RECORDANDO A CUBA: LA HABANA, EL PARQUE CENTRAL Y LA MANZANA DE GÓMEZ. PHOTOS
La Habana es una ciudad impactante donde se pueden encontrar incontables lugares que llaman la atención, tanto por su carácter histórico, monumental o simplemente por su belleza y majestuosidad. Una ciudad de medio milenio de existencia y asentada en un lugar bendecido por la naturaleza y el clima sin duda tiene mucho que ofrecer, tanto en lo antiguo como en lo moderno, en lo simple como en lo solemne. Y uno de esos atractivos es el Paseo de Martí o Paseo del Prado, como lo conocemos.
El Paseo comienza en el Malecón, en la explanada y Castillo de la Punta en la misma entrada de la bahía de La Habana y frente al emblemático Castillo del Morro y termina en la calzada de Monte con la emblemática Fuente de la India, tras atravesar íconos habaneros como el Parque Central, el Capitolio Nacional y sus jardines y el Parque de la Fraternidad y decenas de otras curiosidades que es imprescindible repasar.
En la primera mitad del siglo XIX se colocó en una de las plazoletas existentes frente a la puerta de tierra de la muralla, la imagen de Isabel II, justamente en lo que hoy es el Parque Central. Más tarde, para los festejos del 20 de mayo de 1902, el alcalde de la ciudad compró al gobierno de Estados Unidos una estatua de calamina fundida que representaba la Libertad, pero esta fue derribada por el ciclón del 10 de octubre de 1903. Y el momento definitorio para este espacio público lo constituye la colocación en su centro de la estatua del Apóstol José Martí, cuando el escultor cubano José Vilalta de Saavedra, ganador del concurso convocado, la ejecutó en su estudio en Roma, en mármol blanco de Carrara. La estatua fue develada el 24 de febrero de 1905, en ceremonia que encabezaron el propio Máximo Gómez y el entonces presidente Tomás Estrada Palma.
Y es precisamente lo que se consideraba el centro de La Habana, la plaza más importante durante mucho tiempo: El Parque Central, el que está en una de las esquinas de Prado y Neptuno y es un punto de referencia de la capital, por el que crucé a diario.
LA MANZANA DE GOMEZ
Ningún edificio resume mejor la historia contemporánea de La Habana que la conocida como Manzana de Gómez. Este inmueble, rodeado de un soportal público corrido, con cuatro esquinas achaflanadas y dos galerías interiores que lo cruzan en diagonal. La Avenida de Bélgica (todos la conocen como Monserrate), Ignacio Agramonte (todo el mundo la conoce como Zulueta), la calle Neptuno, y lo que sería la prolongación de la calle Obispo o el comienzo de la calle San Rafael, enmarcan a este histórico inmueble.
La Manzana de Gómez ha sido, a la vez, protagonista y testigo de la vida habanera, de su grandeza y su miseria, de todos los avatares registrados en los últimos 120 años, que han sido numerosos y muy trascendentales. Con su estilo neoclásico, es un caso muy particular en la historia de la arquitectura cubana, ya que fue, desde su origen, destinado a actividades comerciales, recreativas y administrativas.
Los cubanos decimos que la de Gómez es la manzana más famosa del mundo: ni la Gran Manzana (Big Apple: como se denomina a la ciudad de New York), ni la de Newton ni la de Guillermo Tell y ni siquiera la famosa empresa tecnológica Apple con su logo de una manzana mordida, se acercan a la importancia que ésta ha tenido en su historia para los cubanos.
La Manzana de Gómez era como una ciudad dentro de la parte más vieja de la ciudad, un cuerpo de edificio que desde el siglo XIX albergó a bufetes de abogados, oficinas consulares, comercios y oficinas, y estuvo y sigue estando enclavada en una de las zonas más visitadas por cubanos y visitantes extranjeros.
La revolución cubana, que lo revolucionó todo, la mayoría para mal, destruyó, poco a poco, la Manzana de Gómez. Medio siglo sin mantenimiento ni reparaciones nos muestran que solamente una construcción sólida, como la Manzana, podría resistir sin derrumbarse completamente.
