LAS HUELLAS CUBANAS DE FEDERICO GARCIA LORCA
En 1998 hubo de crearse en la Habana, Cuba una Comisión Nacional que dirigió los actos en conmemoración (1898-1998) al Siglo del nacimiento de uno de los más destacados y reconocidos poetas que haya dado España, Federico García Lorca. Un poeta que amó a Cuba.
A pesar que las relaciones de la Administración de los Castros con Espana han tenido siempre sus bajas y altas, en aquel entonces se inauguró un Centro Cultural de España en La Habana y conscientes del cariño y admiración que Cuba le profesa al inolvidable bardo, el dramaturgo Lluis Pascual aprovechó la oportunidad para desgranar ante los asistentes algunos versos del poeta granadino; al mismo tiempo se realizaba una exposición fotográfica de reconocimiento. Estuvo presente Manuel Fernández Montesinos, sobrino de Federico García Lorca. En España, el año de 1998 fue bautizado por el pueblo “El Santo Año de Lorca” como parte de los festejos que la Comisión Nacional Organizadora de los Actos del Centenario de Federico García Lorca, que preside el Rey español Juan Carlos, celebrado con un gran número de eventos.
LLEGA A LA HABANA
“Soy Federico García…”, diría a manera de presentación a quienes le recibían a su llegada a La Habana, uno de los mejores escritores españoles de todos los tiempos. Desde entonces, 7 de marzo de 1930 y para siempre, el poeta andaluz Federico García Lorca se convertiría en una de los más admirados y queridos intelectuales que visitarían a Cuba. Su gracia y sencillez hubo de ganarse a todos los que le conocieron.
Federico García Lorca llegaba desde Nueva York invitado por la Asociación Hispano Cubana de Cultura que dirigía don Fernando Ortiz para dar una serie de charlas y conferencias en la isla. Además de dramatista, pintor, pianista y excelente actor, García Lorca era, y todavía es, uno de los mejores poetas que haya dado España desde el siglo XVII.
Sin filiación política alguna, una de las causas de su trágica muerte ocurrida a principio de la rebelión nacionalista de 1936 en España fue producto de la intolerancia en la sociedad española de entonces que consideraba al homosexualismo como un pecado.
Su libro “Poeta en Nueva York”, que completa durante su estancia en Cuba con su poema “Son de negros en Cuba”, recoge en sus versos la fuerte impresión que dejaran en el poeta sus días cubanos, que en carta a sus padres desde La Habana les dice: “Esta isla es un paraíso”. Federico García Lorca se deslumbró con Cuba tanto como los mismos cubanos se hechizaron con su presencia. En su poema dedicado a la isla “Son de negros en Cuba” dice:
“Cuando llegue la luna llena iré a Santiago de Cuba,
iré a Santiago
en un coche de agua negra.
Iré a Santiago.
Cantarán los techos de palmera.
iré a Santiago.
Cuando la palma quiere ser cigüeña,
Iré a Santiago”.
Su poema transformó en Cuba a la poesía adherida al populismo de la época; género y arte que cultivan los cubanos Zacarías Tallet, Nicolás Guillén entre otros y que se extenderá con los años por toda nuestra América.
Desde su llegada a Cuba junto al poeta español estuvieron sus amigos los hermanos Loynaz del Castillo; Flor, Carlos, Enrique y Dulce María, esta última muerta hace apenas unos meses en La Habana, ciudad a la que se negó abandonar; otros amigos del poeta granadino que entonces le acompañaron fueron José María Chacón y Calvo, que fuera instrumento de su viaje a Cuba, Emilio Roig y los poetas Cardosa y Aragón, guatemaltecos, y Porfirio Barba Jacob, colombiano.
Todo el mundo que le conoce queda prendado de “su gracia y vitalidad”, como dijera la escritora cubana Lydia Cabrera, que le conoció y a quien el poeta dedica, escogida por ella misma, uno de sus más famosos poemas, “La casada infiel”, que con razón el escritor cubano Guillermo Cabrera Infante considera entre los textos más eróticos escritos en español. Su visita a La Habana, como la describe un periodista de entonces, está “llena de agasajos, de charlas y de homenajes y abrumada por la dulce tiranía de la amistad”.
