GARRIDO Y PIÑEIRO: Los Recordados y Siempre “Ases de la Risa” Cubanos. PHOTOS.

GARRIDO Y PIÑEIRO. LOS RECORDADOS Y SIEMPRE “ASES DE LA RISA” CUBANOS. PHOTOS.

Alberto Garrido. Actor, comediante cómico y bailarín cubano que se destacó en la primera mitad del siglo XX, conocido popularmente como ‘Chicharito’ nace el 7 de agosto de 1909 en La Habana, hijo del actor Alberto Garrido y de Chelín Beltrán. Formó pareja con el también actor Federico Piñeiro (Sopeira), los llamados Ases de la risa, triunfadores en la radio y más tarde en la televisión, donde actuaron en Unión Radio Televisión, patrocinados por la Cerveza Hatuey a la 1.00 antes de Codazos y en Televisión Nacional.

Federico Piñeiro, nacido en Santa Clara, provincia central de Cuba, el 3 de octubre de 1903 no sólo era un actor de indudable “bis” cómica, sino un avispado empresario. El éxito radial, teatral y cinematográfico de su famoso dueto con Alberto Garrido, el falso negrito, le permitió no solo ser propietario de algunos cines en la ciudad de La Habana, sino ser el fundador y dueño de su propia empresa de producción. El empresario Piñeiro, funda en 1940 la Producciones P.I.C.A., que filma en el propio año “Yo soy el héroe”. En esta película, la única producida por la naciente empresa, la dirección estuvo en manos del cubano Ernesto Caparrós, que también participó en la producción.

“CHICHARITO Y SOPEIRA”.

“Chicharito y Sopeira”, personajes creados por Antonio Castells, sirvieron durante esa época para hacer crítica social y era el reflejo de la crónica diaria de la actualidad nacional, haciendo especial sátira a dos sectores de la sociedad cubana, los negros y los emigrantes gallegos.

Sobre las cualidades de Garrido, expresó Enrique Núñez Rodríguez;

“Sin embargo, el más completo de todos, a mi juicio, fue Alberto Garrido, Chicharito, que en la radio Nacional y en el Teatro Martí constituyó con Federico Piñero, El gallego, la pareja más famosa de todos los tiempos”.

“Garrido, fruto legítimo del teatro, era hijo de un “negrito”. Según los que vieron actuar a su hijo, lo superó ampliamente. Bailaba con una gracia insuperable. Y no sólo tumba. En una obra que escribí para él, en la que hacía de torero, tenía que interpretar a un bailarín flamenco. Lo hacía con tal gracia que tenía que repetir el baile siete u ocho veces. Yo no había visto nunca a un bailarín flamenco. Años después, ya fallecido Garrido, nos visitó Antonio Gades. Lo vi bailar con Alicia Alonso, y sólo entonces, salvando las distancias, supe la clase de bailarín que era Garrido. Como torero, con el traje de luces, manejaba con elegancia digna de Silverio Pérez, la capota roja de las famosas faenas. Y cantando parodias estremecía el teatro”.

“En una obra que escribí para el Teatro Martí demoré su salida a escena con toda intención. No salía hasta el tercer cuadro. El respetable se impacientaba”. “La trama avanzaba sin él. De pronto, de entre cajas, escuchó su voz, cantando: “Se acabaron los guapos en Yateras”. Fue el acabose. Más de quince minutos de aplausos, con el escenario vacío, hasta que el jefe de escena le ordenó salir a saludar y proseguir con la obra. Fueron dieciocho minutos más de aplausos ininterrumpidos. Quizás no será un récord Guinness, pero confieso que nunca he visto nada parecido”.

“En la radio, Garrido, que leía con mucha dificultad, solía saltarse los renglones y decir lo que le correspondía a Piñero. El Gallego, sin inmutarse, decía: “Eso mismo digo yo… eso mismo digo yo…”, y repetía la frase que a él le correspondía. De ese modo Garrido volvía a incorporarse al libreto”.

