del Trópico”. Four of them were born in Cuba.
ROSA CARMINA IN THE CINEMA OF RUMBERAS…
Rosa Carmina Riverón Jiménez was born in Havana, Cuba on November 19, 1929 (age today 93 years old) and is a Cuban-Mexican actress and dancer.
She was discovered in Cuba by Spanish filmmaker Juan Orol, and made her Mexican film debut in Orol’s film Una mujer de Oriente in 1946. She quickly achieved great popularity in Mexico thanks to her unconventional talent, bearing, and stature (being very high for an actress of the time). For several years she was part of Juan Orol’s film crew in his best gangster movies. In addition, she Rosa Carmina was one of the main stars of the film Rumberas from the Golden Age of Mexican cinema in the 1940s and 1950s.
In her multifaceted career, Rosa Carmina has worked in various film genres, as well as in theater and television. In the 1980s and 1990s she appeared in a few Mexican soap operas. She is also known by the name of La Majestad de ella La Rumba de ella.
In 1946 the famous Spanish film producer, director and actor Juan Orol divorced the Cuban rumbera María Antonieta Pons, ending his film collaboration in the Mexican Cinema. Orol then traveled to Cuba in search of a new star for his films. He launched a pageant in Havana that was attended by some five hundred girls (among the contestants were future stars Ninón Sevilla and Mary Esquivel). She couldn’t find an actress to play the character of a Japanese spy in the movie A Woman from the East, so she decided to return to Mexico. However, Orol unexpectedly received a call from Enrique Brión, his agent in Cuba. Brion had come by invitation to the graduation party of Juanita Riverón, Rosa’s sister, where he heard Rosa Carmina sing. Brion told Orol about her discovery. Meeting Rosa the next day, Orol claimed to have felt great emotion and thought: She is the Woman of the East.
Orol fell in love with Rosa and offered her a contract to star in three movies in Mexico. She initially turned down her offer, but was finally convinced by Orol. Rosa decided to travel with him to Mexico accompanied by her family. Juan Orol taught her the best dance steps of hers. Later, he sent for choreographers from Africa. Rosa Carmina also took acting classes in the workshop of the teacher Seki Sano.
HER CAREER WITH JUAN OROL…
Rosa Carmina began her artistic career in the Mexican Cinema starring in the film Una mujer de Oriente (1946), directed by Juan Orol. Rosa had signed a contract to film two more movies with Orol. Her second project was Tania, the Beautiful Wild Girl (1947). Her third film made with Orol was Gangster’s Kingdom (1947). Both this film and its sequel, Gangsters Versus Cowboys (1948), are now considered cult films in the Gangster film genre and have a significant place in various film libraries around the world. In both films, Rosa Carmina plays the femme fatale, the object of the conflict between the male characters in the story, a situation that contributes to elevate her as one of the most representative sexual symbols of Mexican cinema of the time.
In some Orol films, the actress played herself. To close the 1940s, Rosa Carmina made two more films with Orol: Wild Love (1949) (a controversial film based on a story by José G. Cruz, which spoke of a love conflict between a young man and his own uncle) and Cabaret Shanghai (1950). Rosa Carmina’s success in the cinema increases due to her versatility, she soon proved to be quite a star, as she not only demonstrated talent for dancing but also for singing and acting. In 1951, Rosa Carmina filmed the Percal trilogy, which consisted of three films: Poor People’s Hell, Perdition Women and Soulless Men. This trilogy was based on a popular original comic by José G. Cruz. The success of the comic magazine in the audience was surpassed by the film version.
Despite being practically the exclusive star of Orol films and her production company (Spain Sono Films), she gives him the opportunity to film with other production companies. After her film collaborations with Producciones Rosas Priego and CLASA Films Mundiales, Rosa Carmina rejoins Orol’s team with La Diosa de Tahití (1953). In 1954, Juan Orol produced and directed in Cuba Sandra, the woman of fire (1954). The film was one of Rosa Carmina y Orol’s most important and memorable box office successes. Rosa Carmina continued her film collaborations with Juan Orol in three more films: Crime Syndicate (1954), Under the influence of fear (1955) and Dangerous Secretary (1955). In total, between 1946 and 1955, the legendary Orol directed her in sixteen films. Despite Juan Orol’s peculiar film style, these films help to enrich the myth of Rosa Carmina and give her the undisputed title of Queen of the Gangsters of Mexican film noir.