En sus cartas de aquellos días, García Lorca, refiriéndose a la mujer cubana, lo hace como “las más hermosas del mundo. Esta isla tiene más bellezas femeninas de tipo original… debido a las gotas de sangre negra que llevan todos los cubanos”.
Además de sus reuniones literarias García Lorca gustaba de escaparse a solas para así recorrer los barrios marginales de La Habana, mezclándose con la población del país y desapareciendo por algún tiempo en las provincias cubanas.
“¡Oh Cuba! ¡Oh ritmo de semillas secas!
Iré a Santiago.
¡Oh cintura caliente y gota de madera!
Iré a Santiago”.
En sus escapadas a través de la isla visita las ciudades de Sagua la Grande y Caibarien, Cienfuegos. Viaja a Santiago de las Vegas invitado por la Asociación Cultural “Euterpe”, presidida por el dramaturgo Marcelo Salina. Visita Varadero, el Valle de Viñales, el Valle de Yumurí, donde queda extasiado por la belleza del paisaje. A fines del mes de mayo llega a Santiago de Cuba, hospedándose en el Hotel Venus cerca del centro de una ciudad que oye admirada su conferencia “Mecánica de la nueva poesía”, que atrae un numeroso público.
“Siempre he dicho que yo iría a Santiago
en un coche de agua negra…”.
Decía al terminar una de sus estrofas su poema “Son de negros en Cuba”.
El 9 de agosto de 1936 en Granada, el poeta Federico García Lorca es arrastrado por simpatizantes falangistas a un campo raso y fusilado, sus restos son echados en una fosa común sin identificar.
Allí, en el barranco de Viznar, conocemos de una placa y el recuerdo de sus versos…
“que todos sepan que no he muerto;
que hay un establo de oro en mis labios;
que soy el pequeño amigo del viento Oeste;
que soy la sombra inmensa de mis lágrimas”.
La muerte de aquel poeta español que amó a Cuba, y entre cuyas notas a sus padres se puede leer: “Si me pierdo que me busquen …en Cuba”, dejó marcas imborrables en todos los que le conocieron y lamentaron su inútil asesinato.
En el homenaje hoy a sus 116 años de su nacimiento, todos los cubanos y españoles, al igual que el mundo entero, deberían de conmemorar en honor a la memoria de Federico García Lorca no sólo su resurrección espiritual, también la derrota de la intolerancia.
Arnoldo Varona/InternetPhotos/TheCubanHistory.com
FEDERICO GARCIA LORCA’S footprints in Cuba
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor
(Cuba en Fotos).
FEDERICO GARCIA LORCA’S footprints in Cuba.
In Habana, Cuba in 1998 was created a National Commission to commemorate the anniversary of a century (1898-1998) birth of one of the most outstanding and recognized poet who has born Spain, Federico Garcia Lorca. A poet who loved Cuba.
Although relations between the Administration of the Castros in Cuba has always had its ups and downs with Spain, at that time was opened a cultural center of Spain in the capital city and aware of the affection and admiration professes to him in Cuba, play writer Lluis Pascual took the opportunity to read to the audience some verses of the poet from Granada, at the same time conducting a photographic exhibition of recognition. Manuel Fernandez Montesinos was present, nephew of Federico Garcia Lorca. In Spain, the year of 1998 was baptized by the people “The Holy Year of Lorca” as part of the celebrations that the National Organizing Commission of the Acts of the Centenary of Federico Garcia Lorca, who chairs the Spanish King Juan Carlos, concluded with a large number of events.
COMES TO HAVANA
“I’m Federico Garcia …”, say by way of introduction to those who received on his arrival in Havana, one of the best Spanish writers of all time. Since then, March 7, 1930 and for all, the Andalusian poet Federico García Lorca became one of the most admired and beloved intellectuals who would visit Cuba. His grace and simplicity had to win over all who knew him.
Federico Garcia Lorca arrived from New York invited by the Cuban Association of Hispanic Culture that led Fernando Ortiz to give a series of lectures and conferences on the island. Besides dramatist, painter, pianist and excellent actor, García Lorca was and still is, one of the best poets who have given Spain since the seventeenth century.
