PERSONAJES CUBANOS: RICARDO “ANGOA” BENEDIT, EL DANZONERO MAYOR.
Ricardo Benedit Varela, más conocido por “Angoa”, nació en 1909 en el barrio de San Leopoldo, en Centro Habana, cerca del hospital Hermanos Ameijeiras. Cuando niño le dio una meningitis que le impidió comunicarse verbalmente hasta los siete años, y dañó, de manera irreversible, sus cuerdas vocales. Curiosamente, este percance terminó dándole un nuevo nombre. Todas las tardes el menor visitaba el Parque Maceo en compañía de su vecina Dora y, antes de partir, anunciaba a los cuatro vientos: «Voy a salir con Goa…», «voy a salir con…». Así, sus allegados empezaron a llamarlo ‘Angoa’ y, sin imaginarlo, allanaron el camino de una figura popular que daría mucho de qué hablar.
De joven, este negro lustroso y grandote, con una ternura bien oculta tras su rostro inmutable, de piedra, hizo trabajos de construcción, bacheó calles, fue inspector de aduanas y hasta peleó, como boxeador profesional, contra Kid Chocolate, quien lo derrotó en un polémico combate organizado por el periódico ‘La Noche’. Luego, ya en la madurez, siguió unido a este deporte como cronometrista y árbitro, ocupaciones que alternó con su nuevo oficio de cartero, al cual le entregó el sueño de no fallar nunca.
Ricardo “Angoa”, violinista autodidacta, según varios de sus conocidos, tiene desde entonces una forma muy peculiar de bailar. “Su posición es muy esbelta y respeta la forma original del danzón en cada uno de sus pasos, no importa que la música salga de un disco en su casa o de una orquesta en un lugar público. Su movimiento característico es la caída del pie derecho cuando da la vuelta del tornillo. Es solo de él, no se lo he visto a nadie más”, recuerda Luis Hernández que lo conoció.
No obstante, su bautizo definitivo no se produjo hasta los veinte años, cuando entra en la ‘Unión Fraternal’, donde los negros y mulatos le rendían ofrendas a la «danza matemática», en el barrio de Jesús María, una de las goteras del Casco Histórico. Allí, según testigos, engatusa a los corazones rotos y se acerca a menudo a las puertas y ventanas para lucirse de lo lindo ante los curiosos, con su excelencia en la forma de bailar.
Es célebre por su manera de vestir. Tiene un toque muy especial gracias al sombrero, el traje y el nudo de corbata que solo él sabía hacer… luce su ropa, y su compañera el abanico. De ahí, su eslogan histórico: “Angoa… vive a su manera”, el cual se hace notorio en los medios cuando hace sus promociones.
Seguidor habitual de Arcaño y sus Maravillas, un día recibió una sorpresa que lo sacó de la multitud. Arcaño, agradecido por su apego incondicional a la agrupación, le dijo en 1946 a su violinista Félix Reina: «Chico, ¿por qué a ese danzón que tú tienes por ahí no le ponemos el nombre del señor que siempre está en los bailables… del cartero?».
El maestro Reina, fundador de ‘Estrellas Cubanas’ y autor, además, de temas como ‘Muñeca negra’ y ‘La escoba barrendera’, aceptó, y así nació “Angoa”, el cual se grabó dos años más tarde en los estudios de la radiodifusora CMQ. Casualmente, la obra retrata de manera plena el temperamento del sudoroso bailador de quien toma su estandarte: la entrada de los violines y el montuno encajan a la perfección con su fogosidad.
Los músicos de La Sublime figuraron entre los primeros en ponerle texto a Angoa (Angoa… Angoa… vive a su manera / qué bien se ve bailando Angoa / cuando La Sublime está tocando). En 1954, Ninón Mondéjar, director de la Orquesta América, produjo otra versión en la Ciudad de México, la cual se escuchó frecuentemente en esa capital y en la República Dominicana. A partir de ahí, surgieron varias adaptaciones respetuosas del estribillo «qué feliz se ve bailando… Angoa», hasta llegar al compositor Richard Egües, quien cerró el ciclo en los años cincuenta con un danzón-cha destinado a la Aragón. En este, por elipsis, solo se escucha el nombre de Angoa.
