LA FUENTE DE LA INDIA, INSERTADA EN LA HABANA VIEJA, PATRIMONIO MUNDIAL DE LA UNESCO. PHOTOS
La Fuente de la India es una fuente erigida como monumento en el extremo sur del Paseo del Prado, a unos 100 m al sur de El Capitolio, entre las calles Monte y Dragones. La figura representa a la india “Habana” en cuyo honor se nombró a La Habana.
Las arquitectónicas Fuentes, son un importante elemento de la fisonomía de la capital habanera, y que están diseminadas en parques, plazas y plazoletas cobran vida frente a los visitantes y hoy escasos turistas que se detienen a contemplarlas.
En perfecta mezcla de estilos arquitectónicos y testimonio del tiempo estas construcciones dan fe de figuras históricas, sucesos y personajes que, como la Fuente de la India, más conocida como Fuente de la Noble Habana, simbolizan nuestra ciudad.
La obra, de estilo neoclásico, en la intersección del conocido Paseo del Prado y la Calzada de Monte se alza en una glorieta ubicada entre el Capitolio Nacional y el Hotel Saratoga, y fue esculpida en mármol blanco de Carrara por el arquitecto italiano Guiseppe Gaginni bajo el mandato del Conde de Villanueva y develada en 1837.
Esta fuente representa una esplendorosa mujer indígena, adornada con una corona de plumas de águila, sentada en su trono, rodeado por cuatro delfines, cuyas lenguas son fuentes que echan agua sobre unas enormes conchas que forman su base. Con sus manos agarra un escudo que lleva el blasón de la ciudad, y una cesta, en forma de cuerno de la abundancia, repleta de frutas criollas.
La escultura ha devenido inspiración a diversos poetas, y también ha aparecido en varios cuentos de fantasía. Cuenta una leyenda que en la noche anterior a la inauguración de la fuente sopló en la ciudad un viento tan fuerte que tumbó varios árboles y algunas viviendas resultaron derrumbadas; sin embargo, la tela que cubría la estatua tan siquiera se movió.
Pero, más allá de ritos o historias prevalece lo hermoso de la leyenda tejida de una época que marcó en las fuentes citadinas la cura de la sed, los sofocos y lo maravilloso de sus aguas para refrescarse de la cotidianidad.
MONUMENTO QUE HA SERVIDO DE INSPIRACIÓN
Según el poeta Ángel Augier, La India, representa a La Habana, la que durante 150 años ha sido inspiración de poetas como Gabriel de la Concepción Valdés (Plácido) que vivió entre 1809 y 1894 y que le dedicó su poema “A la fuente de la India Habana”. En 1860, José María Heredia y Girard (1842-1905), primo de José María Heredia y Heredia, le dedicó “A la Fontaine de la India”, poema original en francés y Emilio Ballagas (1908-1954), escribió 90 años más tarde el soneto “Fuente Colonial”.
El complejo escultórico se distingue de otras urbes, cuya principal función se reduce al suministro de agua para las actividades de limpieza, aseo, consumo humano y animal, en La Habana, desde su fundación, las fuentes cumplieron una misión especialmente ornamental que embellece el escenario que la rodea.
Puede contarse también que las más relevantes fuentes capitalinas fueron construidas en los siglos XIX y XX, por la expansión de la ciudad hacia el “Reparto Las Murallas” y “La Habana Nueva”, su extensión hacia el oeste.
El agua que surtía las primitivas fuentes provenía de la Zanja Real, terminada por el ingeniero italiano Juan Bautista Antonelli en el siglo XVI, que partía desde la represa del Husillo —actualmente, en el Parque Metropolitano de La Habana—, donde estaba la toma de agua que corría a través de los barrios de Puentes Grandes, Cerro, Príncipe, por las actuales calles Zanja y Dragones, para bifurcarse allí en dos ramales: uno que terminaba en el Callejón del Chorro, en las cercanías de la Plaza de la Catedral y otro en el muelle de Luz.