Without any political affiliation, a cause of his tragic death occurred at the beginning of the nationalist rebellion of 1936 in Spain was the result of intolerance in Spanish society then considered homosexuality as a sin.
His book “Poet in New York,” which completes during his stay in Cuba with his poem “Son of blacks in Cuba,” he stated in his verses the strong impression that the poet left his days in Cuba, who in a letter to his parents from Havana says, “This island is a paradise.” Federico Garcia Lorca was dazzled by Cuba as much as the Cubans themselves are charmed by his presence. In his poem dedicated to the island “are blacks in Cuba,” says:
“Cuando llegue la luna llena iré a Santiago de Cuba,
iré a Santiago
en un coche de agua negra.
Iré a Santiago.
Cantarán los techos de palmera.
iré a Santiago.
Cuando la palma quiere ser cigüeña,
Iré a Santiago”.
His poem became Cuba to poetry attached to the populism of the time, gender and art cultivated by Zacarias Tallet Cuban Nicolas Guillen and others and will run over the years throughout the Americas.
Since arriving in Cuba by the Spanish poet were friends Loynaz del Castillo brothers, Flower, Charles, Henry, Sweet Mary, the latter died a few months ago in Havana, a city that refused to leave, other friends of the poet Granada who then accompanied him were Jose Maria Chacon y Calvo, who was the instrument of his trip to Cuba, Emilio Roig and poets Cardosa and Aragon, Guatemalans, and Porfirio Barba Jacob, Colombia.
Everyone who knows him falls in love with “grace and vitality,” as saying Cuban writer Lydia Cabrera, who knew him and whom the poet dedicated, chosen by herself, one of his most famous poems, “The Unfaithful Wife ‘ , which is why the Cuban writer Guillermo Cabrera Infante considered among the most erotic texts written in Spanish. His visit to Havana, as described by a journalist then, is “full of treats, talks and tributes and overwhelmed by the sweet tyranny of friendship.”
In his letters of that day, Garcia Lorca, referring to Cuban women do it as “the most beautiful in the world. This island has more original type female beauty … because black blood drops leading all Cubans “.
In addition to meeting literary García Lorca liked to escape and go alone to the slums of Havana, mixing with the country’s population and disappearing for some time in the Cuban provinces.
“¡Oh Cuba! ¡Oh ritmo de semillas secas!
Iré a Santiago.
¡Oh cintura caliente y gota de madera!
Iré a Santiago”.
In his trips through the island visit the cities of Sagua la Grande and Caibarien, Cienfuegos. Travel to Santiago de las Vegas invited by the Cultural Association “Euterpe,” chaired by playwright Marcel Salina. Visit Havana, Vinales Valley, the Valley of Yumurí, where it is entranced by the beauty of the landscape. In late May reached Santiago de Cuba, staying at the Hotel Venus near the center of a city that hears admired his lecture “Mechanics of the new poetry,” which attracts a large audience.
“Siempre he dicho que yo iría a Santiago
en un coche de agua negra…”.
Decía al terminar una de sus estrofas su poema “Son de negros en Cuba”.
On August 9, 1936 in Granada, the poet Federico Garcia Lorca is driven by a Falangist supporters open field and shot, his remains were thrown into unmarked mass graves.
There in the ravine of Viznar, we know of a plate and the memory of his verses …
“Let everyone know that I am not dead;
there is a stable of gold in my lips;
I am the little friend of the west wind
I am the shadow of my tears. ”
The death of the Spanish poet who loved Cuba, and among parents whose notes reads: “If I get lost you can look for me in Cuba,” left indelible marks on everyone who knew him and mourned his useless murder.
In tribute today to its 116 years of his birthday, all Cuban and Spanish people, as the whole world, should celebrate honoring the memory of Federico Garcia Lorca, not only his spiritual resurrection, but also the defeat of intolerance.
Arnoldo Varona/InternetPhotos/TheCubanHistory.com
FEDERICO GARCIA LORCA’S footprints in Cuba
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor