EL BOLERO, UNA CREACIÓN MUSICAL CUBANA QUE NUNCA MORIRÁ.
Con la creacion del Instituto para la Preservacion y Fomento del Bolero en Mexico aumenta aún más la importancia del género Musical de procedencia cubana que se ha hecho mundial y cuyo organismo busca el cuidado, rescate y salvaguardia el Patrimonio Cultural Inmaterial de México y el mundo.
El primer bolero habría sido escrito por el sastre cubano José Viviano Sánchez (Pepe Sánchez), creador de “Tristezas” compuesto en 1883 y devenido padre de un género que rápidamente trascendió al hermano país mexicano a través de Yucatán; más tarde invadió Latinoamérica hasta hacerse universal.
Pepe Sánchez nació en Santiago de Cuba el 19 de marzo de 1856 y, en la misma casa donde dio sus primeros pasos, sirvió de anfitrión de una peña en la cual realizó tertulias de buena música criolla y se desempeñó conjuntamente con el oficio de sastre y de actividades
conspirativas en contra del yugo colonial español.
Su casa era frecuentada por trascendentales personalidades de la gesta emancipadora cubana ente ellas Antonio y José Maceo, Quintín Banderas y Guillermón Moncada. Sánchez estaba casado con Elvira Calleja y tuvo varios hijos, algunos de los cuales también se dedicaron a la música. Así, su hogar se convirtió en un centro artístico de primer orden y solía ser parada y fonda de músicos de renombre, entre ellos el compositor habanero Jorge Ankerman –veinte años más joven que Pepe–, y de Claudio José Brindis de Salas, un cubano que pasaba por ser el mejor violinista del momento, en el ámbito latinoamericano.
Con el tiempo y gracias a la pieza “Tristeza”, Pepe Sánchez es considerado el Padre del Bolero latinoamericano. La melodía está comprendida por dos períodos musicales de 16 compases cada uno, separados por un pasaje instrumental que se ejecutaba en la guitarra, al que le llamaban pasacalle.
“Tristeza me dan tus penas mujer profundo dolor, no dudes de mí
no hay pena de amor que entrever cuanto sufro y padezco por ti.
La suerte es adversa conmigo no deja ensanchar mi pasión un beso
me diste un día lo guardo en el corazón.”
De su cosecha creadora destacan además: “Me entristeces, mujer” (popularmente conocida con el nombre de “Tristeza”), “Pobre artista”,
“Elvira”, “Cuando la expresión de tu canto”, “Cuba, mi patria querida”, “Caridad”, “Adán y Eva”, “Esperanza”, “Redondilla, “Ángeles”, “Naturaleza” e “Himno a Maceo”.
El Padre del Bolero también fundó y dirigió el famoso Quinteto de Trovadores Santiagueros, con el cual consolido su fama, integrado por
Pepe Figarola (primera voz), Bernabé Ferrer y Luís Felipe Portés (segundas voces), Emiliano Blez (guitarrista acompañante) y él (primera guitarra). Fue además, maestro de relevantes músicos cubanos, entre ellos, Sindo Garay, en manos de quien puso por vez primera una guitarra, y de Miguel Matamoros, el guía del famoso Trío Matamoros.
“Cuba, mi patria Querida”.
Sánchez suplió con una gran sensibilidad, la falta de estudios musicales con el auto-estudio y la intuición, por ello muchas de sus canciones de finales del siglo XIX y principios del XX no fueron transcritas, pero trascendieron hasta hoy rescatadas por sus alumnos y
admiradores.
Legó al patrimonio musical de la Mayor de las Antillas, Latinoamérica y el mundo una extensa obra, nutrida por guarachas, himnos, sones y
otras composiciones envueltas de un fino vocabulario escogido, y con su voz de barítono imprimió un sello de Cubanía y autenticidad acompañado siempre de su inseparable guitarra que tocaba con maestría.
El Padre del Bolero enfermó y murió el tres de enero de 1918 a la edad de 62 años y en su memoria Cuba celebra el Festival Internacional de la Trova que lleva su nombre.
A principios del siglo XX el bolero sólo era interpretado con guitarra, pero pronto se acompañó con trompeta, flauta y violín. En 1911 nació “Quiéreme mucho” del compositor y director de orquesta cubano Gonzalo Roig, quien marcó la pauta del género. Sin embargo, no se hizo esperar que México fuese caja de resonancia de este con figuras de la talla del legendario músico Agustín Lara, y los tríos Los Panchos y Los Tres Ases además del tenor continental Pedro Vargas.
