BENNY MORE “El Barbaro del Ritmo” y sus Triunfos en México. PHOTOS. * BENNY MORE “The Barbaro of Rhythm” and his Triumphs in México. PHOTOS.

BENNY MORE “EL BARBARO DEL RITMO” Y SUS TRIUNFOS EN MEXICO. PHOTOS.

Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez más conocido como Benny Moré fue un cantante, director de banda y compositor cubano. Por su fluida voz de tenor y su gran expresividad, fue conocido indistintamente como “El Bárbaro del Ritmo” y “El Sonero Mayor”. Moré era un maestro del soneo – el arte de la improvisación vocal en el son cubano – y muchas de sus melodías se desarrollaron de esta manera. A menudo participó en controversias (duelos vocales) con otros cantantes, entre ellos Cheo Marquetti y Joseíto Fernández.

Además de son cubano, Moré fue un cantante popular de guarachas, cha cha cha, mambo, son montuno y boleros.

SUS TRIUNFOS EN MEXICO.

Fué en México donde el cantante más popular que ha tenido Cuba Benny Moré inicio su carrera discografica como solista. Alli con el respaldo de importantes orquestas, que cimentaron su fama, y tambien apareció en por lo menos siete filmes de la llamada época de oro del cine mexicano.

Allí nacería su hija Virginia, fruto de su matrimonio con la mexicana Margarita Juana Bocanegra, una enfermera que se desempeñaba como secretaria del médico cantante Alfonso Ortiz Tirado.

Más importante resulta decir que es en México donde Moré incorpora gestos y estereotipos propios del personaje del Pachuco chicano, utilizados por notables actores como Resorte y Tin Tan, y a los que el cubano, una vez en la Isla, agrega el bastón y el sombrero que lo caracterizara. Algo más. Es en México donde Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez adopta el nombre artístico con que se haría famoso: Benny. Benny Moré.

Vestía casi siempre con unas chaquetas que se alargaban hasta más abajo de la mitad del muslo y unos pantalones de los conocidos como bataholas, sujetos por tirantes, que comenzaban algo más arriba de la cintura. Un hombre penetrado por el ritmo melódico que interpretaba su orquesta, a la que dirigía con una serie de movimientos únicos que iban desde la suave contracción del brazo hasta una violenta patada contra el piso.

COMIENZA ALLÍ SU CARRERA ARTISTICA.

El 21 de junio de 1945 hace, como parte del Conjunto que acompañaban los Matamoros, su primer viaje a México. No demora Bartolo (Benny) en ganarse al público. Los admiradores lo asedian y lo siguen por salones de baile y cabarés. En algún momento de este periplo Bartolomé Maximiliano, conocido por Bartolo, adopta el nombre más llevadero de Benny, porque el suyo es imposible y Bartolo no funciona. Así se les llama a los burros en México.

Matamoros regresa a Cuba, pero Benny se queda. Canta con el respaldo de la orquesta de Arturo Núñez. También con la del mexicano Ángel Flores —«El chino Flores»—. Los clubes Anáhuac, Fénix e Ixtacalco son los escenarios de sus éxitos. En 1947 lo ficha la RCA-Víctor de México y ahí comienza su carrera discográfica como solista.

Con el conjunto del tresero y contrabajista cubano Humberto Cané, hijo del fundador de la Sonora Matancera, populariza números como ‘Yiriyiribón’ y ‘Mambeando’. De ese año son también sus grabaciones de Puntillita, Hasta cuándo y ¡Cómo gozo!, entre otras. En estas Benny muestra ya, dice el musicógrafo Raúl Martínez, «su estilo único de sonear, improvisando y montándose casi encima del coro, como solo él sabía hacerlo».

Integra el dúo ‘Fantasma’ con el mexicano Lalo Montané y el acompañamiento del saxofonista cubano Mariano Mercerón, y graba para la Víctor las guarachas ‘Parece que va a llover’ y ‘Me voy pal’ pueblo’. Precisa Raúl Martínez: «Esto le sirvió para abrir brecha en el ambiente frívolo de los espectáculos musicales nocturnos, tan al gusto bohemio de nuestro Benny, y ser acompañado posteriormente por otras agrupaciones prestigiosas como las de los mexicanos Rafael de Paz y Chucho Rodríguez. Con esas daría a conocer sus primeras composiciones: ‘Desdichado’ (bolero), ‘Rumberos de ayer’ (guaguancó), ‘Bonito y sabroso’ (mambo) y ‘Dolor carabalí’ (afro)».

Tiene Benny Moré 25 años de edad y está en plena madurez artística. La crítica lo ubica al lado de Kike Mendive, Lalo Montané, Tony Camargo, Toño Jiménez y Bernardo Montesino. Entre ellos y Benny existieron algunas influencias recíprocas, y es cierto que el cubano adquirió elementos del canto y el baile de salón urbano del México de aquellos tiempos, escribe el ya mencionado Martínez.

Su carrera se consolida en 1948, cuando Dámaso Pérez Prado lo invita a grabar con su orquesta. Hace unas 30 grabaciones. Lo convoca el cine. Con Ninón Sevilla, rumbera cubana avecindada en México, trabaja en ‘Carita de cielo’ (1946) y junto a Meche Barba aparece en ‘Fuego en la carne’ (1949). ‘Novia a la medida’ (1949) y ‘Quinto patio’ (1951) son otros de los filmes en los que participa.

