The magazine “Le Figaro” of 3 September 1899 refers to the entrance to Havana the first tricycle brand Prinetti & Stucchi. Had a benzine engine, patent Prinetti, simple design, easy to maneuver, based on a frame that united the three wheels or support points; its engine was placed in the center of gravity, a feature which made it a motorcycle stable in any type of surface. At that time the DeDion Bouton engine, made in France, led the motorized market.
Our island for its privileged position, generating a large transit of goods which aroused among the habaneros fanaticism for everything new that came through the port of Havana.
Already in 1908 the first fleet of police appears in Cuba, with bicycle motor home Peugeot Fils. In 1917, appears in Havana, the first official motorcycle business “Excelsior-Henderson” and expands with devices from the likes of the legendary “Indian”, “Harley-Davidson”. Although there was also an English market, “Van Der Mye Motors”, product of the distribution of other motorcycles from Europe, with English engines, which offered strong competition to the products of the north.
References I suggest that the first 4 piston motorcycles entered Havana around the years 1914 to 1916. Already at that time there were workshops in Havana and people dedicated to the work of restoration and maintenance but also the emerging design, machining gear boxes, carburetors etc.
Long before the start of the Second World War, in Cuba there were three commercial firms engaged in trade of motorcycles: English market oriented and two American products represented by Mr. Luis Bretos selling the “Harley-Davidson” (HD) and the other established by Mr. RS Waters which marketed the “Indian”, seizing American market representation that left his predecessors, Mr. Cristian Bru and Jose Presas precursors of Cuban motorcycling.
In 1922, the model “Indian Chief”, one of many designed by Charles B. Franklin, his outstanding engineer appears. At that time in Cuba, the business of “Indian” was located on Calzada Lopez and Jesus del Monte, No. 252, phone: 2367, only dealer of these engines legendary island, machines which enjoyed great prestige competences. In 1928 the Club of motorists “Backpacker is founded. Engaged in excursions around the island.
By devoting its production to military conflict, the engines of “indian” American, in 1945, had lost its primacy among civilian customers, keeping its closest competitor “Harley-Davidson” (HD) with the best part of the demand.
With the end of war reborn countless businessmen in Cuba. At this stage of peace, “Indian” change of representation for the fourth time on the island and became “Rogers International de Cuba”. Already in those years the directors of the “Harley-Davidson” in the United States and Cuba had taken a series of measures and results were evident in the world of motorcyclists. In the 50s there is a boom of these vehicles.
Gonzalo Alonso Bernardo Fernandez, the “Gallego” known figure in the world of motorcycling, already had a customer in his motorcycle shop in the neighborhood of La Ceiba and running in street skills with their “Indian Bonneville” that began to change . On one occasion have the opportunity to compete with engines Vincent (Brack Shadow) from “Van Der Mye Motors” and grandiose Harley-Davidson of Bretos, who were the fastest engines at the time, giving “a pipe” to those machines with their “Indian Custom Racer”, causing the curiosity of the Rogers International de Cuba did not understand the reasons for their success. This event made famous the “Galician” and becomes part of the elite in racing.
The women were not excluded from this movement, our great artist Maria de los Angeles Santana was a woman, exceptional and dynamic, all others came forward to mount a “Harley Davidson” around the boardwalk. Even personality was the first television world he did. Not forgetting Lourdes, daughter of Luis Bretos, deftly able to master the great “Harley-Davidson”.
MemoriasDeCuba / Derubín Jacome / InternetPhotos / www.thecubanhistory.com
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor.
MOTOS EN CUBA. SU LLEGADA.
La Revista “El Fígaro” del 3 de septiembre del año 1899 hace referencia a la entrada a La Habana del primer triciclo marca Prinetti & Stucchi. Tenía un motor de benzina, patente Prinetti, diseño sencillo, fácil de maniobrar, basado en un bastidor que unía las tres ruedas o puntos de apoyo; su motor estaba colocado en el centro de gravedad, aspecto este que lo convertía en una motocicleta estable en cualquier tipo de superficie. En esos momentos el motor DeDion Bouton, de fabricación francesa, lideraba el mercado motorizado.
Nuestra isla, por su posición privilegiada, generaba un gran tránsito de mercancías lo que despertó entre los habaneros un fanatismo por todo lo novedoso que entraba a través del puerto de La Habana.
Ya en el año 1908 aparece la Primera flotilla de la policía en Cuba, con bicicletas con motor de la casa Fils de Peugeot. En 1917, aparece en La Habana, el primer negocio oficial de motocicletas “Excelsior-Henderson” y se expande con aparatos de la talla de las legendarias “Indian”, “Harley-Davidson”. Aunque también existió un mercado inglés, “Van Der Mye Motors”, producto de la distribución de otras motocicletas procedentes de Europa, con motores ingleses, que ofreció una fuerte competencia a los productos del norte.
Las referencias apuntan que las primeras motocicletas de 4 pistones entraron en La Habana alrededor de los años 1914 a 1916. Ya en esa época existían en La Habana talleres y personas que se dedicaban a las labores de restauración y mantenimiento pero también al incipiente diseño, maquinado de cajas de velocidad, carburadores etc.
Mucho antes de iniciarse la segunda Guerra Mundial, en Cuba existían tres casas comerciales que se dedicaban al comercio de las motocicletas: la orientada al mercado inglés y dos a los productos americanos representados por el señor Luis Bretos que vendía los “Harley-Davidson” (HD) y el otro establecido por el señor R. S. Waters que comercializaba los “Indian”, apoderándose de la representación del mercado americano que dejaban sus antecesores, los señores Cristian Brú y José Presas precursores del motociclismo cubano.
En 1922, aparece el modelo “Indian Chief”, uno de los tantos diseñados por Charles B. Franklin, su destacado ingeniero. En aquel momento en Cuba, el negocio de los “Indian” estaba ubicado en López y Calzada de Jesús del Monte, No. 252, teléfono: 2367, único concesionario de estos legendarios motores en la isla, máquinas que gozaban de un gran prestigio en las competencias. En 1928 se funda el Club de motoristas “Trotamundo. Se dedicaban a hacer excursiones por la isla.
Por dedicar su producción a la contienda bélica, los motores del “indian” americano, en 1945, habían perdido su primacía entre los clientes civiles, quedándose su cercano competidor “Harley-Davidson” (HD) con la mejor parte de la demanda.
Con el fin del conflicto bélico renacían infinidad de negociantes en Cuba. En esa etapa de paz, la “Indian” cambiaba de representación por cuarta vez en la isla y se convertía en “Rogers International de Cuba”. Ya en esos años los directivos de los “Harley-Davidson” en Estados Unidos y en Cuba habían tomado una serie de medidas y sus resultados se hicieron evidentes en el mundo de los motociclistas. En la década de los 50 hay un gran auge de estos vehículos.
Gonzalo Bernardo Alonso, Fernández, el “Gallego”, figura reconocida en el mundo del motociclismo, ya tenía una clientela en su taller de motocicletas en el barrio de La Ceiba y corría en las competencias callejeras con su “Indian Bonneville” que comenzaba a modificar. En una ocasión tiene la oportunidad de competir con los motores Vincent (Brack Shadow) de “Van Der Mye Motors” y los grandiosos Harley-Davidson de los Bretos, que eran los motores más rápidos en aquellos momentos, dándole “un tubo” a esas máquinas con su “Indian Custom Racer”, provocando la curiosidad de la Rogers International de Cuba que no comprendía los motivos de tal éxito. Este acontecimiento hace famoso al “gallego” y pasa a formar parte de la elite en las carreras.
Las mujeres no quedaron excluidas de este movimiento, nuestra gran artista María de los Ángeles Santana fue una mujer, excepcional y dinámica, que se adelantó a todas las demás en montar una “Harley Davidson” por todo el malecón. Incluso fue la primera personalidad del mundo televisivo que lo hizo. Sin olvidar a Lourdes, la hija de Luis Bretos, capaz de dominar con destreza a la gran “Harley-Davidson”.
MemoriasDeCuba/Derubin Jacome/InternetPhotos/www.thecubanhistory.com
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor.