RECOGNIZED WITH WOMEN NAMES ARE MANY STREETS OF HISTORICAL HAVANA.
Cubans, and in particular, Havana residents, have never spared mentioning their best wishes to their favorite places and very directly giving their streets the names of women or related, yes, the streets of Havana are filled with the names of women in our beautiful city. An old poet told me not long ago that these names that make reference to the beautiful sex are nothing but a gentle compliment that the knights of the town throw their wives, lovers, friends and walkers of occasion.
In fact, in our city there are numerous streets that are named after women such as Rita, Dolores, Paula, Santa Catalina, Carmen, Milagros, which, on occasion, have other official names, which causes possible disturbances in pedestrian and motor traffic. . Not long ago I saw a lady standing in the sun on Calle Ramón Pinto who, suddenly, began to ask redemptive cry where Concha was, and almost infarcted when they told him that he had arrived.
Of course, in the capital toponymy there is everything: certain arteries give desire to live with intensity, such as the so-called Esperanza, Luz, Sol, Gloria, Virtudes, Lealtad, Perseverancia, Santa Clara y Venus, while others, more opaque, are linked to the religious services -Encarnación and María Auxiliadora-. There are also landscape figures in the style of Estrella, Perla, Flores and La Rosa, which complement each other, despite belonging to different neighborhoods.
‘Remedios’ seems to want to alleviate all the fuss, ‘Soledad’ complains about the lack of human warmth and timely consolation, that of ‘Ladies’ insists on the necessary courtesy, that of ‘Guadalupe’ emphasizes our ties with the Mexican people, and that of ‘Gertrudis’ suggests Avellaneda, the prolific Cuban writer of the biblical drama Baltasar. The worst part of this story is taken by several teary passages for being an ‘Ursula’, an ‘Agustina’ or an ‘Ulacia’. And not to mention ‘Magnolia’ … a very lonely place.
‘Maloja’, although it seems feminine, is not very graceful either. This route originates in the Calzada de Monte, intercepts Águila, and extends to Ayestarán, in the Cerro municipality. Interestingly, it owes its name to the cadet Domingo del Cristo, who in the nineteenth century put a business there to sell maloja (corn fodder for the beasts), in order to take advantage of the frequent transit of the cavalry.
‘Amargura’, on the other hand, despite his unhappy mood, has an illustrious career. It begins in the Plaza de San Francisco and ends in the Plaza del Cristo, and has always been related to the Catholic liturgy. On Fridays of Lent, a Way of the Cross was coming out of the chapel of the Third Order of the Franciscans, advancing along that street to the church of Santo Cristo del Buen Viaje. As a reminder of these processions, in the residence of the Count of Lagunillas -current Chocolate Museum-, in Amargura and Mercaderes, one can still see one of the crosses that marked their stations.
Meanwhile, ‘Merced’, named after the neighboring church of Our Lady of Mercy, Cuba Street, shows us that the issues of heaven are not always at odds with the enjoyment of the people: on a site near the temple they reach celebrity Some dances organized by Jaralillo Brown at the Merced fairs. This musician then founded a dance academy that achieved great fame among the happy people of that time.
Despite all that has been said, no one will deny me that the greatest merits are “Alameda de Paula”, built in 1777 by the Marquis de la Torre, Captain General, by orders of Carlos III’s illustrated court. La Alameda, with two rows of poplars and some banks, is the first large promenade in the Cuban capital and occupies the site of the old rubbish dump Rincón, located next to the Havana bay.
Called Paula because of its neighborhood with the church of similar name, and surrounded by the years of sumptuous palaces, this Alameda is visited in the afternoons by the beautiful women who flee from the cage walls of Havana, and even today it is an inspiration to poets, musicians and sculptors from all backgrounds. Without forgetting the comedians who have done more than a prank on their ancient cobblestones.
NOMBRE DE MUJERES LLENAN LAS CALLES DE LA HISTÓRICA HABANA.
Los cubanos y en particular los habaneros nunca han escatimado en hacer mención de sus mejores galanteos a sus lugares preferidos y muy directamente dándole a sus calles los nombres de féminas o relacionadas, si, las calles de la Habana llenan con nombre de mujeres a muchas de sus favoritas avenidas en su bella ciudad. Un viejo poeta me comentó no hace mucho que estos apelativos que hacen alusión al bello sexo no son otra cosa que un gentil piropo que le lanzan los caballeros de la villa a sus esposas, amantes, amigas y caminantes de ocasión.
En realidad, en nuestra urbe hay numerosas rúas que llevan nombres de mujeres como Rita, Dolores, Paula, Santa Catalina, Carmen, Milagros, las cuales, en ocasiones, tienen otras denominaciones oficiales, lo que causa eventuales trastornos en el tránsito peatonal y automotor. No hace mucho vi a una señora parada bajo el sol en la calle Ramón Pinto que, de repente, empezó a preguntar a grito redentor dónde estaba Concha, y casi se infarta cuando le dijeron que ya había llegado.
Claro, en la toponimia capitalina hay de todo: ciertas arterias dan deseos de vivir con intensidad, como las denominadas Esperanza, Luz, Sol, Gloria, Virtudes, Lealtad, Perseverancia, Santa Clara y Venus, mientras que otras, más opacas, están ligadas a los oficios religiosos —Encarnación y María Auxiliadora—. Existen, además, figuraciones paisajísticas al estilo de Estrella, Perla, Flores y La Rosa, que se complementan, a pesar de pertenecer a barrios diferentes.
‘Remedios’ parece querer aliviarnos todos los requiebros, la de ‘Soledad’ reniega por la falta de calor humano y oportuno consuelo, la de ‘Damas’ insiste en la necesaria cortesía, la de ‘Guadalupe’ enfatiza nuestros vínculos con el pueblo mexicano, y la de ‘Gertrudis’ hace pensar en la Avellaneda, la prolífica escritora cubana del drama bíblico Baltasar. La peor parte de esta historia se la llevan varios pasajes llorosos por ser una ‘Úrsula’, una ‘Agustina’ o una ‘Ulacia’. Y ni hablar de ‘Magnolia’… un lugarejo bien solitario.
‘Maloja’, aunque parezca femenino, tampoco resulta muy agraciada. Esta vía se origina en la Calzada de Monte, intercepta a Águila, y se extiende hasta Ayestarán, en el municipio Cerro. Curiosamente, debe su nombre al cadete Domingo del Cristo, quien en el siglo diecinueve pone allí un negocio de venta de maloja (forraje de maíz para las bestias), con el fin de aprovechar el frecuente tránsito de la caballería.
‘Amargura’, por su parte, a pesar de su talante poco feliz, tiene una trayectoria ilustre. Empieza en la Plaza de San Francisco y termina en la del Cristo, y siempre ha estado emparentada con la liturgia católica. Los viernes de cuaresma salía de la capilla de la Orden Tercera de los franciscanos un Vía Crucis que avanzaba por dicha calle hasta la iglesia del Santo Cristo del Buen Viaje. Como recuerdo de estas procesiones, en la residencia del conde de Lagunillas —actual Museo del Chocolate—, en Amargura y Mercaderes, se puede ver aún una de las cruces que marcaban sus estaciones.
En tanto, ‘Merced’, llamada así por la vecina iglesia de Nuestra Señora de la Merced, de la calle Cuba, nos demuestra que los asuntos del cielo no siempre están reñidos con los goces del pueblo: en un solar cercano al templo alcanzan celebridad unos bailes que organiza el pardo Jaramillo en las ferias de la Merced. Este músico funda luego una academia de danza que logra gran fama entre la gente alegre de aquella época.
Pese a todo lo dicho, nadie me va a negar que los mayores méritos se los lleva ‘la Alameda de Paula’, construida en 1777 por el Marqués de la Torre, capitán general, por órdenes de la ilustrada corte de Carlos III. La Alameda, con dos hileras de álamos y algunos bancos, es el primer gran paseo marítimo de la capital cubana y ocupa el sitio del antiguo basurero del Rincón, situado junto a la bahía habanera.
Denominada de Paula por su vecindad con la iglesia de similar nombre, y rodeada con los años de suntuosos palacios, esta Alameda es recorrida en las tardes por las bellas que huyen del enjaulamiento de las murallas de La Habana, y aún hoy sirve de inspiración a poetas, músicos y escultores de todas las procedencias. Sin olvidar a los humoristas que han hecho más de una travesura encima de sus vetustos empedrados.
Agencies/Radio Habana/Orlando Carrió/ Extractos/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.