Inevitablemente, casi antes de derrumbarse, se decidió reformar el lugar y construir un hotel. El Gran Hotel Manzana Kempinski La Habana, ha sido el primer cinco estrellas plus de Cuba. Se hace difícil, aunque el marketing lo exija, identificar ese lugar como Manzana Kempinski, así que seguramente dejará de ser para muchos la Manzana de Gómez pero lo que siempre quedará será “la Manzana”, aquella por la que yo transitaba casi todos los días y que tenía negocios de todo tipo y al alcance de todos los bolsillos.
REMEMBERING CUBA: HAVANA, THE CENTRAL PARK AND LA MANZANA DE GÓMEZ. PHOTOS
Havana is a striking city where you can find countless places that attract attention, both for their historical, monumental character or simply for their beauty and majesty. A city that has existed for half a millennium and is located in a place blessed by nature and climate, undoubtedly has a lot to offer, both ancient and modern, simple and solemn. And one of those attractions is Paseo de Martí or Paseo del Prado, as we know it.
The Walk begins on the Malecón, on the esplanade and Castillo de la Punta at the very entrance to the bay of Havana and in front of the emblematic Castillo del Morro and ends on the Monte road with the emblematic Fuente de la India, after passing through icons Havana such as the Central Park, the National Capitol and its gardens and the Parque de la Fraternidad and dozens of other curiosities that are essential to review.
In the first half of the 19th century, the image of Isabel II was placed in one of the existing squares in front of the land gate of the wall, precisely in what is today the Central Park. Later, for the celebrations of May 20, 1902, the mayor of the city bought a cast calamine statue representing Liberty from the United States government, but it was toppled by the cyclone of October 10, 1903. And the The defining moment for this public space is the placement in its center of the statue of the Apostle José Martí, when the Cuban sculptor José Vilalta de Saavedra, winner of the contest called, executed it in his studio in Rome, in white Carrara marble. The statue was unveiled on February 24, 1905, in a ceremony led by Máximo Gómez himself and the then president Tomás Estrada Palma.
And it is precisely what was considered the center of Havana, the most important square for a long time: The Central Park, which is on one of the corners of Prado and Neptuno and is a landmark of the capital, through which I crossed daily.
LA MANZANA DE GÓMEZ
No building better summarizes the contemporary history of Havana than the one known as Manzana de Gómez. This property, surrounded by a continuous public arcade, with four chamfered corners and two interior galleries that cross it diagonally. Avenida de Belgium (everyone knows it as Monserrate), Ignacio Agramonte (everyone knows it as Zulueta), Neptuno Street, and what would be the extension of Obispo Street or the beginning of San Rafael Street, frame this historic property.
La Manzana de Gómez has been, at the same time, the protagonist and witness of Havana life, of its greatness and its misery, of all the vicissitudes recorded in the last 120 years, which have been numerous and very transcendental. With its neoclassical style, it is a very particular case in the history of Cuban architecture, since it was, from its origin, intended for commercial, recreational and administrative activities.
We Cubans say that Gómez’s is the most famous apple in the world: not the Big Apple (as the city of New York is called), not Newton’s, not William Tell’s, and not even the famous technology company. Apple with its logo of a bitten apple, comes close to the importance that it has had in its history for Cubans.
La Manzana de Gómez was like a city within the oldest part of the city, a body of building that since the 19th century housed law firms, consular offices, shops and offices, and was and continues to be located in one of the areas most visited by Cubans and foreign visitors.
The Cuban revolution, which revolutionized everything, mostly for the worse, destroyed, little by little, the Gómez Block. Half a century without maintenance or repairs shows us that only a solid construction, like the Block, could resist without completely collapsing.
Inevitably, almost before collapsing, it was decided to renovate the place and build a hotel. The Gran Hotel Manzana Kempinski La Habana has been the first five plus stars in Cuba. It is difficult, even though marketing demands it, to identify that place as the Kempinski Block, so it will surely cease to be the Gómez Block for many, but what will always remain will be “the Block”, the one through which I passed almost every day. and that it had businesses of all kinds and within reach of all budgets.
Agencies/ Wiki/ NostalgiaCubanas/ Carlos Rodríguez Búa/ Extractos/ Excerpts/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.