Años más tarde, el ‘danzón Angoa’ alcanzó su punto culminante cuando la orquesta mexicana Sonora Santanera, de Carlos Colorado, lo tomó como base para lanzar al mercado el tema ‘La boa’, con la firma del cantante y compositor Carlos Lico, el cual se convirtió en uno de los grandes éxitos musicales de las décadas del sesenta y el setenta en varios países de América Latina.
En los años 1950s Ricardo, nuestro personaje, fundó el ‘Angoa Sport Club’, el cual dirigió con el apoyo de sus hermanos. Esta es, sin dudas, su mejor época. La institución, pequeña y de mucho espíritu, organizaba numerosas fiestas en los jardines de La Tropical y en varios clubes para promocionar el danzón con orquestas como ‘Melodías del 40’ y la de Arsenio Rodríguez. Allí también se acogía y educaba a los muchachos de color metidos en malos pasos. Sus miembros, extravagantes al principio, sin pelarse o peinarse bien, «acharranados» de pies a cabeza, vivían dentro de la asociación mutaciones radicales.
“Angoa”, Ricardo Benidit, fue masón en el grado 33 (el más alto) y babalao del panteón yoruba, tuvo seis matrimonios y muchas parejas que lo adoraron, un hijo bailarín fallecido y dos hijas perdidas en el recuerdo.
Su danzón preferido fue ‘Fefita’ de José Urfé. Muchos recuerdan que en la preparación de un Buenavista Social Club de la danza, en el Centro Cultural Cinematográfico Fresa y Chocolate, se levantó del sillón de viejito donde lo habían enclaustrado y bailó varios ritmos… incluyendo una rumba de cajón con pañuelo en el piso y todo….
De todas formas, tras su fallecimiento, la herencia ‘del mayor longevo bailador de danzón del planeta’ parece segura. En Marianao, donde es Hijo Ilustre, la Dirección Municipal de Cultura creó el proyecto ‘Angoa Social Club’ que tiene un amplio plan de rescate de esta figura, además, para recordar su memoria a nivel nacional se celebra el concurso de danzón «Ricardo Benedit Varela», dentro del marco del Encuentro Internacional Danzonero «Miguel Failde in Memoriam», que tiene como sede a la ciudad de Matanzas, cuna de nuestro baile nacional.
CUBAN CHARACTERS: RICARDO “ANGOA” BENEDIT, THE GREATEST DANZONER.
Ricardo Benedit Varela, better known as “Angoa”, was born in 1909 in the San Leopoldo neighborhood, in Centro Habana, near the Hermanos Ameijeiras Hospital. As a child, he had meningitis that prevented him from communicating verbally until he was seven years old and irreversibly damaged his vocal cords. Interestingly, this mishap ended up giving it a new name. Every afternoon the minor visited Maceo Park in the company of his neighbor Dora and, before leaving, he announced to the rooftops: “I’m going out with Goa …”, “I’m going out with …”. Thus, his relatives began to call him ‘Angoa’ and, without imagining it, they paved the way for a popular figure who would give a lot to talk about.
As a young man, this large, sleek black man, with a tenderness well hidden behind his immutable stone face, did construction work, was a customs inspector and even fought, as a professional boxer, against Kid Chocolate, who defeated him in a controversial fight organized by the newspaper ‘La Noche’. Later, already in maturity, he remained attached to this sport as a timekeeper and referee, occupations that he alternated with his new job of postman, to which he gave the dream of never failing.
Ricardo “Angoa”, a self-taught violinist, according to several of his acquaintances, has since then had a very peculiar way of dancing. “Its position is very slender and respects the original form of the danzón in each of its steps, it does not matter if the music comes from a record at home or from an orchestra in a public place. Its characteristic movement is the fall of the right foot when he turns the screw. It is only his, I have not seen anyone else “, remembers Luis Hernández who knew him.