ROSA CARMINA WITH OTHER FILMMAKERS…
In 1950, Rosa filmed with the production company Producciones Rosas Priego. In this studio, Rosa Carmina had the opportunity to make dramatic films with very diverse plots: she filmed films such as Traicionera (1950), with Fernando Fernández; In flesh and blood (1951), with Rubén Rojo; Ladies Specialists (1952), with Rafael Baledón; Voyager (1952), again with Fernández, and The Second Woman (1954), with Antonio Aguilar, among others. Rosa Carmina was also originally considered to star in the film A Stranger on the Staircase, directed by filmmaker Tulio Demicheli, alongside Arturo de Córdova. However, Ella Rosa turned down the project to join a new film project with Orol. She was later replaced by Silvia Pinal.
In the mid-1950s, Rumberas cinema experienced a decline. Like other exponents of the genre, Rosa Carmina made fewer productions in this genre. In 1956 she filmed the Spanish-Mexican co-production Ámame con música (1956), directed by Ignacio Iquino. The film was a great success in the Spanish market, making Carmina one of the few Mexican stars to achieve success in Spain. From this moment on, Rosa Carmina performs musical numbers only sporadically in her films.
In 1956, Rosa Carmina received an offer to make a film in France with the actress Viviane Romance, but since the film would contain lesbian scenes, Juan Orol recommended that she reject the project. In 1959 she starred in the film My Private Secretaries, along with Cuban-American actor César Romero.
At the end of the 1950s and during the 1960s, Rosa Carmina ventured into other film genres. Carmina’s career stands out for her versatility to work in different genres while maintaining the same public success. Few actresses in Mexican cinema could do this. She was part of the era of Luchador films through her participation in films such as The Last Fight (1959) and The White Shadow (1964). She also dabbled in the fantasy and horror film genres in such films as The Cobra Mystery (1959), Infernal Face (1963), and Macabre Footprint (1963). In 1974, Rosa Carmina met Juan Orol for the last time in the film México de noche, where Sandra and the series of characters created by Orol for her classic films made her last appearance. In 1975, Rosa appeared in the film Bellezas de noche, which introduced the Mexican sex comedy that flourished between the 1970s and 1980s in Mexican cinema.
In 1976 she starred in a successful musical season at the Teatro Blanquita in Mexico City, together with comedian Adalberto Martínez and Cuban rumbera Amalia Aguilar.
In the early 1990s, Rosa Carmina starred in a show called Rumba, poetry and song, which interwoven the songs from her films with Cuban poetry and dance. A thousand performances were held at the Esperanza Iris Theater in Mexico City, coinciding with the 45th anniversary of Rosa Carmina’s career, sponsored by the National Council for Culture and the Arts, the Ministry of Public Education and León Alazraki Riverón.
THE PRESENCE OF ROSA CARMNA ON TELEVISION…
Rosa Carmina has had a very selective presence on Mexican television. She was one of the first figures to present a musical program on Mexican television. At the end of her film career, Rosa made her debut in Mexican soap operas in 1984, in the soap opera La pasión de Isabela (1984). Probably her most memorable works in this medium are the telenovelas Juana Iris (1985) and Muchachita (1986), where she played special characters written especially for her by the writer Ricardo Rentería. In 1992 she participated in the telenovela María Mercedes (1992), the first of the successful trilogy of telenovelas known as La Trilogía de las Marías, starring the singer Thalía. She played a supporting character and got the role of hers thanks to her friendship with telenovela writer Carlos Romero. This is, to date, her last professional work as an actress.
Rosa Carmina was initially considered to be part of the cast of the telenovela “Marimar”. However, Carmina rejected the project and was replaced by Ana Luisa Peluffo.
HER PERSONAL LIFE
Rosa Carmina has been married several times. Her first husband, Francisco Morales Llanes, was a military man and head of “intelligence” in Cuba during World War II. She later married Juan Orol. Her third husband was Ramón de Flórez. In her fourth and fifth marriage, she married businessmen of Spanish and Lebanese origin, respectively. Currently she resides in Spain.
Carmina also performed in arenas, stadiums, cabaret, public theaters, and nightclubs in Central and South America, achieving significant success at a time when television was not yet considered a mass medium. Her foray into the theater in Mexico occurred shortly after her arrival in the country and after the success of the film Tania, the beautiful savage. Juan Orol organized a tour throughout the country for Rosa Carmina, where he presented her live to the public. Eventually, Rosa she entered a musical revue presented at the Tivoli Theater in Mexico City, where she shared the stage with figures such as Libertad Lamarque, Rosita Fornés and Los Panchos.
In her live music shows, Rosa Carmina did not limit herself to the interpretation of Caribbean dances, as she experimented with other musical genres such as Rock and roll. To develop these new rhythms, she had the support of the Dominican choreographer Julio Solano, a Broadway dancer and former member of the Katherine Dunham Company.
(READ ROSA CARMINA FILMOGRAPHI IN THE SPANISH SECTION ABOVE)….
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