EL CRISTO DE LA HABANA, LA MAYOR ESCULTURA DEL MUNDO REALIZADA POR UNA MUJER.
A 50 metros sobre el el nivel del mar en la hermosa bahia habanera se encuentra la mayor escultura del mundo en marmol blanco de Carrara realizada por una mujer. El Cristo de la Habana.
La majestuosa estatua se encuentra situada a la entrada del puerto, a la izquierda, entre la vetusta fortaleza de San Carlos de la Cabaña y el pueblo de Casablanca. Vigilante desde una colina, el Cristo habanero da la bienvenida a los navegantes que llegan a la ciudad y se observa desde cualquier lugar de La Habana Vieja..
Los valores del monumento, ícono de la capital cubana, lo convierten en patrimonio de obligada conservación y cuidado. En el año 2013 la Comisión Nacional de Monumentos le confirió al equipo de trabajo encargado de su reconstrucción, el Premio Nacional de Restauración 2013.
Pero quiso el azar que esta imponente figura de Cristo, de 20 metros de altura, se inaugurara a pocos días del 1ro de Enero de 1959.El sello personal de su autora, la pinareña Jilma Madera, rompió con muchos cánones establecidos.
Esa originalidad tuvo mucho que ver con que ella ganara el concurso convocado para tales fines. Su Cristo no está con los brazos abiertos como los de la montaña de Corcovado, en Río de Janeiro; el de Lubango, en Angola; o el de Lisboa, Portugal.
A la colosal obra le dejó los ojos vacíos, para que diera la impresión de mirar a todos desde cualquier lugar donde se colocara una persona a observarle.
El día de la inauguración, el 25 de diciembre de 1958, la artista dijo: “Lo hice para que lo recuerden, no para que lo adoren: es mármol”.
En la escultura de 320 toneladas de peso, se emplearon 600 de mármol blanco de Carrara y la conformaron 67 piezas hechas en las canteras de esa localidad italiana.
Para atender cada detalle del proceso de construcción, Jilma Madera marchó a Italia. Los 200 000 pesos que ganó en el concurso los empleó para comprar el mármol. Llevó con ella el boceto triunfador: una figura de tres metros hecha con una amalgama de yeso.
Bastó un año de trabajo intensivo, en el que la escultora dirigió a los obreros técnica y artísticamente, para que la obra quedara terminada. Después de que recibiera la bendición del Papa Pío XII, la obra comenzó la travesía. El barco que condujo las piezas, debidamente ordenadas y acomodadas, zarpó del puerto de Marina, en Carrara, a mediados de 1958.
Muy responsable con su trabajo, envió a Cuba las 67 piezas perfectamente protegidas. Pagó un seguro por cada una de ellas, y trajo además un bloque de mármol previendo algún accidente. Años después tuvo que utilizarlo para corregir el daño hecho por un rayo a la cabeza de la escultura.
El montaje de la escultura se inició a principios de septiembre de 1958, y para ello se necesitó la fuerza de trabajo de 17 hombres, auxiliados por una grúa. Se inauguró, como explicamos, el 25 de diciembre de 1958.
La estatua se montó sobre una base de tres metros de profundidad, en cuyo centro se le construyó una armazón de cabillas que van afinando en el torso, donde se le insertó una viga de acero que llega hasta la cabeza. Cada fracción de mármol fue atada con tensores de acero a la estructura central, y luego, a ese espacio vacío, se le echó concreto tras haber sido chequeado el nivel y ajuste de cada estrato horizontal.
Resultó curioso que en momentos de colocar la obra en la loma, no se le instaló un pararrayos, puesto que su tamaño, y la armazón ferrosa del centro, hacían de la figura un punto extremadamente vulnerable; despues de tres descargas electricas que la dañaron se han hecho trabajos para evitar mayores daños a la gigantesca escultura.
En el año 2012, teniendo en cuenta un peligro de derrumbe, se inició la nueva restauración que constituyó el proceso de este tipo más profundo realizado a la escultura, desde su inauguración en 1958.