Así, por su autenticidad autoral y su historia dentro de la música popular de este continente y, en especial de esta gran Antilla, el Bolero siempre será un género eternamente cubano.
EL BOLERO, A CUBAN MUSICAL CREATION THAT WILL NEVER DIE.
With the creation of the Institute for the Preservation and Promotion of Bolero in Mexico, the importance of the musical genre of Cuban origin that has become world-wide and whose organism seeks care, rescue and safeguarding the Intangible Cultural Heritage of Mexico and the world is further increased.
The first bolero would have been written by the Cuban tailor José Viviano Sánchez (Pepe Sánchez), creator of “Tristezas” composed in 1883 and became the father of a genre that quickly transcended the Mexican country brother through Yucatan; later he invaded Latin America until becoming universal.
Pepe Sánchez was born in Santiago de Cuba on March 19, 1856, and, in the same house where he took his first steps, served as host of a rock in which he made gatherings of good Creole music and worked together with the trade of tailor and activities conspirative against the Spanish colonial yoke.
His house was frequented by transcendental personalities of the Cuban emancipatory deed among them Antonio and José Maceo, Quintín Banderas and Guillermón Moncada. Sánchez was married to Elvira Calleja and had several children, some of whom also dedicated themselves to music. Thus, his home became a first-rate artistic center and used to be a stop and inn of renowned musicians, including Havana composer Jorge Ackerman – twenty years younger than Pepe – and Claudio José Brindis de Salas, a Cuban who was going to be the best violinist of the moment, in the Latin American environment.
CANTAN “TRISTEZAS”
With time and thanks to the piece “Tristezas” (Sadness), Pepe Sánchez is considered the Father of Latin American Bolero. The melody is comprised of two musical periods of 16 bars each, separated by an instrumental passage that was played on the guitar, which was called a parade.
“Sadness my sorrows give me deep pain, do not doubt me
There is no penalty of love to see how much I suffer and suffer for you.
Luck is adverse with me does not let my passion widen a kiss
You gave me one day I keep it in my heart. ”
In addition to his creative harvest, “You sadden me, woman” (popularly known as “Sadness”), “Poor artist”,
“Elvira”, “When the expression of your song”, “Cuba, my dear country”, “Charity”, “Adam and Eve”, “Hope”, “Redondilla,” Angels “,” Nature “and” Hymn to Maceo “.
The Father of the Bolero also founded and directed the famous Quintet of Troubadours Santiagueros, with which he consolidated his fame, composed of Pepe Figarola (first voice), Bernabé Ferrer and Luís Felipe Portés (second voices), Emiliano Blez (accompanying guitarist) and he (first guitar). He was also a teacher of relevant Cuban musicians, among them, Sindo Garay, in the hands of who put a guitar for the first time, and Miguel Matamoros, the guide of the famous Matamoros Trio.
Sanchez replaced with great sensitivity, the lack of musical studies with self-study and intuition, so many of his songs of the late nineteenth and early twentieth centuries were not transcribed but transcended until today rescued by their students and admirers
He bequeathed to the musical heritage of the Greater Antilles, Latin America and the world an extensive work, nurtured by guarachas, hymns, sones and
other compositions wrapped in a fine vocabulary chosen, and with his baritone voice, he printed a Cubanía and authenticated stamp always accompanied by the inseparable guitar that he played with mastery.
The Father of Bolero became ill and died on January 3, 1918, at the age of 62 and in his memory, Cuba celebrates the International Trova Festival that bears his name.
At the beginning of the 20th century, the bolero was only played with a guitar, but it was soon accompanied by a trumpet, flute, and violin. In 1911, “Love Me Much” was born from the Cuban composer and conductor Gonzalo Roig, who set the tone for the genre. However, it was not expected that Mexico was a sounding board of this with figures such as the legendary musician Agustín Lara, and the trios Los Panchos and Los Tres Ases in addition to the continental tenor Pedro Vargas.
Thus, for its authorial authenticity and its history within the popular music of this continent and, especially of this great Antilla, the Bolero will always be an eternally Cuban genre.
Agencies/ RHC/ Guadalupe Yaujar/ Extractos/ Excerpts/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.