LAS IMPROVISACIONES DE GARRIDO

“Las improvisaciones o morcillas de Garrido fueron famosas. Es clásica su narración de las inundaciones provocadas por un ciclón que azotó La Habana”.

“Antonio Castells, el creador de Chicharito y Sopeira le había inventado una familia cuyos personajes aparecían en la narración de Garrido. Ninguno respondía a un intérprete. Sólo se hablaba de ellos en la trama. En aquellas inundaciones, Garrido narraba cómo su cuarto se llenó de agua, y él sacó a Monguito, su hijo, para salvarlo de morir ahogado. Se extendió en una simpática descripción de las peripecias en que se vio envuelto durante el paso del ciclón. En un momento determinado Piñero, que lo escuchaba atentamente, le preguntó: “Tú no traías a Monguito cargado, qué hiciste con él?” Garrido, que se había olvidado totalmente de su hijo, le respondió: “Se me había olvidado contarte que por la corriente de agua pasó un tibor flotando, monté a Monguito en el tibor y fue a parar a Luyanó a casa de Goya, su mamá, que estaba pasándose el día en casa de mi suegra”.

Chicharito y Sopeira, conocidos también como Alberto Garrido y Federico Piñeiro o también como “negrito” y “gallego” sirvieron durante muchos años para hacer crítica social de la época y crónica diaria de la actualidad nacional, haciendo especial mofa de dos sectores de la sociedad cubana, los negros y los emigrantes gallegos (españoles), estos últimos, huyendo de una España en la grave crisis económica de la postguerra, acudían a Cuba en busca de fortuna.

Ambos eran extraordinarios cómicos, Chicharito más simpático que Sopeira, éste mejor actor que Chicharito. Actuaban a veces junto a “mulata” constituyendo el plato fuerte de toda representación de teatro bufo de la época. Chicharito, “negrito”, era un personaje poco amigo del trabajo, empeñado en estafar o al menos manipular a su favor. Sopeira, “gallego” era menos amigo de bromas, más lento de pensamiento, generalmente más responsable, pero igual de pobre. Nació en Santa Clara, provincia central de Cuba en 1903, por tanto era un falso gallego, que a sus dotes de excelente actor unió las de empresario. Se convirtió en propietario de varios cines, creó su propia empresa de producción P.I.C.A. llegando a rodar la película “Yo soy el héroe” (1940). En la segunda película donde actuaron Alberto Garrido y Federico Piñeiro, “Mi tía de América”, lo hicieron por separado, sin formar el dúo “negrito” y “gallego”, pero su fama era tal que tan solo su aparición en los créditos de la película aseguraba su éxito.

GARRIDO Y PIÑEIRO EN EL CINE

Es interesante aclarar que la pareja Garrido y Piñeiro no siempre aparecían en la pantalla como tal. En “Mi tía de América” , segundo filme donde actúan ambos, no constituía la conocida agrupación de “negrito y gallego”, sino que actuaban como tales pero de manera separada. En realidad, no necesitaban integrarla para ser reconocidos como “Chicharito y Sopeira”. Era tal la fama de ambos actores que su sola mención en los créditos era asumida como garantía de comicidad y, por tanto, de público. Hoy en día, más de cuarenta años después, los cubanos que peinan canas todavía sonríen ante la sola mención de sus nombres. Esta fama se cimentó, entre otras cosas, por los brevísimos “sketches” que ambos filmaron para la cerveza “Polar” con el director y productor Manolo Alonso. El carácter promocional de tales materiales permitía una fácil distribución de los mismos por todos los cines de la Isla y, por supuesto, afianzaba aún más la fama de ambos actores.

Alberto Garrido “Chicharito” Falleció el 28 de octubre de 1963 en Miami, La Florida, Estados Unidos.

Federico Pineiro “Sopeira” falleció tambien en Miami, Florida el 2 de Noviembre de 1961.

Agencies/ Wiki/ ChicharitoySopeira/ Extractos/ Excerpts/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
LA HISTORIA DE CUBA/ THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.

TheCubanHistory.com Comments

comments