THE “TINGO TALANGO” and Julio Cuevas, his author. (Born: Trinidad) *** EL “TINGO TALANGO” y Julio Cuevas, su autor. (Nacido en Trinidad)

THE “TINGO TALANGO” AND JULIO CUEVAS, HIS AUTHOR.

Julio Cuevas (Trinidad, Cuba, 12 April 1897 – Havana, 25 December 1975) was a Cuban trumpeter, composer and band leader. He was an important figure in the spread of Cuban popular music in the 1930s.

Cuevas played cornet in the local children’s band at ten, and soon composed a number of danzones. In 1916 he became the clarinetist of the Santa Clara municipal band. He joined Arquimedes Pous’ theatre company, which toured the island regularly. In 1923 he founded and directed the municipal band of Trinidad. In 1929 he moved to Havana and played with Moises Simons and also with the Hermanos Palau orchestra.

Cueva’s big break came when Don Azpiazú formed a band to tour Europe after the success of the Peanut Vendor. After the band returned, Cueva stayed in Europe for ten years as a trumoeter and band leader. He signed a contract with a Parisian nightclub, which promptly renamed itself La Cueva. Sublette says that it was in this club that Cueva and Eliseo Grenet launched the conga as a salon dance. However, the Lecuona Cuban Boys were playing it at the same time.

He was in Madrid when the Spanish Civil War started, and promptly joined the Republican side. He directed the 4th division’s band on the battlefield. When the republicans were defeated, he left for Paris but was intercepted and briefly imprisoned.

Cuevas returned to Cuba in 1940 and founded his own band, which became popular and performed on radio CMHI (later Cadena Azul, later still RHC-Cadena Azul) as Orquesta Montecarlo.

This was a top-class outfit with several young members who later became famous, such as trumpeter Remberto Lara, with Tito Gómez and Cascarita (Orlando Guerra) on vocals. Cuevas finally left the band and rejoined the Hermanos Palau orchestra, where he met the young pianist-arranger René Hernández.

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EL “TINGO TALANGO” Y JULIO CUEVAS, SU AUTOR.

Si usted es cubano viejo seguramente ha oído hablar del “Tingo Talango”. Y ¿Qué es el Tingo Talango? Bueno, según dice Julio Cuevas en su sabrosa guaracha del mismo nombre, el Tingo Talango es un instrumento musical que “no es de cuerda ni de viento”.

El Tingo Talango es de origen congo y según Helio Orovio en su Diccionario de la Música Cubana, “consiste en una rama flexible clavada en la tierra que, arqueada, pone en tensión un cordel hecho de yagua o de latón. Esta va fija al suelo, tapando un hoyo hecho en la tierra a cierta distancia del arco tensor”.

Y sigue diciendo Orovio: “El músico, de pie o sentado, según el tamaño del instrumento, frente a la cuerda o alambre que ha quedado vertical, tenso, lo golpea con un palo, mientras que con la otra mano, apoyada en el bejuco arqueado, modifica la tensión y obtiene sonidos de diferentes alturas”.

En la guaracha de Julio Cuevas hay un estribillo que dice: “dale que dale al sumbantorio”. ¿y qué es el “sumbantorio” se preguntará usted?. Pues, según mis fuentes, es como le llamaban los cubanos viejos al trasero de la mujer, al que también se referían como el “volumen” de Carlota.

Y hablando del distinguido musico trinitario Julio Cuevas (1897-1975) cuya orquesta fue una de las más importantes de los años 40 y algunas de cuyas composiciones son verdaderos clásicos, por suerte menos olvidados que su autor, como es el caso de “El golpe de bibijagüa”, “El marañón” o la que hoy nos ocupa, Tingo talango, heredero directo de aquel montuno de don Miguel: “Nacen en Cuba las güiras/ y en Oriente las maracas/ y en el mundo se destaca/ su rebombar que me inspira…”

De niño soñó con ser un gran pianista, pero tuvo que conformarse con empezar por un cornetín que le regaló su abuela Candelaria. El niño, llamado Julio Cueva y hoy no lo suficientemente recordado, es a no dudarlo, uno de los músicos más peculiares de cuantos en Cuba han sido.

Del cornetín a las clases de solfeo y teoría, y de ahí a integrar la Banda Municipal de la Ciudad de Santa Clara, en 1915 hasta comenzar a componer temas que luego lo identificarían como creador de ritmos pegajosos como “El Golpe de Bibijagua” y “Tingo Talango”, las más conocidas. Fue época de tocar también en la filarmónica del maestro español Sanjuán, en agotadores ensayos para actuaciones mal pagadas.

