LA MANZANA DE GÓMEZ, HAVANA (AHORA HOTEL MANZANA KEMPINSKI) PUNTO DE REFERENCIA OBLIGADA PARA LOS CUBANOS
Los cubanos decimos que la de Gómez es la manzana más famosa del mundo: ni la Gran Manzana (Big Apple: como se denomina a la ciudad de New York), ni la de Newton ni la de Guillermo Tell y ni siquiera la famosa empresa tecnológica Apple con su logo de una manzana mordida, se acercan a la importancia que “la manzana de Gomez” ha tenido en su historia para los cubanos.
La Manzana de Gómez era como una ciudad dentro de la parte más vieja de la ciudad, un cuerpo de edificio que desde el siglo XIX albergó a bufetes de abogados, oficinas consulares, comercios y oficinas, y estuvo y sigue estando enclavada en una de las zonas más visitadas por cubanos y visitantes extranjeros.
Desde hace más de un siglo ese lugar constituye un punto de referencia obligado para los habaneros, y también para los visitantes del interior del país, que llegaban desde la cercana Estación Central de Ferrocarriles hasta el Capitolio y de ahí seguían, pues muchas personas le hacían referencia a amigos y familiares a ella con una popular frase: “lo compré en la Manzana de Gómez”.
Desde 1832 las tiendas más populares fueron las de las calles de Muralla y Oficios, junto a otras arterias, como Monte, Neptuno, San Rafael y Galiano posteriormente, pero la Manzana de Gómez fue el centro comercial más importante a partir de su inauguración.
CONSTRUCCION DE LA OBRA
Julián de Zulueta y Amondo, Marqués de Álava, Regidor, Alcalde y Senador del Reino por la Habana Cuba, y por Álava),y que en pocos años se convertiría en el más importante productor de azúcar, tratante de esclavos y empresario de otras múltiples facetas, fue el comenzó la construcción del inmueble. Julián de Zulueta edificó la Manzana hasta el primer piso en una obra que comenzó sus labores en 1890 y para lo que empleó sus privilegios como alcalde, pero las obras no avanzaron y el edificio quedó durante muchos años incompleto, y finalmente lo terminaría la familia Gómez Mena.
En Cuba se identifica a José Gómez Mena como el hombre más rico de Cuba. Aunque no lo fuera, sí figuró siempre entre los más ricos. Hablar en Cuba de Gómez Mena, es sinónimo de opulencia y poder, sus activos se calculaban por un promedio de 20 millones de pesos, toda una fortuna equivalente a cientos de millones en nuestros días.
Fue Andrés Gómez Mena, quien acabó la primera planta y en 1909 comienza la construcción de dos teatros en los altos de los comercios: “El Politeama Pequeño” y el “Politeama Grande” inaugurados en entre 1909 y 1910. En el Grande ocurre la primera presentación de la gran cantante cubana María Teresa Vera con solo 15 años de edad y la Orquesta de este Teatro era dirigida por un joven músico de 16 años: el maestro Eliseo Grenet, autor de piezas míticas del cancionero cubano como Drume Negrita, Las perlas de tu boca, Lamento esclavo, Tabaco verde, La comparsa de los congos, La mora, y el el clásico mundial Ay! Mamá Inés (todos los negros tomamos café).
Se considera que este establecimiento es en La Habana el precursor de las tiendas por departamento. En los altos del edificio se hacía teatro, se escuchaban zarzuelas e incluso se proyectaba el incipiente cinematógrafo, mientras en la planta baja continuaba el éxito de las ventas y era increíble la variedad de ofertas y artículos disponibles en lo que se puede concebir como el primer mall o centro comercial cubano.
En 1918 se concretó la ampliación definitiva, los ocho ascensores y los 560 departamentos con pasillos y portales por donde diariamente pasaban alrededor decenas de miles de personas, lo que hizo que los propietarios recibieran, sólo por concepto de alquiler, unos mil pesos diarios, toda una fortuna para su momento.
La manzana, al igual que las construcciones españolas en Hispanoamerica se erigían dentro del cuadrados de cien varas por lado; en cada lado se dejaba espacio para una calle y a este espacio es a lo que se le llamó manzana.