However, his final baptism did not take place until he was twenty years old, when he entered the ‘Fraternal Union’, where blacks and mulattoes made offerings to the ‘mathematical dance’, in the Jesús María neighborhood, one of the leaks of the Historic helmet. There, according to witnesses, he cajoles the broken hearts and often approaches the doors and windows to show off his beauty to the curious, with his excellence in the way of dancing.
He is famous for his way of dressing. He has a very special touch thanks to the hat, the suit and the tie knot that only he knew how to make … he shows off his clothes, and his partner the fan. Hence, his historic slogan: “Angoa … lives his way”, which is notorious in the media when he does his promotions.
A regular follower of Arcaño y sus Maravillas, one day he received a surprise that took him out of the crowd. Arcaño, grateful for his unconditional attachment to the group, said in 1946 to his violinist Félix Reina: «Boy, why don’t we give that danzón that you have out there the name of the man who is always in the dances … postman?”.
Maestro Reina, founder of ‘Estrellas Cubanas’ and author, in addition, of songs like ‘Muñeca Negra’ and ‘La escoba sweeper’, accepted, and thus “Angoa” was born, which was recorded two years later in the studios of CMQ broadcaster. Coincidentally, the work fully portrays the temperament of the sweaty dancer from whom he takes his banner: the entrance of the violins and the montuno fit perfectly with his fieriness.
The musicians of La Sublime were among the first to put text to Angoa (Angoa… Angoa… lives his way / how well you can see dancing Angoa / when La Sublime is playing). In 1954, Ninón Mondéjar, director of the Orquesta América, produced another version in Mexico City, which was frequently heard in that capital and in the Dominican Republic. From there, several respectful adaptations of the chorus “how happy you see yourself dancing… Angoa” arose, up to the composer Richard Egües, who closed the cycle in the 1950s with a danzón-cha destined for Aragon. In this, by ellipsis, only the name of Angoa is heard.
Years later, the ‘danzón Angoa’ reached its culminating point when the Mexican orchestra Sonora Santanera, led by Carlos Colorado, took it as a basis to launch the song ‘La boa’, signed by the singer and composer Carlos Lico, the which became one of the great musical successes of the sixties and seventies in several Latin American countries.
In the 1950s Ricardo, our character, founded the ‘Angoa Sport Club’, which he directed with the support of his brothers. This is, without a doubt, his best time. The small and spirited institution organized numerous parties in the gardens of La Tropical and in various clubs to promote the danzón with orchestras such as ‘Melodías del 40’ and Arsenio Rodríguez. There, too, colored boys were welcomed and educated in bad ways. Its members, extravagant at first, without peeling or combing their hair well, “shaggy” from head to toe, lived within the association radical mutations.
“Angoa”, Ricardo Benidit, was a Mason in the 33rd degree (the highest) and Babalao of the Yoruba pantheon, he had six marriages and many couples who adored him, a deceased dancing son and two daughters lost in memory.
His favorite danzón was ‘Fefita’ by José Urfé. Many remember that in preparation for a Buenavista Social Dance Club, at the Fresa y Chocolate Cinematographic Cultural Center, he got up from the old man’s chair where he had been cloistered and danced various rhythms … including a Cajon rumba with a handkerchief on the floor and everything…
In any case, after his death, the inheritance ‘of the longest-lived danzón dancer on the planet’ seems secure. In Marianao, where he is Illustrious Son, the Municipal Directorate of Culture created the ‘Angoa Social Club’ project, which has a comprehensive rescue plan for this figure. Furthermore, to remember his memory at the national level, the “Ricardo Benedit danzón contest Varela ”, within the framework of the International Danzonero Meeting“ Miguel Failde in Memoriam ”, which is based in the city of Matanzas, the cradle of our national dance.
Agencies/ CubaSi/ Orlando Carrio/ Internet Photos/ YouTube/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.