DE AQUEL “CHARRASQUEADO” que vivió en la Habana y NO en la Hacienda de la Flor Mexicana. * ABOUT the “CHARRASQUEADO” who lived in Havana and Not in the Hacienda de la Flor Mexicana. PHOTOS.

AQUEL “CHARRASQUEADO” QUE VIVIÓ EN LA HABANA Y NO EN LA HACIENDA DE LA FLOR MEXICANA. PHOTOS.

VOY a contarles no de un conocido corrido mexicano ya famoso alreadedor del mundo, sino de un personaje cubano que vivió allá por los años 50 del ya pasado siglo 1900 y que tambien apodaban “el Charrasqueado”.

De éste Charrasqueado que vivió por mucho tiempo en la Habana y del cual no conozco su nombre de pila, sólo sabemos que como aquel ranchero enamorado, se hacia llamar El Charrasqueado; deambulaba por las calles de la Habana llevando de parranda permanente su insania. Vestía un atuendo que más que un charro mexicano, parecería un Cowboy tejano vestido de domingo. Pero él se sentía orgulloso y se mostraba como un charro mexicano, y así vivió siempre, con esta idea fija propia de un vesánico.

PERSONAJES CUBANOS DEL CLUB DE LOS NOCTAMBULOS.

Lo cierto es, que El Charrasqueado de la Habana formaba parte de un grupo de personajes muy populares que andaban y desandaban las calles de esta ciudad capital de la cálida Isla de Cuba, pero que tenían como referencia común su relación con Bigote de Gato. Concurrían al muy nombrado Club de los Noctámbulos que regenteaba el muy ilustre asturiano Carlos Manuel Pérez y Rodríguez, quien promocionaba su Bar y Club con un letrero a la entrada que decía: “Conozca a Cuba primero, y visite a Bigote de Gato después; un pedacito de nuestra madre patria con todos sus productos, una palmera cubana con todas sus costumbres”.

Allí iban a este singular Bar-Club en la calle Teniente Rey 308, un grupo de personajes entre los que se contaban: El Caballero de Paris, y claro esta nuestro Juan Charrasqueado. Además de otros habituales y nada cuerdos contertulios. El destacado articulista Jay Martínez los ha calificado con acertadas palabras como: Los locos más cuerdos de Cuba.

No me puedo imagina un Bar, donde en la noche convergían por igual cuerdos y no cuerdos, borrachos y curiosos; y hasta un conocido y controversial personaje como lo fue el boricua Daniel Santos, para entre cantos, juerga y libaciones etílicas, conformar un ambiente regenteado por el siempre presente Bigote de Gato quien habiendo ganado el campeonato de cacharros (autos viejos) también llegó a ser el Presidente del Tribunal de los Locos, un popular programa de la televisión que como deben de suponer, los actores eran sus propios amigos del Club de los Noctámbulos.

QUE FUE DE EL CHARRASQUEADO HABANERO?

No sabemos nada del personaje de Juan Charrasqueado, alguien que reside por Texas y lo conoció me asegura que era muy amable y de buena presencia, no dado a molestar a los demás. Si es cierto que tenía una idea fija con eso de que era Juan Charrasqueado como el del corrido, valiente y arriesgado en el amor, que a las mujeres más bonitas se llevaba. En realidad este Juan Charrasqueado, sólo llevaba sus pobrezas y delirios en una ciudad donde la noche siempre se cambiaba en luces y sueños.

No me imagino tampoco un Bar donde las conversaciones tenían lugar entre Daniel Santos, bohemio y sí en realidad osado en el amor, Bigote de Gato, excéntrico y picaron; y los delirios del Caballero de Paris o del Juan Charrasqueado habanero que por allí andarán. Después de haber vivido más de medio siglo, buen parte de ese tiempo como médico, siempre me pregunto donde empieza la insania y donde termina la cordura.

Cuando llegó el año 1980, Juan Charrasqueado como muchas personas que fueron sacados o no de la cárcel o de las calles, fueron a parar a Miami en lo que se conoció como el puente marítimo del Mariel. Fidel Castro aprovechó aquella coyuntura para limpiar las cárceles cubanas de peligrosos delincuentes y asesinos en lo que constituyó la mayor limpieza social que haya protagonizado un gobierno en la historia. También aprovechó para incluir buena parte de las personas con problemas mentales, en ésta categoría estaba Juan Charrasqueado, que también salió por el Mariel para un Exilio del cual no tenia ni idea. “Cuídate Juan que por ahí te andan buscando…, y de seguro que te van solo a embarcar”.

Juan Charrasqueado, el de la Habana, fue embarcado sin pasaje de regreso para Miami, salió como muchos por el Puerto del Mariel. Nunca llegó a imaginar que de charro habanero llegaría a convertirse en exiliado miamense, pero así fue.

Me cuentan que lo veían andando por la conocida Calle Ocho de Miami, ya sin aliento para entonar alguna de sus canciones mexicanas, en silencio y triste, tal vez recordando la Habana que había dejado atrás con sus delirios y sueños. Pero que ahora era su ciudad perdida.

Hasta que lo vieron desparece un día tal vez sepultado en un cementerio de la ciudad o internado en algún hospicio. Desapareció en Miami en el mismo anonimato con que anduvo por las calles habaneras. Para él no hubo toque de campanas, ni rezos como si los tuvo el Juan Charrasqueado de la Hacienda de la Flor. Ni unas palabras de despedida de su viejo amigo Bigote de Gato que si quedó viviendo en la Habana; porque tal vez con el Comunismo se acordó que era cuerdo y bien cuerdo, que para los tiempos que se vivían era lo mejor.


ABOUT THE “CHARRASQUEADO” WHO LIVED IN HAVANA AND NOT IN THE HACIENDA DE LA FLOR MEXICANA. PHOTOS.

I’m going to tell you not about a well-known Mexican corrido already famous around the world, but about a Cuban character who lived back in the 1950s and who was also nicknamed “el Charrasqueado.”



Of this Charrasqueado who lived for a long time in Havana and whose first name I do not know, we only know that like that rancher in love with him, he called himself El Charrasqueado; He wandered the streets of Havana carrying his insanity on a permanent spree. He was wearing an outfit that, more than a Mexican charro, would look like a Texan cowboy dressed for Sunday. But he felt proud and showed himself like a Mexican charro, and that’s how he always lived, with this fixed idea typical of a madman.

CUBAN CHARACTERS FROM THE NIGHTWALL CLUB.

The truth is that El Charrasqueado de la Habana was part of a group of very popular characters who walked and retraced the streets of this capital city of the warm Island of Cuba, but who had as a common reference his relationship with Bigote de Gato. . They attended the well-known Night Owl Club run by the very illustrious Asturian Carlos Manuel Pérez y Rodríguez, who promoted his Bar and Club with a sign at the entrance that said: “Get to know Cuba first, and visit Bigote de Gato afterwards; “a little piece of our motherland with all its products, a Cuban palm tree with all its customs.”

There they went to this unique Bar-Club on 308 Teniente Rey Street, a group of characters among which were: El Caballero de Paris, and of course our Juan Charrasqueado. In addition to other regular and not at all sane members. The prominent columnist Jay Martínez has described them with apt words such as: The sanest crazy people in Cuba.

I can’t imagine a bar, where sane and non-sane, drunk and curious alike converged at night; and even a well-known and controversial character such as the Puerto Rican Daniel Santos, to between songs, revelry and alcoholic libations, create an environment run by the ever-present Bigote de Gato who, having won the championship of pots (old cars) also became the President of the Court of Insane, a popular television show whose actors, as you might imagine, were his own friends from the Night Owl Club.

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