– LOS MANGOS de Cuba, un fruto muy preciado en la Isla. El Caney y La Leyenda. PHOTOS. * THE MANGOES of Cuba, a sweet Fruit very valued on the Island. El Caney and the Legend. PHOTOS.

LOS MANGOS DE CUBA, UN DULCE FRUTO MUY PRECIADO EN LA ISLA. EL CANEY Y LA LEYENDA PHOTOS.

Santiago de Cuba, en la provincia de Oriente cuenta con algunos de los mejores mangos del país, si no del mundo.

Los mangos, especialmente “los bizcochuelos” se apropian de las tierras de El Caney, poblado cercano a la oriental ciudad de Santiago de Cuba, y aunque no es una fruta autóctona la Mayor de las Antillas los hizo suyos.

El mango, original de la India, es la fruta nacional de ese país, donde se cultiva desde tiempos inmemoriales y es muy venerado. De igual manera constituye fruta nacional de Pakistan y Filipinas, además de ser el árbol nacional de Bangladesh.

En la India el mango es muy venerado. Es por ello que se le considera una transformación de “Prajapati, Señor de las Criaturas”, deidad que preside la procreación. En la cultura occidental esta fruta también está vinculada a mitos y leyendas. Tal es el caso de Cuba y sus mangos.


LA LEYENDA DE LOS MANGOS CUBANOS

Según cuenta la leyenda, en el año 1902 vivía en aquel lugar el marino español José Burgos quien un día decidió viajar a República Dominicana porque allá vivía su exesposa y su hija. La pequeña solo tenía dos años y el padre, deseoso de compartir con ella, le pidió permiso a la madre para que lo dejara llevársela a pasear un rato. La mujer accedió a la petición.

Fue así como la niña vino a parar a Cuba, pues Burgos jamás la devolvió a su hogar. Aquel paseo fue solo el pretexto para secuestrarla y traerla a vivir al mayor archipiélago de las Antillas.

De las tristezas de la pequeña se habla poco en la leyenda. Quizás el nuevo territorio le causaba curiosidad y ánimos para vivirlo, o tal vez fue un cambio radical que la afectó sentimentalmente… Lo cierto es que la niña fue una de las protagonistas de esta historia, debido a que su madre, al salir de la casa, le echó en una bolsa dos mangos por si el horario de la merienda la sorprendía en la calle. Y como su hija nunca más regresó a República Dominicana, las semillas de la fruta germinaron en las fértiles tierras de El Caney, donde José Burgos tenía un conuco de su propiedad donde los plantó en su granja en Zacatecas, un pueblo cerca de El Caney.

Además, según otras fuentes, el productor e investigador de mango Rodolfo Borges, que vive en la finca ‘La Dolorita’ en Zacatecas, afirma que el mango de ‘Bizcochuelo’ fue traído de Santo Domingo por su familia a principios del siglo XX y las semillas plantadas en El Caney, donde aún se puede encontrar el árbol de mango más antiguo de esta variedad en Cuba, que tiene más de 100 años. Segun, citando fuentes periodisticas, Borges (pariente de José Burgos) aseguró que la niña secuestrada llevaba por nombre Constancia, era su tía-abuela y nunca desmintió la leyenda de la cual fue protagonista.

EL RICO MANGO CUBANO DE BIZCOCHUELO.

Según cuentan, los primeros frutos se dieron en el año 1905 y cinco años después ya tenían cierta fama. De hecho, muchos productores iban hasta allí sólo para adquirir las semillas de la dulcísima fruta. De acuerdo con los historiadores que han investigado al respecto, en 1918 una científica norteamericana, especialista en suelos, llegó hasta El Caney para comprobar todo lo que se decía sobre la región, conocida también como el Paraíso de las frutas tropicales. Al probar los mangos los comparó con bizcochos y desde entonces, aquella especie se conoce como “Bizcochuelo”.

Un árbol perenne resistente que puede vivir por más de 100 años, el árbol del Bizcochuelo puede alcanzar una altura de hasta 20 m., es de mediano o grande, ovalado o en forma de corazón, pesa 230-402 gramos y tiene carne jugosa, pero no excesivamente jugosa. La carne es de color amarillo dorado, muy dulce pero no enfermiza, y es aromática, por lo que es excelente tanto para la mesa como para elaborar productos procesados, especialmente tajadas y mermeladas. La piel no adquiere un color rojo intenso al madurar y, cuando está madura, la fruta adquiere un color amarillo fino, sutil y siempre apetitoso.

Los cultivos en esta tierra del Caney cerca de Santiago de Cuba aumentaron mucho su fama gracias a una canción escrita por Félix B. Caignet y popularizada por el Trío Matamoros: “…Frutas, quien quiere comprarme frutas, cosechadas en las lomas del Caney. Dulces como miel…”

De acuerdo con los historiadores que han investigado al respecto, en 1918 una científica norteamericana, especialista en suelos, llegó hasta El Caney para comprobar todo lo que se decía sobre la región, conocida también como el Paraíso de las frutas tropicales. Al probar los mangos los comparó con bizcochos y desde entonces, aquella especie se conoce como “Bizcochuelo”.