La Manzana de Gómez ha sido, a la vez, protagonista y testigo de la vida habanera, de su grandeza y su miseria, de todos los avatares registrados en los últimos 120 años, que han sido numerosos y muy trascendentales. Con su estilo neoclásico, es un caso muy particular en la historia de la arquitectura cubana, ya que fue, desde su origen, destinado a actividades comerciales, recreativas y administrativas.
La Habana tiene innumerables íconos arquitectónicos, que la identifican internacionalmente, entre ellos El Capitolio Nacional, El Castillo deL Morro, la Fortaleza de la Cabaña, el Gran Teatro de La Habana, los antiguos Centro Gallego y Asturiano, la Catedral de La Habana y otros templos, el Edificio FOCSA, el edificio Someillán, el edificio Bacardí, el Cristo de La Habana, el Templete, el Paseo del Prado, el Memorial José Martí y ahora se suma una joya construida sobre una edificación emblemática: el nuevo “Hotel Manzana Kempinski”, antigua Manzana de Gómez.
LA REVOLUCION Y LA MANZANA DE GOMEZ
La revolución cubana, que lo revolucionó todo, la mayoría para mal, destruyó, poco a poco, la Manzana de Gómez.
Sobrevivieron en los primeros años algunas tiendas en la planta baja, los pisos superiores, en su casi totalidad fueron destinados a escuelas, de oficios, idiomas, secundaria básica y facultad obrero-campesina y continuaron siendo utilizados a pesar del mal estado del inmueble, que sistemáticamente fue deteriorándose, salvo algunos locales comerciales reparados por tiendas de venta en divisas, un verdadero oasis dentro de tanta destrucción. Los elevadores llevaban más de 10 años sin funcionar, y había huecos donde una vez hubo ventanas y se cayeron muchos balcones.
Medio siglo sin mantenimiento ni reparaciones nos muestran que solamente una construcción sólida, como la Manzana, podría resistir sin derrumbarse completamente y despues de su reconstrución ahora con un nombre tan cubano de “Manzana Kempinski”
Kempinski es el nombre de la cadena hotelera que en contrato de Administración Hotelera será el encargado de lanzar al estrellato con su mercado cautivo y su experiencia en la dirección de grandes hoteles de primer nivel que es además el grupo de hoteles de lujo más antiguo de Europa. Hoteles Kempinski, es una empresa tradicional europea de hoteles de lujo y en cuya exclusiva lista ya figura Cuba con su Gran Hotel Manzana Kempinski La Habana, que tiene todas los atributos para convertirse en el “Place to be”(lugar para estar, por excelencia) de Cuba.
La revolución quiso o llegó a cambiar al edificio de nombre, como si quisiera borrar todo rastro de su pretérito esplendor, pero todos los cubanos la siguen nombrando Manzana de Gómez, y no importa lo que allí hagan, así se seguirá llamando.
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LA MANZANA DE GÓMEZ, HABANA (NOW MANZANA KEMPINSKI HOTEL) A COMPULSORY POINT OF REFERENCE FOR CUBANS
We Cubans say that Gómez’s is the most famous apple in the world: not the Big Apple (Big Apple: as New York City is called), neither Newton’s nor Guillermo Tell’s, and not even the famous technology company Apple with its logo of a bitten apple, are close to the importance that “Gomez’s apple” has had in its history for Cubans.
The Manzana de Gómez was like a city within the oldest part of the city, a body of building that since the 19th century housed law firms, consular offices, shops, and offices, and was and continues to be located in one of the areas most visited by Cubans and foreign visitors.
For more than a century, this place has been a must-see point of reference for Havanans, and also for visitors from the interior of the country, who came from the nearby Central Railway Station to the Capitol and continued from there, as many people did friends and family refer to her with a popular phrase: “I bought it at Manzana de Gómez.”
Since 1832 the most popular stores were those on the streets of Muralla and Oficios, along with other arteries, such as Monte, Neptuno, San Rafael, and Galiano later, but the Manzana de Gómez was the most important shopping center from its inauguration.
