Culture of Poverty.

The culture of poverty driven by the Castro regime has managed to alienate a large part of the population that is delivered with enthusiasm to the practices of the Rule of Ocha as if the foundation orishas could bring freedom, independence and wealth the island, where they have failed or for Yorubas and the miserable African Bantu.

The Castro, white and exclusionary power that 54 years after coming to power is looking blacks, mulattos and women to balance the racial representativeness, Santeria has been used to consolidate and counter totalitarian structure, especially in the years of hard struggle- the Catholic Church, which has swallowed almost everything.

Unfortunately, tyranny has not been alone in this endeavor. Many Santeria was done for the game to live a little less bad than their godchildren, many white families, decent Catholic and have had to take aseres fashions and modes and Ecobios to survive the widespread rude map, tourists from all over the world becoming saints by decree of CUC, and domestic and foreign intellectuals, embraced the syncretism of occasion.

Back at Sanctuary Communist.

In Cuba there was syncretism, because the Spanish colonizers imposed their faith and even their names to their black slaves who were forced to accept the Catholic faith of their masters, transmuting their deities and Christian saints virgins. But it was domain, taxation, no mix of cultures, as claimed by opportunists of all sorts and conditions.

The population is partially justified because they happened as slaves: they have not been forced to swallow with the provisions of the monologue totalitarian or inxiliarse exile. But passed committed intellectuals to hide Lydia Cabrera, for example, to participate actively in cultural archeology practiced Castro with the dead than alive were uncomfortable.

If anyone out right now for asking Havana Lachatañeré Romulo is likely that few can tell it was a Communist leader and scholar of Santeria who died in a plane crash in 1952, are the risks you have to attempt to rewrite the history in the image and likeness of Made in Jesuit leader.

But those without forgiveness, are all that army of intellectuals and journalists oficialoides, coming from seemingly Cartesian worlds, who have taken to Chango and Yemaya as their parents, and have become democracies in the living comfortably to announce the good news that Orunmila will open the doors to all the poor of the world in the new millennium.

The portion of Castro’s foreign allies for various reasons, hatred of the United States, personal frustration in their countries of origin and their humanity miserably found in Cuban neobrujería Breton’s surrealism, which feeds their likes and phobias, to blow drum of the Cuban Institute of Friendship with the Peoples (ICAP) and other active measures of the regime.

Ideal betrayed

Castro misery and poverty of our brothers and sisters on the island has finished attracting legions of miserable, that mask their predatory instincts in the alleged defense of an ideal dome betrayed by Castro and his followers, including Santeria that months ago exaltation several farces staged by the dying Hugo Chavez in Havana.

What’s more, the official figures of the last two population censuses leave no doubt that the black and mestizo Cubans are in lower socioeconomic status living on the island, as if they had been his powerful orishas condemned to one hundred years of solitude .

How is it then that many Cubans come to look with a Santero to know if they will have health, money and love? In other words, if they can travel abroad with good performance, because together that trinity in the Forever Faithful Island of Cuba is more complicated than for a camel to pass through the eye of a needle.

Simply because the system got a lot of people assume Santeria as part of national farce, to the point that the famous Letter of the Year is followed with keen interest by a majority, as if expecting rain coffee in the field.

Of the believers

Convinced believers Cuban syncretism, examples of which were militants in the communist party and Aracelio Lachatañeré Romulo Iglesias, among others, in the then Socialist Party (PSP) in Cuba returned to the communist religious shrine when a few years ago a bureaucrat the apparatus of the regime tour municipalities and provinces were allowed a revelation to his audience: Russian news agency TASS is authorized to inform the partner Aracelio Iglesias and others were authorized by the then leadership of the Socialist Party (PSP) to be Abakuá and Santeria (they are different things) to facilitate leadership among longshoremen.

No matter, whether it met or down orientation was an inspiration to oggum. He knew that he was acting within the revolution, which we know is-among other things-change everything that must be changed and never lying.

Poor Santeria, syncretistic, sycophantic and miserable of all kinds, which have been given to play dirty to put a polytheistic faith at the service of Castro totalitarianism.

Sources: CafeFuerte/CarlosCabreraPerez/Excerpts/InternetPhotos/thecubanhistory.com
Religion y Culture in Cuba: the ‘Rule of Ocha’
The Cuban History, Arnoldo Varona, Editor

DE RELIGION Y CULTURA EN CUBA: ‘LA REGLA DE OCHA’.

La noticia aparece desplegada en la primera página del diario Granma Cubano y otros medios replicantes de la maquinaria oficial: El primer vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, acaba de confirmar que una parte de los babalawos forman parte del entramado de dominación castrista, al asegurar que comparten objetivos y propósitos con el régimen. En la reunión estuvo de anfitrión Antonio Castañeda, presidente de la Asociación Yoruba de Cuba.

La cultura de la Pobreza.

La cultura de la pobreza impulsada por el castrismo ha conseguido alienar a buena parte de la población, que se ha entregado con entusiasmo a las prácticas de la Regla de Ocha como si los orishas de fundamento pudieran traer la libertad, la independencia y la riqueza a la isla, cuando no lo han conseguido ni para yorubas o bantúes en la mísera África.

