When I began to watch baseball, some 20 years ago, there were in Cuba baseball teams which were fantastic, with sublime quality. The Havana’s Industriales, the Vegueros of Pinar del Rio, the Henequeneros from Matanzas, the Villa Clara’s oranges, or the red and black of Santiago de Cuba, all of them invited you to fall in love with their essences due to the mystic exuded by their histories.
However, today these teams look like inert zombies or shadows living of the urban legends of the past which accommodate emerging limited level squads such as Ciego de Avila´s Tigers, Sancti Spiritus´s Roosters, Las Tunas´ Loggers or the Elephants from Cienfuegos.
At present, the biggest disaster of all is Santiago de Cuba. A team that became invincible in the late 1990s and at the beginning of this century, with an irreverent line-up led by the stars Orestes Kindelan (Cuban top slugger with 487 home-run), Antonio Pacheco (most complete second base of Cuban baseball), Gabriel Pierre or Fausto Alvarez, and an effective pitching staff, led by the speedy right-hander Norge Luis Vera, an illustrious, extraordinary, superhuman pitcher.
But there is nothing left from that bombast. There are not pieces from La aplanadora (The Leveler) as they were known. Santiago Santiago is no longer THAT Santiago. From being a ‘top’ team of Cuban baseball they turned into its Cinderella. They have only 4 or 5 quality players from an extensive list of 32; right now I could only mention Alexei Bell, and prospects Alaín Dela and Luis Yander La O. The magic of Santiago ran out and neither the illusionist David Copperfield could revive it.
It´s been two seasons since they last made it to the play-offs, something unusual for such a powerful club, and everything indicates they won´t qualify this season either, while being on the bottom of standings with only five wins in 21 games. Three years without playoffs are too many for Santiago.
This season´s game parameters are chaotic. They are third from the bottom of the table in pitching ERA (its pitching staff is second with less strikeouts), and twelfth in its former strength, hitting, with anemic batting average of .257 and only 9 homers in 700 at bats (1 for 75), and just two batters with averages over .300.
The factors of this debacle are various, though by no means unique to this team. You can mention the poor work with the lower categories, the use of limited and little current training systems, the defections of athletes, improvised manager changes, and retirement of some veterans like ex-catcher Rolando Merino and the aforementioned Vera.
Right now, the million dollar question is how to revive this baseball equipment, which won seven Cuban Championships in 1980, 1989, 1999, 2000, 2001, 2007 and 2008. I imagine it must be reflected in the style of the Shaolin Temple to find serious answers for a coherent development.
Sources: CubaSi/CancioVilar/InternetPhotos/www.theCubanHistory.com
Cuban Baseball: Santiago de Cuba/ THE CUBAN HISTORY/ Arnoldo Varona, Editor
Beisbol Cubano: Santiago de Cuba.
Cuando empecé a ver el béisbol, hace unos 20 años, había en los equipos de béisbol de Cuba, que eran fantásticos, con una calidad sublime. Industriales de La Habana, los Vegueros de Pinar del Río, los Henequeneros de Matanzas, naranjas la Clara de Villa, o el rojo y el negro de Santiago de Cuba, todos ustedes invitados a enamorarse de sus esencias, debido a la mística que desprende su historias.
Sin embargo, hoy en día estos equipos parecen zombies inertes o sombras que viven de las leyendas urbanas del pasado que acomodar las nuevas brigadas nivel limitados, tales como los Tigres de Ciego de Ávila, Gallos de Sancti Spíritus, Leñadores de Las Tunas “o los Elefantes de Cienfuegos.
En la actualidad, el mayor desastre de todos es Santiago de Cuba. Un equipo que se convirtió en invencible a finales de 1990 ya principios de este siglo, con un irreverente alineación encabezada por el Kindelán estrellas Orestes (toletero cubano superior con 487 jonrones), Antonio Pacheco (más completa base segunda de la pelota cubana ), Gabriel Pierre y Fausto Alvarez, y un cuerpo de lanzadores eficaz, dirigido por el veloz lanzador derecho Norge Luis Vera, un ilustre lanzador extraordinario, sobrehumano.
Pero no hay nada de eso ampulosidad. No hay piezas de La aplanadora (El nivelador) como se les conocía. Santiago Santiago ya no es la de Santiago. De ser un ‘top’ del equipo de béisbol cubano se convirtió en su Cenicienta. Tienen sólo 4 o 5 jugadores de la calidad de una extensa lista de 32, en estos momentos sólo podía hablar de Alexei Bell, y las perspectivas Alaín Dela y Luis Yander La O. La magia de Santiago salió corriendo y ni el ilusionista David Copperfield podría revivirlo.
Ya han pasado dos temporadas desde la última vez que hizo a los play-offs, algo inusual para un club tan poderoso, y todo indica que no va a calificar esta temporada tampoco, estando en la parte inferior de la tabla de posiciones con sólo cinco victorias en 21 juegos. Tres años sin playoffs es mucho para Santiago.
Parámetros de esta temporada de caza son caóticas. Son tercio de la parte inferior del cuadro de la efectividad de pitcheo (su cuerpo de lanzadores es el segundo con menos ponches), y el duodécimo en su antigua fuerza, golpear, con un promedio de bateo de .257 y anémico de sólo 9 jonrones en 700 turnos al bate (1 para 75), y sólo dos bateadores con promedio de más de .300.
Los factores de esta debacle son varias, aunque de ninguna manera exclusivo de este equipo. Se puede mencionar el trabajo pobre con las categorías inferiores, el uso de los sistemas de formación limitados y poco corrientes, las deserciones de deportistas, los cambios improvisados manager, y la jubilación de algunos veteranos como el ex receptor Rolando Merino Vera y el antes mencionado.
Ahora, la pregunta del millón es cómo revivir este equipo de béisbol, que ganó siete campeonatos de Cuba en 1980, 1989, 1999, 2000, 2001, 2007 y 2008. Me imagino que debe reflejarse en el estilo del templo de Shaolin para encontrar respuestas serias para un desarrollo coherente.
Sources: CubaSi/CancioVilar/InternetPhotos/www.theCubanHistory.com
Cuban Baseball: Santiago de Cuba/ THE CUBAN HISTORY/ Arnoldo Varona, Editor