Inside CubaLetters From Cuba (7/13/12)

By Fernando Ravsberg
REPORT IN TIMES OF ANGER

Very soon we will have to read the Cuban press accompanied by technical dictionaries that allow us to understand what we are talking about, now tell us that such has detected the presence of such a Vibrio cholerae in Manzanillo.

Apparently avoid telling us that it is to save worry and anger, in that sense, we ensure that the 3 reassure Cubans killed old men with this diagnosis were also suffering from other diseases.

Publishing colleagues say Tuesday that “fortunately the Cuban health system has nothing to do with journalism.” They claim that doctors are better organized, have an action plan and direct people who have “graduated in medicine.”


The sale of food on the streets of Cuba is rarely necessary health standards. Raquel Perez, Photo

Undoubtedly the media can look enviously at the professionalism of the public health system in Cuba, its preventive nature, its long-term strategies, rapid responsiveness and respect that society has for its physicians.

But now Health has new challenges such as protecting people from diseases that can bring the Cuban collaborators, exercise control over the tens of thousands of self-employed who sell food and related foreign companies.

A big companies like Aguas de La Habana, should be required to fulfill their role. Part of the budget spent on purification of the liquid in the network when there are thousands of leaks, pollution sources which also lost half of the water “potable”.

The mission of the Cubans in Haiti fighting against cholera is laudable but the truth is that it involves exposing thousands of doctors to the disease which in return controls or quarantine should be established so that there is “pollination” of the disease.

In the case of Vibrio cholerae the risk is twofold, Cuba has thousands of volunteer work in Africa in many sectors, from health to construction. Any of them might accompanied by anger or other harmful microorganisms.

With the amount of money that these men and women produce for the country, we could even devote a hotel that combines the necessary quarantine deserved rest. Probably cost less than a health campaign as Manzanillo.

But not only was the breakdown occurs. During macrocrisis and miniapertura of the 90 did a report on “Cuff,” a town in the province of Matanzas in which a particular vendor of fried killed dozens of people.

The man moved the taro or corn-I can not remember well-in a bag contaminated with insecticide, made the dough, fried and sold.

Ended up in jail but suffered much harsher punishment because one of the dead was his daughter.

I do not mean that the only danger comes from the self-employed because I know that terrible things happen everywhere but the truth is that in the state sector and there are certain rules and practices that reduce health risk.

A food specialist explains that also in state enterprises are violated health standards, the difference is that before a problem is easy to establish the “traceability”, in order to ascertain the origin, place and time of contamination.

With over 400 000 self-employed, most devoted to food, be put in place in the country effective disease control mechanisms that serve consumer guarantee, certifying that can eat them without danger to their health.

But not enough with legions of inspectors is key to open retail outlets to compete on price with the black market. When the self-employed buy their products they have greatly reduced the dangers to health of the population.

This is just an example of how the tug-of-war could impede internal development of the Master Plan reforms, creating a deformed model with dangerous black holes, the result of a negotiation in which each law is accompanied by a “but” .

Authorizing the sale of cars, “but” just used, distributed land “but” farmers are prohibited from building homes on the parcels and authorizing self-employment “but” no retail outlets to sell them essential inputs.

Sources:CartasDesdeCuba/Fernando Ravsber/BBC/UK/RaquelPerezPhotos/TheCubanHistory.com
Letters From Cuba/ The Cuban History/ Arnoldo Varona, Editor

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Por Fernando Ravsberg
INFORMAR EN TIEMPOS DE COLERA

Muy pronto tendremos que leer la prensa cubana acompañados de diccionarios técnicos que nos permitan entender de qué nos están hablando, ahora por ejemplo nos informan que se ha detectado la presencia de un tal Vibrión Cholerae en Manzanillo.

Al parecer evitan decirnos que se trata de cólera para ahorrarnos preocupaciones y, en ese mismo sentido, nos tranquilizan asegurando que los 3 cubanos muertos con ese diagnóstico eran viejitos que padecían además de otras enfermedades.

Dicen los colegas de Ediciones Martes que “por suerte el sistema de salud cubano no tiene nada que ver con el periodismo”. Afirman que los médicos están mejor organizados, tienen un plan de acción y los dirigen personas que se han “graduado de medicina”.


La venta de alimentos en las calles de Cuba casi nunca sigue las normas sanitarias imprescindible. (Foto: Raquel Pérez)

Sin lugar a dudas los medios de prensa pueden mirar con envidia el profesionalismo del sistema de Salud Pública en Cuba, su carácter preventivo, sus estrategias a largo plazo, su rápida capacidad de respuesta y el respeto que la sociedad siente por sus médicos.

Pero ahora la Salud tiene nuevos retos, como proteger a la población de las enfermedades que puedan traer los cooperantes cubanos, ejercer control sobre las decenas de miles de trabajadores autónomos que venden alimentos y sobre las compañías extranjeras asociadas.

A grandes empresas como Aguas de La Habana, se les debería exigir que cumplan su rol. Gastan parte del presupuesto en purificación del líquido cuando en la red existen miles de salideros, fuentes de contaminación por las que además se pierde la mitad del agua “potable”.

La misión de los cubanos en Haití luchando contra el cólera es loable pero lo cierto es que implica exponer a miles de médicos a la enfermedad por lo que a su regreso deberían establecerse controles o cuarentenas que permitan evitar una “polinización” de la enfermedad.

En el caso del Vibrión Cholerae el riesgo es doble, Cuba tiene miles de cooperantes trabajando en África en los más variados sectores, desde la salud hasta la construcción. Cualquiera de ellos puede llegar acompañado del cólera o de otros peligrosos microorganismos.

Con la cantidad de dinero que estos hombres y mujeres producen para el país, se podría incluso dedicar un hotel que combine la necesaria cuarentena con el merecido descanso. Seguramente costará menos que una campaña sanitaria como la de Manzanillo.

Pero no solo de fuera vienen los problemas. Durante la macrocrisis y la miniapertura de los años 90 hice un reportaje en “El Manguito”, un pueblo de la provincia de Matanzas en el que un vendedor particular de frituras mató a decenas de personas.

El hombre trasladó la malanga o el maíz -no lo recuerdo bien- en un saco contaminado con insecticida, hizo la masa, la frió y la vendió.

Terminó en la cárcel pero sufrió un castigo mucho más duro porque uno de los fallecidos fue su pequeña hija.

No quiero decir que el único peligro viene de los trabajadores autónomos porque me consta que en todas partes ocurren barbaridades pero lo cierto es que en el sector estatal ya existen ciertas normas y practicas sanitarias que reducen el peligro.

Una especialista en alimentos me explica que también en las empresas del Estado se violan normas de salubridad, la diferencia es que ante un problema es fácil establecer la “trazabilidad”, de cara a averiguar el origen, el lugar y el momento de la contaminación.

Con casi 400 mil cuentapropistas, la mayoría dedicados a la alimentación, se impone establecer en el país mecanismos de control sanitario eficaces que sirvan de garantía al consumidor, certificando que puede ingerirlos sin peligro para su salud.

Pero no bastará con legiones de inspectores, es clave abrir tiendas mayoristas que compitan en precios con el mercado negro. Cuando el trabajador autónomo compre sus productos en ellas se habrán reducido en gran medida los peligros para la salud de la población.

Esto es solo una muestra de cómo el tira-y-afloja interno podría impedir el desarrollo integral del Plan Maestro de reformas, creando un modelo deforme con peligrosos agujeros negros, producto de una negociación en la que cada ley es acompañada de un “pero”.

Se autoriza la compraventa de automóviles “pero” solo usados, reparten tierras “pero” se prohíbe a los campesinos construir casas en las parcelas y autorizan el trabajo autónomo “pero” sin tiendas mayoristas que les vendan los insumos imprescindibles.

Sources:CartasDesdeCuba/Fernando Ravsber/BBC/UK/RaquelPerezPhotos/TheCubanHistory.com
Letters From Cuba/ The Cuban History/ Arnoldo Varona, Editor

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