CONSTRUCTION OF LA MANZANA DE GOMEZ
Julián de Zulueta y Amondo, Marqués de Álava, Regidor, Mayor and Senator of the Kingdom for Havana Cuba, and for Álava), and that in a few years would become the most important producer of sugar, slave trader and businessman of multiple other facets, it was the construction of the property began. Julián de Zulueta built the Manzana up to the first floor in a work that began its work in 1890 and for which he used his privileges as mayor, but the works did not advance and the building remained incomplete for many years, and finally, the Gómez family would finish it.
In Cuba, José Gómez Mena is identified as the richest man in Cuba. Although he was not, he was always among the richest. Speaking in Cuba about Gómez Mena is synonymous with opulence and power, his assets were calculated for an average of 20 million pesos, a fortune equivalent to hundreds of millions in our days.
It was Andrés Gómez Mena, who finished the first floor and in 1909 the construction of two theaters began on the upper floors of the shops: “El Politeama Pequeno” and the “Politeama Grande” inaugurated between 1909 and 1910. The first one takes place in the Grande presentation of the great Cuban singer María Teresa Vera with only 15 years of age and the Orchestra of this Theater was directed by a young musician of 16 years: the teacher Eliseo Grenet, author of mythical pieces of the Cuban songbook such as Drume Negrita, Las pearls de your mouth, Slave lament, Green tobacco, The comparsa de los congos, La mora, and the world classic Ay! Mama Ines (all black people drink coffee).
This establishment is considered to be the forerunner of department stores in Havana. On the top of the building, there was theater, zarzuelas were listened to and even the incipient cinema was projected, while on the ground floor the sales success continued and the variety of offers and articles available in what can be conceived as the first mall or Cuban shopping center.
In 1918 the definitive extension was completed, the eight elevators and the 560 apartments with corridors and portals through which around tens of thousands of people passed daily, which caused the owners to receive, just for rent, about a thousand pesos a day, all a fortune for its time.
The block, like the Spanish constructions in Hispanoamerica, was erected within the square of one hundred varas per side; On each side, there was space for a street and this space is what was called a block.
La Manzana de Gómez has been, at the same time, the protagonist and witness of the Havana life, of its greatness and its misery, of all the vicissitudes registered in the last 120 years, which have been numerous and very transcendental. With its neoclassical style, it is a very particular case in the history of Cuban architecture, since it was, from its origin, intended for commercial, recreational, and administrative activities.
Havana has countless architectural icons, which identify it internationally, among them the National Capitol, El Castillo del Morro, the Cabaña Fortress, the Gran Teatro de La Habana, the old Galician and Asturian Centers, the Cathedral of Havana, and others. temples, the FOCSA Building, the Someillán building, the Bacardí building, the Christ of Havana, the Templete, the Paseo del Prado, the José Martí Memorial and now a jewel built on an emblematic building is added: the new “Hotel Manzana Kempinski “, old Manzana de Gómez.
THE REVOLUTION AND LA MANZANA DE GOMEZ
The Cuban revolution, which revolutionized everything, most of it for the worse, gradually destroyed the Manzana de Gómez.
In the first years, some shops survived on the ground floor, the upper floors, almost all of which were used for schools, trades, languages, basic secondary and worker-peasant faculty and continued to be used despite the poor condition of the property, which It was systematically deteriorating, except for some commercial premises repaired by foreign currency stores, a true oasis within so much destruction. The elevators had not worked for more than 10 years, and there were gaps where there were once windows and many balconies fell out.
Half a century without maintenance or repairs shows us that only a solid construction, like the Apple, could withstand without completely collapsing and after its reconstruction now with such a Cuban name of “Manzana Kempinski”
Kempinski is the name of the hotel chain that in a Hotel Administration contract will be in charge of launching stardom with its captive market and its experience in managing large first-rate hotels that is also the oldest group of luxury hotels in Europe. Kempinski Hotels is a traditional European company of luxury hotels and in whose exclusive list Cuba already appears with its Gran Hotel Manzana Kempinski La Habana, which has all the attributes to become the “Place to be” (place to be, par excellence ) from Cuba.
The revolution wanted or came to change the name of the building as if it wanted to erase all traces of its past splendor, but all Cubans continue to name it Manzana de Gómez, and no matter what they do there, it will continue to be called that way.
Agencies/ Memorias Cubanas/ Carlos RodriguezB./ Internet Photos/ Extractos/ Excerpts/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.
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