La Fuente de la India o la Noble Habana, insertada en la Habana Vieja, Patrimonio Mundial de la UNESCO, se aprecia por todos los que vivimos o transitamos por esa parte de la Ciudad Maravilla que aún se niega a caer por el abandono de un sistema agotado en nuestra bella república de Cuba.
THE FOUNTAIN OF INDIA, INSERTED IN THE OLD HAVANA, WORLD HERITAGE OF UNESCO. PHOTOS
The Fuente de la India is a fountain erected as a monument at the southern end of Paseo del Prado, about 100 m south of El Capitolio, between Monte and Dragones streets. The figure represents the Indian “Havana” in whose honor Havana was named.
The architectural Fountains, which are an important element of the physiognomy of the Havana capital, and are scattered in parks, squares and small squares, come alive in front of the visitors and today few tourists stop to contemplate them.
In a perfect mix of architectural styles and testimony of time, these constructions attest to historical figures, events and characters that, like the Fuente de la India, better known as the Fuente de la Noble Habana, symbolize our city.
The work, in neoclassical style, at the intersection of the well-known Paseo del Prado and Calzada de Monte stands in a roundabout located between the National Capitol and the Saratoga Hotel, and was sculpted in white Carrara marble by the Italian architect Giuseppe Gaginni under the mandate of the Count of Villanueva and unveiled in 1837.
This fountain represents a splendid indigenous woman, adorned with a crown of eagle feathers, sitting on her throne, surrounded by four dolphins, whose tongues are fountains that pour water over huge shells that form the base of it. With her hands she grabs a shield that bears the coat of arms of the city, and a basket, in the shape of a cornucopia, full of Creole fruits.
The sculpture has become an inspiration to various poets, and has also appeared in various fantasy tales. Legend has it that the night before the fountain was inaugurated, a wind blew so strong in the city that it knocked down several trees and some houses were collapsed; however, the cloth that covered the statue did not even move.
But, beyond rites or stories, the beauty of the woven legend of an era that marked the cure of thirst, hot flashes and the wonder of its waters to cool off from everyday life prevails.
MONUMENT THAT HAS SERVED AS INSPIRATION
According to the poet Ángel Augier, La India represents Havana, which for 150 years has been the inspiration for poets such as Gabriel de la Concepción Valdés (Plácido) who lived between 1809 and 1894 and who dedicated his poem “A la fuente de la India Habana” to it. In 1860, José María Heredia y Girard (1842-1905), cousin of José María Heredia y Heredia, dedicated “A la Fontaine de la India” to him, an original poem in French and Emilio Ballagas (1908-1954), wrote the sonnet “Fuente Colonial” 90 years later.
The sculptural complex stands out from other cities, whose main function is reduced to supplying water for cleaning, grooming, human and animal consumption activities. In Havana, since its foundation, the fountains fulfilled a particularly ornamental mission that beautifies the scenery that surrounds it.
It can also be said that the most relevant fountains in the capital were built in the 19th and 20th centuries, due to the expansion of the city towards “Reparto Las Murallas” and “La Habana Nueva”, its extension to the west.
The water that supplied the primitive fountains came from the Zanja Real, completed by the Italian engineer Juan Bautista Antonelli in the 16th century, which started from the Husillo dam —currently, in the Parque Metropolitano de La Habana—, where the water intake was that ran through the neighborhoods of Puentes Grandes, Cerro, Príncipe, through the current Zanja and Dragones streets, to fork into two branches there: one that ended in the Callejón del Cho rro, in the vicinity of the Plaza de la Catedral and another on the dock of Luz.
The Fountain of India or Noble Havana, inserted in Old Havana, a UNESCO World Heritage Site, is appreciated by all of us who live in or pass through a part of the Wonder City that refuses to fall due to the abandonment of an exhausted system in our beautiful republic of Cuba.
Agencies/ Wiki/ RadioHabana/ Guadalupe Yaujar/ Extractos/ Excerpts/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.