It is understandable that the Communists try to enhance the social over private property because that is the essence of their ideology.
However, it is also true that the manuals of Marxism say the practice is the criterion of truth.
Campesino cubano en plena faena. (Foto: Raquel Pérez)
Can the Cuban state continuing efforts to survive some state farms, but the stubborn reality shows that depict the most unproductive farm on the island, as reflected by official statistics themselves.
Practice tells us that after the distribution of land to peasants agriculture grew steadily to reach almost 10% in the first half of 2012. In the same period the state of potato harvest plummeted.
Agriculture Minister, Gustavo Rodriguez, justifies the losses starting as always for the climate continues to lack of organizational forecasting, plant problems, irrigation, to enlist the machinery, soil sampling and water, and training of workers.
Such a wealth of surprising foresight, disorganization and inefficiency when it comes to a ministry with over 1 million employees, moreover, by people who proclaim their adherence to the “planned economy” as an economic model.
Anyway, part of 11 000 tonnes of potatoes you can find it missing around all farmers markets. Course, have to pay much more to speculators that the hoard and resell it to the peasants that the sow.
But the Ministry of Agriculture is dedicated to “assess the causes of failure” and to analyze errors. It’s like the Civil Defense during hurricanes spend more time assessing the damage to protect citizens.
Even with such analyzes do not even understand what is happening. Publicly confess they do not understand why “some producers exceed 27 tons per hectare and other even reach the 15 with just one path among involved”.
For disclosure of such mysteries of Cuban agriculture would help give 3 steps: leave the office air conditioning, a little mud dirty shoes and, above all, closer to the farmers to hear what you think.
I remember Don Alejandro Robaina, one of the best producers of Cuba told me that there is a piece of land on his farm in which snuff is not given but government technicians always pressed him to sow it.
Each agronomist who insisted on cultivating came there and he explained to them that can not be “because my grandfather and my father had been tested.” He never managed to convince them but neither could force because the property was not owned but state.
A friend recalls that decades ago a group of Soviet agronomists saw the need to change the working methods of the farmers in Guantanamo, deep down with the plow and not letting the water run and miss.
Further studies claim that this action removed and pulled out the salt of the earth, with the aggravating circumstance that the water and could not drag because it was contained. If they had heard the peasant may now not have such serious problems of salinity in the region.
The peasant only going to give guidance, to impose prohibitions, prices and set you to take “administrative violators.” Interestingly no talk of sanctions against the leadership of the ministry was unable to run correctly.
But surely most Cubans agree with the Minister of Agriculture when he says that “no right to repeat the mistakes in the campaign mumps, still in need of greater integration in design and control.”
The trouble is that every year after the failure is pronounced like a slogan. True, there is no right to repeat mistakes when it comes to food people, but first they should believe it is the clerks who run the farmers.
Sources: CartasDesdeCuba / BBCuk / FernandoRavsberg / RaquelPerezPhoto / TheCubanHistory.com
CartasDesdeCubaMundo / The Cuban History / Arnoldo Varona, Publisher
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CARTAS DESDE CUBA (06/22/2012)
Es comprensible que los comunistas intenten potenciar la propiedad social sobre la privada dado que esa es la esencia de su ideología.
Sin embargo, no es menos cierto que los manuales de marxismo aseguran que la práctica es el criterio de la verdad.
Campesino cubano en plena faena. (Foto: Raquel Pérez)
Puede el Estado cubano seguir haciendo esfuerzos para que sobrevivan algunas granjas estatales, pero la terca realidad demuestra que representan el modelo agrícola más improductivo que hay en la isla, tal y como reflejan las propias estadísticas oficiales.
La práctica nos dice que tras el reparto de tierras a los campesinos la agricultura creció de forma sostenida hasta alcanzar casi un 10% en el primer semestre del 2012. En ese mismo periodo la cosecha estatal de papa cayó vertiginosamente.
El ministro de Agricultura, Gustavo Rodríguez, justifica las pérdidas empezando como siempre por el clima, sigue con la falta de previsión organizativa, problemas fitosanitarios, en el riego, al alistar la maquinaria, en el muestreo de suelos y agua, y en la capacitación de los trabajadores.
Sorprende semejante cúmulo de imprevisiones, desorganización e ineficiencia cuando se trata de un ministerio con más de 1 millón de empleados, dirigido además por personas que proclaman su adhesión a la “economía planificada” como modelo económico.
De todas formas, una parte de las 11 000 toneladas de papas desaparecidas la pueden encontrar en los alrededores de todos los agromercados. Eso sí, tendrán que pagar mucho más a los especuladores que la acaparan y revenden que a los guajiros que la sembraron.
Pero el Ministerio de la Agricultura se dedica a “evaluar las causas del incumplimiento” y a hacer análisis de los errores. Es como si la Defensa Civil durante los huracanes gastara más tiempo en evaluar los daños que en proteger a los ciudadanos.
Y aun con tanto análisis ni siquiera llegan a comprender lo que sucede. Confiesan públicamente que no entienden por qué “unos productores rebasen las 27 toneladas por hectárea y otros siquiera lleguen a las 15, con apenas una guardarraya de por medio”.
Para la revelación de semejantes misterios de la agricultura cubana les ayudaría dar 3 pasos: dejar el aire acondicionado de la oficina, ensuciarse un poco de fango los zapatos y, sobre todo, acercarse a los campesinos para oír lo que piensan.
Recuerdo que Don Alejandro Robaina -uno de los mejores productores de Cuba- me contaba que hay un pedazo de tierra en su finca en el que no se da el tabaco pero los técnicos del gobierno siempre lo presionaban para que lo sembrara.
Cada agrónomo que llegaba insistía en cultivar allí y él les explicaba que no se puede “porque ya mi abuelo y mi padre habían hecho la prueba”. Nunca logró convencerlos pero tampoco lo podían obligar porque la finca no era estatal sino de su propiedad.
Una amiga recuerda que hace décadas un grupo de agrónomos soviéticos consideraron que era necesario cambiar los métodos de trabajo de los campesinos de Guantánamo, profundizando más con el arado y evitando que el agua corra y se pierda.
Estudios posteriores afirman que esa acción removió y sacó la sal de la tierra, con el agravante de que ya el agua no podía arrastrarla porque estaba contenida. Si hubieran oído al guajiro tal vez ahora no tendrían tan graves problemas de salinidad en esa región.
Al campesino solo van a darle orientaciones, a imponerle prohibiciones, a fijarle precios y a adoptar “medidas administrativas con los incumplidores”. Curiosamente no hablan de sanciones a la jefatura del ministerio que fue incapaz de dirigir acertadamente.
Pero seguramente la mayoría de los cubanos están de acuerdo con el Ministro de la Agricultura cuando dice que “no hay derecho a repetir los errores en la campaña papera, todavía necesitada de una mayor integralidad en su concepción y control”.
Lo malo es que cada año tras los fracasos se pronuncia una consigna parecida. Es verdad, no hay derecho a repetir errores cuando se trata de la comida de la gente, pero los primeros que deberían creérselo son los oficinistas que dirigen a los campesinos.
Sources: CartasDesdeCuba/BBCuk/FernandoRavsberg/RaquelPerezPhoto/TheCubanHistory.com
CartasDesdeCubaMundo/The Cuban History/ Arnoldo Varona, Editor