Hombre abierto a la risa, ocurrente, con la mano extendida siempre hacia amigos y enemigos, frecuenta y goza del cariño de grandes figuras del país que lo acoge. Miguel Aceves Mejía, que fue testigo de su boda mexicana, Toña la Negra, Tongolele, Emilio Tuero, Pedro Vargas… son sus amigos. También María Antonieta Pons, Rosa Carmina, Amalia Aguiar, la ya mencionada Ninón Sevilla. A las Dolly Sisters, pareja de baile, dedica una de sus obras, Locas por el mambo, que llegaría a gozar de una popularidad enorme. Comparte escena con orquestas tan destacadas como las de los maestros Luis Arcaraz, Juan García Esquivel, Juan S. Garrido, Mario Ruiz Armengol y José Sabre Marroquín. De su quehacer fueron testigos los teatros Margo, Blanquita, Iris, Prado y Lírico y los más renombrados centros nocturnos. Su presencia era habitual en la programación de poderosas radioemisoras, y sus discos, con el sello de la Víctor, se vendían por montones no solo en México, sino además en Venezuela, Panamá, Colombia, Brasil, Puerto Rico y, desde luego, Cuba.

Escribe Raúl Martínez: «El ambiente cosmopolita de la vida nocturna mexicana y sus artistas y músicos influyó profundamente en la personalidad del Benny; su faena diaria con cantantes, bailarines, actores de variedades y de cabarés, de manera directa o indirecta, y, en especial, el contacto con los novedosos conceptos musicales de su paisano Dámaso Pérez Prado, habían tocado sensiblemente al sonero, quien, muy pronto, asimiló esos modernos criterios de la armonía y de la orquestación que procedían de las agrupaciones de tipo jazz band norteamericanas; aunque por supuesto todo ello filtrado y recreado con un lenguaje melódico y rítmico a lo cubano, respaldado por la brillante sonoridad de una verdadera banda en la que sobresalían los saxofones, las trompetas y una excelente batería de instrumentos de percusión cubana».

BENNY REGRESA A CUBA

En 1950 regresa a Cuba Benny Moré. La nostalgia por familiares y amigos, el deseo de estar de nuevo en lo suyo y de trabajar para su pueblo, lo traen de vuelta. Firma contrato con la Cadena Oriental de Radio, y hace una gira artística por el este de la Isla y el público no quiere creer que aquel hombre flaco, desgarbado, sin dientes es Benny Moré. Y es que Pérez Prado ha recorrido los mismos escenarios con un cantante a quien hizo pasar por el Benny y ya el público no sabe quién es el verdadero.

Ya en La Habana, entra por la puerta ancha de las radioemisoras. En la RHC Cadena Azul consigue un éxito fenomenal y Radio Progreso lo contrata para que cubra la hora estelar en su programación diaria.

En 1953 —después de haber cantado con las mejores orquestas cubanas del momento— decide fundar la suya, la Banda Gigante, «La tribu», como él la llamaba, conformada por 21 músicos, que conjugó e instrumentó con paciencia y trabajo. Y con esta, en 1954, dio comienzo a una carrera vertiginosa que junto a las malas noches y el alcohol terminaron por pasarle la cuenta a los 44 años de edad.

BENNY MORE “EL BARBARO OF RHYTHM” AND HIS TRIUMPHS IN MEXICO. PHOTOS.

Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez, better known as Benny Moré, was a Cuban singer, bandleader and composer. Due to his fluid tenor voice and his great expressiveness, he was known interchangeably as “El Bárbaro del Ritmo” and “El Sonero Mayor”. Moré was a master of soneo – the art of vocal improvisation in Cuban son – and many of his melodies were developed this way. He often participated in controversies (vocal duels) with other singers, including Cheo Marquetti and Joseíto Fernández.

In addition to son Cuban, Moré was a popular singer of guarachas, cha cha cha, mambo, son montuno and boleros.

HIS TRIUMPHS IN MEXICO.

It was in Mexico where the most popular singer Cuba has ever had, Benny Moré, began his recording career as a solo artist. There with the support of important orchestras, which cemented his fame, and he also appeared in at least seven films from the so-called golden age of Mexican cinema.

His daughter Virginia would be born there, the result of her marriage to the Mexican Margarita Juana Bocanegra, a nurse who worked as secretary of the singing doctor Alfonso Ortiz Tirado.

It is more important to say that it is in Mexico where Moré incorporates gestures and stereotypes typical of the Chicano Pachuco character, used by notable actors such as Resorte and Tin Tan, and to which the Cuban, once on the Island, adds the cane and the hat that would characterize it. Anything else. It is in Mexico where Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez adopts the stage name with which he would become famous: Benny. Benny More.

He almost always dressed in jackets that lengthened below mid-thigh and pants known as bataholas, held by suspenders, that began slightly above the waist. A man penetrated by the melodic rhythm played by his orchestra, which he directed with a series of unique movements that ranged from the gentle contraction of the arm to a violent kick against the floor.

HE BEGINS HIS ARTISTIC CAREER

On June 21, 1945 he made, as part of the group that the Matamoros accompanied, his first trip to Mexico. It doesn’t take long for Bartolo (Benny) to win over the public. Admirers besiege him and follow him through dance halls and cabarets. At some point during this journey, Bartolomé Maximiliano, known as Bartolo, adopts the more bearable name of Benny, because his is impossible and Bartolo doesn’t work. That’s what donkeys are called in Mexico.

Matamoros returns to Cuba, but Benny stays. He sings with the backing of the Arturo Núñez orchestra. Also with that of the Mexican Ángel Flores —«El Chino Flores»—. The Anáhuac, Fénix and Ixtacalco clubs are the scenes of his successes. In 1947 he was signed by RCA-Víctor of Mexico and his recording career as a soloist began there.

Agencies/ Wiki/ Lecturas/ Ciro Bianchi/ Extractos/ Excerpts/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com

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