La figura de Cristo, con su blanca silueta, aparece de pie, mirando hacia la ciudad, con una mano en el pecho y la otra en alto, en actitud de bendecir. Por su altura, puede ser visto desde diferentes puntos de la urbe. Desde allí se puede disfrutar de una de las más hermosas e imponentes vistas de La Habana, especialmente de su parte más antigua; así como el paso de buques y de las pequeñas lanchas que transportan a los pasajeros a ambos lados de la bahía.
La capital, a sus pies, parece bendecida todos los días por el Cristo de La Habana.
THE CHRIST OF HAVANA, THE LARGEST SCULPTURE OF THE WORLD PERFORMED BY A WOMAN.
At 50 meters above sea level in the beautiful Havana bay is the largest sculpture in the world in white marble Carrara made by a woman. The Christ of Havana
The majestic statue is located at the entrance of the port, on the left, between the ancient fortress of San Carlos de la Cabaña and the town of Casablanca. Watchman from a hill, the Havana Christ welcomes sailors who arrive in the city and is observed from anywhere in Old Havana.
The values of the monument, icon of the Cuban capital, make it a must for conservation and care. In 2013, the National Monuments Commission conferred the 2013 National Restoration Award to the work team responsible for its reconstruction.
But it was a chance that this imposing figure of Christ, 20 meters high, was inaugurated a few days before January 1, 1959. The personal seal of its author, Jilma Madera from Pinar del Rio, broke with many established canons.
That originality had a lot to do with her winning the contest called for such purposes. His Christ is not with open arms like those of the mountain of Corcovado, in Rio de Janeiro; that of Lubango, in Angola; or that of Lisbon, Portugal.
The colossal work left his eyes empty, to give the impression of looking at everyone from wherever a person was placed to observe him.
On the day of the inauguration, on December 25, 1958, the artist said: “I did it to be remembered, not to be worshiped: it is marble.”
In the sculpture of 320 tons of weight, 600 white Carrara marble was used and 67 pieces were made in the quarries of that Italian town.
To take care of every detail of the construction process, Jilma Madera marched to Italy. He used the 200,000 pesos he won in the contest to buy the marble. He took with her the winning sketch: a three-meter figure made with a plaster amalgam.
It was enough a year of intensive work, in which the sculptor directed the workers technically and artistically so that the work was finished. After he received the blessing of Pope Pius XII, the work began the journey. The ship that led the pieces, properly ordered and accommodated, sailed from the port of Marina, in Carrara, in mid-1958.
Very responsible with his work, he sent the 67 perfectly protected pieces to Cuba. He paid insurance for each of them and also brought a block of marble foreseeing an accident. Years later he had to use it to correct the damage done by lightning to the head of the sculpture.
The assembly of the sculpture began in early September 1958, and the workforce of 17 men, assisted by a crane, was needed. It was inaugurated, as we explained, on December 25, 1958.
The statue was mounted on a base three meters deep, in the center of which a frame of cabillas was built that is tuned in the torso, where a steel beam was inserted that reaches the head. Each fraction of marble was tied with steel tensors to the central structure, and then, to that empty space, concrete was cast after the level and adjustment of each horizontal stratum was checked.
It was curious that at times of placing the work on the hill, a lightning rod was not installed, since its size, and the ferrous frame of the center, made the figure an extremely vulnerable point; After three electric shocks that damaged it, work has been done to avoid further damage to the gigantic sculpture.
In 2012, taking into account a danger of collapse, the new restoration was initiated that constituted the deepest process of this type made to sculpture, since its inauguration in 1958.
The figure of Christ, with his white silhouette, appears standing, facing the city, with one hand on his chest and the other high, in an attitude of blessing. Because of its height, it can be seen from different points of the city. From there you can enjoy one of the most beautiful and impressive views of Havana, especially its oldest part; as well as the passage of ships and small boats that transport passengers on both sides of the bay.
The capital, at its feet, seems blessed every day by the Christ of Havana.
Agencies/ RHC/ ANC/ Jose M. Correa/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.