* * CUBA: THE PAST waiting for us * * CUBA: EL PASADO que nos espera .

CUBA: What to do with the past ahead will be a topic of great interest when the irrepressible biology do your will on earth. It is not More than half a century of bitter quarrels. And if we add a long chain of memories Batista -protagonists deceased, in nursing homes or in the care of their families-process so much information is virtually impossible.

It can be easy to view the Day After . A new class, technocratic-military no commitment other than to retain power, inherits a political-economic system in bankruptcy, except when prepared the transition to truly free market now, as improbable lead in the case of the island to a presumed loss of political power. The emerging regime would have to be very lucky to avoid a new social pact. But if the betrayal Cubans who think differently is consolidated by some Latin American countries, and even, by Americans, unfortunately, are history-the new emerging class in Cuba would legitimize, and individual freedoms would be trampled.

The social contract, ie, the concordat between rulers and ruled, must do something with that past if it wants to be minimally legitimate. Here, and is valid to include it in the equation, there will be a viable, economic or political without the participation of Cubans abroad, exile is hard or the fine wool.

Havana Waterfront From Above

A likely scenario is to do nothing with the past. A clean slate, but without blur, the account remains. It is the choice of the guilty, the perpetrators of both sides. In this variant there is no reconciliation because there is no admission of liability, much less accountability and acceptance of the facts. It is a time bomb. A sort of Stop Law ellipsis. The tragedy will happen sooner than later.

Another scenario is reissuing the Revolutionary Courts, and put on television a frenzied crowd screaming firing squad who, half a century before, prompted the shootings. That’s understandable-the-victims, trapped even in his pain. But in more than half a century of government will be difficult to identify someone who has not had by word, deed or omission minimal responsibility for the perpetuation of the regime. Applying a law of retaliation, ie identical strike back quality-is what it means Talis Latin-will victims and perpetrators in the same moral corner. The tragedy happen again now because the victims are the future perpetrators.

A third variant is applied in South Africa and, to this end, it is necessary to have leaders such as Nelson Mandela and Desmond Tutu. Fortunately for our country, leaders of that charisma are a few on the island because, what to do with so much pain? How to merge a country that was never together? How institutionalizing a republican people whose life is perhaps a third of the life lived under authoritarian regimes? The Commission for Truth and Reconciliation was the response of South Africans. A court that hears but does not judge. A court but does not punish the wickedness public. A court whose only compensation is the acceptance of responsibility of the accused and asked repentance. A court without sanctions, but calls on the perpetrators least some moral repair.

This third option does not usually like either victims or perpetrators, which means it could be the most accurate. It is likely that this path leads to the desired reconciliation among Cubans. This, as has been said, perhaps biology should do generational sweep function. While not always a matter of age.

loip

Consider:
These days we visited in former Miami players Industrial. I grew up watching Armando homers give Capiró-say he had problems at the height of his career, enjoying Anglada electrifying plays prison for not reporting to a friend-and surprised by the iron will of a valley or other Lazarus Lazarus Vargas-both big mouths and sometimes punished . I was proud when Arocha and then the “Duke” decided to stay and play in the big leagues. And I felt very sad when men of whom it says are good people like Padilla and Javier Mendez, physically assaulted an individual whose offense was jump to the ground with a sign in his hands, something that made ​​the revolutionary years earlier. Who knows what sudden fear young Cuban players felt when reading The Homeland Belongs to All .

The industrialists who live on the island come to join other resent in Miami, some as Marquetti Augustine, former member of the Ministry of Interior. But as I write these lines there is no ground to play ball, at least not in Miami. In their opening statements, the industrialists of the island have shown respect and awe to see first hand the true face of the majority of Cuban exiles. The conflict generated by the Industrial could be a scaled, tiny, past ahead. If we can not agree to receive and talk with a few ex deportistas …

Winston Churchill, a great man and who is still ticking of inflexible, wrote: if this comes to judge the past, the future will be lost .

Sources: CubaEncuentro/JesusAlmagro/Excerpt/InternetPhotos/www.thecubanhistory.com
CUBA: THE PAST BEFORE US / CUBA: EL PASADO QUE NOS ESPERA.
The Cuban History, Arnoldo Varona, Editor

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CUBA: THE PAST BEFORE US.

CUBA: Qué hacer con el pasado que nos espera será un tema de sumo interés cuando la irreprimible biología haga su voluntad sobre la tierra. No es poco Pasado más de medio siglo de encarnizadas pendencias. Y si a ello sumamos una larga cadena de memorias del Batistato —protagonistas ya fallecidos, en asilos o al cuidado de sus familias—, procesar tanta información resulta, virtualmente, imposible.

Puede ser fácil visionar el Día Después. Una nueva clase, tecnocrática-militar, sin otro compromiso que retener el poder, hereda un sistema político-económico en bancarrota —excepto si se prepara la transición al verdadero mercado libre desde ahora, algo improbable pues llevaría en el caso de la Isla a una presumible pérdida del poder político. El régimen emergente tendría que tener mucha suerte para evadir un nuevo pacto social. Pero si la traición a los cubanos que piensan diferente se consolida por algunos países latinoamericanos, e incluso, por los norteamericanos —desgraciadamente, antecedentes hay— la nueva clase emergente en Cuba se legitimaría, y las libertades individuales quedarían conculcadas.

Havana Waterfront From Above

El pacto social, es decir, el concordato entre gobernados y gobernantes, deberá hacer algo con ese pasado si es que quiere ser mínimamente legitimo. Aquí, y es válido incluirlo en la ecuación, no habrá una salida viable, ni económica ni política sin la participación de los cubanos en el exterior, sea el exilio duro o el de lana fina.

Un probable escenario es no hacer nada con el pasado. Un borrón y cuenta nueva, pero sin borrón, la cuenta se queda. Es la opción de los culpables, de los victimarios de ambos bandos. En esa variante no hay reconciliación pues no hay admisión de responsabilidades, mucho menos rendir cuentas y aceptación de los hechos. Es una bomba de tiempo. Una especie de Ley de Punto Final con puntos suspensivos. La tragedia volverá a suceder más pronto que tarde.

Otro escenario es reeditar los Tribunales Revolucionarios, y poner por televisión una frenética muchedumbre gritando paredón a quienes, medio siglo antes, incitaron los fusilamientos. Esa es la opción —entendible— de las víctimas, atrapadas aun en su dolor. Pero en más de medio siglo de gobierno será difícil identificar a alguien que no haya tenido por palabra, obra u omisión, un mínimo de responsabilidad de la perpetuación del régimen. Aplicar una Ley del Talión, es decir, devolver el golpe en idéntica cualidad —es lo que significa Talis en latín— pondrá a víctimas y victimarios en la misma rinconera moral. La tragedia volverá a suceder pues las ahora víctimas serán los futuros victimarios.

Una tercera variante es la aplicada en Sudáfrica, y que, para ello, es necesario poseer líderes de la talla de Nelson Mandela y Desmond Tutu. Por suerte para nuestra patria, líderes de ese carisma hay unos cuantos en la Isla. Porque, ¿qué hacer con tanto dolor? ¿Cómo unir un país que jamás estuvo unido? ¿Cómo institucionalizar un pueblo cuya vida republicana es, acaso, un tercio de la vida vivida en regímenes autoritarios? La Comisión para la Verdad y la Reconciliación fue la respuesta de los sudafricanos. Un tribunal que no juzga sino oye. Un tribunal que no castiga sino que hace públicas las maldades. Un tribunal cuya única retribución es la aceptación de la responsabilidad de los inculpados y pide arrepentimiento. Un tribunal sin sanciones, pero que solicita a los victimarios alguna reparación por lo menos moral.

Esta tercera opción no suele gustar ni a víctimas ni victimarios, lo cual significa que pudiera ser la más acertada. Es probable que ese camino conduzca a la tan deseada reconciliación entre los cubanos. Para ello, ya ha sido dicho, quizás la biología deba hacer su función de barrido generacional. Aunque no siempre es asunto de edades.

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Veamos:
Por estos días nos visitan en Miami antiguos jugadores de los Industriales. Crecí viendo dar jonrones a Armando Capiró —dicen que tuvo problemas en la cúspide de su carrera—, disfrutando electrizantes jugadas de Anglada —preso por no denunciar a un amigo— y sorprendido por la voluntad de hierro de un Lázaro Valle o del otro Lázaro, Vargas —ambos bocones y alguna vez sancionados. Me sentí orgulloso cuando Arocha y después el “Duque” decidieron quedarse y jugar en la Grandes Ligas. Y me sentí muy triste cuando hombres de los cuales se dice son buenas personas como Padilla y Javier Méndez, agredieron físicamente a un individuo cuyo delito fue saltar al terreno con un cartel en sus manos —algo que hicieron los revolucionarios años antes. Quién sabe qué repentino miedo sintieron los jóvenes peloteros cubanos al leer La Patria es de Todos.

Los industriales que viven en la Isla vienen para unirse a otros resientes en Miami, algunos como Agustín Marquetti, exmiembro del Ministerio del Interior. Pero mientras escribo estas líneas no hay terreno para jugar a la pelota, al menos no en Miami. En sus declaraciones iniciales, los industriales de la Isla han mostrado respeto y asombro al conocer de primera mano el verdadero rostro de la mayoría del exilio cubano. El conflicto generado por los Industriales pudiera ser una muestra a escala, pequeñísima, del pasado que nos espera. Si no podemos ponernos de acuerdo para recibir y conversar con unos pocos exdeportistas…

Winston Churchill, un hombre genial y a quien se sigue tildando de inflexible, escribió: si el presente trata de juzgar el pasado, se perderá el futuro.

Sources: CubaEncuentro/JesusAlmagro/Excerpt/InternetPhotos/www.thecubanhistory.com
CUBA: THE PAST BEFORE US / CUBA: EL PASADO QUE NOS ESPERA.
The Cuban History, Arnoldo Varona, Editor

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