El castrismo, un poder blanco y excluyente que 54 años después de llegar al poder anda buscando negros, mulatos y mujeres para equilibrar la representatividad racial, ha usado la santería para consolidar su estructura totalitaria y contrarrestar -sobre todo en los años de dura pugna- a la Iglesia Católica, que ha tragado con casi todo.

Lamentablemente, la tiranía no ha estado sola en este empeño. Muchos santeros se han prestado al juego para vivir un poco menos mal que sus ahijados; muchas familias blancas, católicas y decentes han tenido que asumir modas y modos de aseres y ecobios para sobrevivir en el mapa de mala educación generalizado; turistas de todas partes del mundo haciéndose santos por decreto del CUC; e intelectuales nacionales y extranjeros, abrazados al sincretismo de ocasión.

De vuelta al Santuario Comunista.

En Cuba no hubo sincretismo, porque los colonizadores españoles impusieron su fe y hasta sus apellidos a sus esclavos negros que se vieron obligados a asumir la fe católica de sus amos, trasmutando sus deidades en vírgenes y santos cristianos. Pero fue dominio, imposición, no mezcla de culturas, como pretenden oportunistas de toda clase y condición.

La población está parcialmente justificada porque les ha ocurrido como a los esclavos: no les ha quedado más remedio que tragar con lo dispuesto por el monólogo totalitario, exiliarse o inxiliarse. Pero los intelectuales comprometidos pasaron de esconder a Lydia Cabrera, por ejemplo, a participar activamente en la arqueología cultural que practica el castrismo con los muertos que vivos fueron incómodos.

Si alguien saliera ahora mismo por La Habana preguntando por Rómulo Lachatañeré es muy probable que pocos puedan decirle que fue un dirigente comunista y estudioso de la santería que falleció en un accidente aéreo en 1952; son los riesgos que tiene el intentar reescribir la historia a imagen y semejanza del caudillo Made in Jesuitas.

Pero los que no tienen perdón, son todo ese ejército de intelectuales y periodistas oficialoides, venidos de mundos aparentemente cartesianos, quienes han asumido a Changó y Yemayá como sus padres, y han vuelto a las democracias en las que viven confortablemente para anunciar la buena nueva que Orula les abrirá las puertas a todos los pobres del mundo en el nuevo milenio.

La porción de aliados extranjeros del castrismo por diversas razones -odio a Estados Unidos, frustración personal en sus países de origen y su condición humana miserable- ha encontrado en la neobrujería cubana el surrealismo de Bretón, que alimenta sus filias y sus fobias, a golpe de tambor del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) y otras medidas activas del régimen.

Ideales traicionados

La miseria castrista y la pobreza de nuestros hermanos y hermanas en la isla ha terminando atrayendo a una legión de miserables, que enmascaran sus instintos depredadores en la supuesta defensa de un ideal traicionado por la cúpula castrista y sus seguidores, incluidos los santeros que meses atrás montaron varias farsas de exaltación por el moribundo Hugo Chávez en La Habana.

Por si fuera poco, las cifras oficiales de los dos últimos censos de población no dejan dudas de que los negros y mestizos cubanos son los que en peores condiciones socioeconómicas viven en la isla, como si sus poderosos orishas los hubieran condenado a cien años de soledad.

¿Cómo es posible entonces que muchos cubanos acudan a mirarse con un santero para saber si van a tener salud, dinero y amor? En otras palabras, si podrán viajar al extranjero con buen desenvolvimiento, porque juntar esa trinidad en la Siempre Fiel Isla de Cuba es más complicado que hacer pasar un camello por el hueco de una aguja.

Sencillamente porque el régimen consiguió que mucha gente asumiera la santería como parte del sainete nacional, hasta el punto de que la famosa Letra del Año es seguida con vivo interés por una mayoría, como esperando que llueva café en el campo.

De los creyentes

Convencidos creyentes del sincretismo cubano, ejemplo de los cuales se encontraban los militantes en el partido comunista como Rómulo Lachatañeré y Aracelio Iglesias, entre otros, dentro del entonces Partido Socialista Popular (PSP) en Cuba regresaron al santuario religioso comunista cuando hace unos años un burócrata del aparato del regimen de gira por municipios y provincias se permitió una revelación a su auditorio: La agencia noticiosa rusa TASS está autorizada a informar que el compañero Aracelio Iglesias y otros estaban autorizados por la entonces dirección del Partido Socialista Popular (PSP) a hacerse abakuá y santero (son cosas diferentes) para facilitar su liderazgo entre los obreros portuarios.

Poco importa, si cumplía una orientación bajada o fue una inspiración de Oggum. El orador sabía que estaba actuando dentro de la revolución, que ya sabemos que es -entre otras muchas cosas- cambiar todo lo que deba ser cambiado y no mentir jamás.

Pobres santeros, sincretistas, aduladores y miserables de toda clase, que se han prestado al juego sucio de poner una fe politeísta al servicio del totalitarismo castrista.