Además, la fama creció cuando el escritor cubano Félix B. Caignet, creador de la radionovela El derecho de nacer, inmortalizó en un pregón que dio la vuelta al mundo en la voz del Trío Matamoros, primero, y luego de Compay Segundo: “Frutas, quién quiere comprarme frutas / Mangos, de mamey y bizcochuelo/ Piñas, piñas dulces como azúcar /Cosechadas en las lomas del Caney”….

Por si fuera poco al reconocimiento popular de que goza en el gusto del cubano , existe cierto enigma en esa comarca que parece perturbar a especialistas que estudian el comportamiento anual de los suelos de esa región oriental, sin llegar a conclusión válida alguna; y resulta que contando con iguales condiciones, ninguna otra zona del país cosecha frutos comparables a los de El Caney, aunque las semillas provengan de allí.

En la actualidad hay quien afirma la existencia todavía de una de las dos matas fundacionales, y por si fuera poco en la primavera de 2013 tras que las plantaciones fruteras de El Caney quedaran arruinadas por las ráfagas del huracán Sandy de gran intensidad que en octubre 2012 devastó la región santiaguera- ocurrió algo que nadie se explica: todavía de los troncos y las gruesas ramas brotaron los mangos y hubo una buena cosecha.

Sin dudas, el mango bizcochuelo que se da en El Caney es de una calidad superior a la del territorio originario y ocupa un sitio importante en el paladar del cubano.

THE MANGOES OF CUBA, EL CANEY, AND THE LEGEND, A SWEET FRUIT VERY VALUED ON THE ISLAND. PHOTOS.

Santiago de Cuba, in the province of Oriente has some of the best mangoes in the country, if not the world.

Mangos, especially “los bizcochuelos” (the bizcochuelos) have taken over the lands of El Caney, a town near the eastern city of Santiago de Cuba, and although it is not a native fruit, the Greater Antilles made them its own.

The mango, originally from India, is the national fruit of that country, where it has been cultivated since time immemorial and is highly revered. It is also the national fruit of Pakistan and the Philippines, as well as being the national tree of Bangladesh.

In India, the mango is highly revered. That is why it is considered a transformation of “Prajapati, Lord of Creatures”, a deity who presides over procreation. In Western culture, this fruit is also linked to myths and legends. Such is the case of Cuba and its mangoes.

THE LEGEND.

According to the legend, in 1902 the Spanish sailor José Burgos lived in that place and one day he decided to travel to the Dominican Republic because his ex-wife and daughter lived there. The little girl was only two years old and the father, eager to share with her, asked the mother for permission to let him take her for a walk. The woman agreed to the request.


This is how the girl came to Cuba, because Burgos never returned her to her home. That walk was just the pretext to kidnap her and bring her to live in the largest archipelago of the Antilles.

Little is said about the sadness of the legend. Maybe the new territory caused curiosity and encouragement to live it, or maybe it was a radical change that affected her sentimentally … The truth is that the girl was one of the protagonists of this story, because her mother, when leaving the house She put two mangoes in a bag in case the snack schedule surprised her on the street. And since his daughter never returned to the Dominican Republic, the seeds of the fruit germinated in the fertile lands of El Caney, where José Burgos had a conuco on his property where he planted them on his farm in Zacatecas, a town near El Caney.

In addition, according to other sources, mango producer and researcher Rodolfo Borges, who lives on the farm ‘La Dolorita’ in Zacatecas, says that the mango ‘Bizcochuelo’ was brought from Santo Domingo by his family at the beginning of the 20th century and the seeds planted in El Caney, where you can still find the oldest mango tree of this variety in Cuba, which is more than 100 years old. According to, citing journalistic sources, Borges (José Burgos’ relative) said that the kidnapped girl was called Constancia, she was her aunt-grandmother and she never denied the legend of which she was the protagonist.

THE RICO MANGO BIZCOCHUELO.
According to they tell, the first fruits occurred in the year 1905 and five years later already they had certain fame. In fact, many producers went there only to acquire the seeds of the sweetest fruit. According to historians who have researched in this regard, in 1918 an American scientist, specialist in soil, came to El Caney to check everything that was said about the region, also known as the Paradise of tropical fruits. When tasting the mangoes he compared them with biscuits and since then, that species is known as “Bizcochuelo”.

A hardy perennial tree that can live for more than 100 years, the Bizcochuelo tree can reach a height of up to 20 m, is medium or large, oval or heart-shaped, weighs 230-402 grams and has juicy flesh, but not overly juicy. The meat is golden yellow, very sweet but not sickly, and it is aromatic, so it is excellent both for the table and to elaborate processed products, especially slices and jams. The skin does not acquire an intense red color when ripe and, when it is ripe, the fruit acquires a fine yellow color, subtle and always appetizing.

The crops in this land of Caney near Santiago de Cuba greatly increased its fame thanks to a song written by Felix B. Caignet and popularized by the Matamoros Trio: “… Frutas, who wants to buy me fruits, harvested in the hills of Caney. Sweets like honey … ”

Agencies/ Wiki/ R.Habana/ Radio Enciclop/ Laura Barrera/ Various/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ TheCubanHistory.com
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