Cuevas era trompetista y como tal formó parte de varias orquestas, hasta que en 1930 se unió a la de Don Azpiazu, la más importante jazz band cubana de la época.
con la que realiza su primera gira internacional, por varias plazas de Nueva York. Luego, Europa y África: Londres, Lisboa, Zurich, París, Madrid. Trípoli, Beirut…cinco años y medio de constante movimiento. En Paris donde termino la gira. Julio, que era comunista, “se quedó en París”, pero en aquellos tiempos no importaba, vueltas que da la vida. Allí, comenzó a tocar en un night club. La capital francesa tiene fiebre de música cubana. En el teatro de los Bufos parisienses se agolpan los adictos a la rumba cubana. París le abre las puertas. Funda su propia orquesta, que debuta en un cabaret recién abierto al público parisino y que lleva el nombre de La Cueva, en honor al mismísimo Cueva.

En la capital francesa tienen un éxito inusitado. La orquesta participa en la filmación de la película Orquídea Negra, protagonizada por Carlos Gardel.

El film comenzaba con un trompeta interpretando la conocida canción “El Manisero”, del cubano Moisés Simons. El trompetista era Julio Cuevas.

Faltaba impactar en la escena española y a conquistar Madrid sale después de unos días por África del Norte.

Entre los ibéricos resulta un exitazo; en la orquesta de Julio Cuevas está el ya famoso Eliseo Grenet en el piano y su hermano Ernesto en la batería, pero el país ibérico andaba en tensiones políticas y estalla una guerra civil en julio de 1936.

Al iniciarse la guerra se unió a los grupos que en el sector oeste de la ciudad recogían materiales para el frente. Situado en la populosa Gran Vía madrileña y llamaba la atención de los viandantes con un cornetín y luego pedían contribuciones para los combatientes de la Sierra de Guadarrama.

Se incorporó luego en la décima brigada y después en la 46 División, le confieren los grados de capitán y lo nombran director de la banda de Música, precisamente la que encabezó el sepelio de Pablo de la Torriente Brau.

Con ella se mantuvo los tres años de la guerra y con la que recibieron en el cuartel de Alcalá de Henares a los delegados al II Congreso Internacional de escritores para la defensa de la Cultura.

La historia de Julio Cueva durante la Guerra Civil es toda una novela aparte, mucho más allá de la desmovilización, la dolorosa retirada, el paso de la frontera francesa y los setenta y ocho días en el campo de concentración Argelés-sur-Mer. A pesar del maltrato y las peores condiciones de vida tiene el espíritu de crear una canción satírica contra la actitud de las autoridades del campo; el título fue tomado de las exclamaciones Alé, Ale, Reculé, de los soldados senegaleses que al servicio de Francia custodiaban a culatazos.

En 1940 regresa a La Habana, donde funda su propia orquesta, con la que logró, quizá, su década más gloriosa.

De nuevo en La Habana, vuelve a su trabajo como músico.

Después de un corto período en la ciudad de Trinidad forma la orquesta Montecarlo que comienza a radiarse con bastante éxito por la emisora RHC Cadena Azul. Luego viene la temporada del cabaret Sans Souci, ya con la orquesta de los hermanos Palau.

Al fundarse la Emisora Mil 10 dedicó más tiempo a la composición musical y temas con contenido social.

Fue el alter ego del personaje Gaspar Blanco de la novela La consagración de la primavera, de Alejo Carpentier.

Aqui la letra de la cancion que hizo famoso a Julio Cuevas y el audio en la interpretacion de Machito y sus AfriMus.

Tingo Talango

Hay en Cuba un instrumento
que se usa mucho en el campo,
no es de cuerda ni es de viento,
se llama tingo talango.

Tumba a Antonio, dale que dale, tumba a Antonio.
Tumba a Antonio, tingo talango, tumba a Antonio.

Se toca el tingo talango
en la campiña cubana
y se entusiasman bailando
de la noche a la mañana.

Tumba a Antonio, dale que dale, tumba a Antonio.
Tumba a Antonio, tingo talango, tumba a Antonio.

Si quieren que les describa
cómo es el tingo talango
tráiganme un gajo de güira
o si no uno de mango.

Tumba a Antonio, dale que dale, tumba a Antonio.
Tumba a Antonio, tingo talango, tumba a Antonio.

Se abre un hueco en el suelo,
encima una hoja de lata,
en el centro un agujero
donde un alambre se ata.

Tumba a Antonio, dale que dale, tumba a Antonio.
Tumba a Antonio, tingo talango, tumba a Antonio.

Con estos tres elementos
que yo les estoy nombrando
ya tienen el instrumento
cubano tingo talango.

Tumba a Antonio, dale que dale, tumba a Antonio.
Tumba a Antonio, tingo talango, tumba a Antonio.

Wiki/RecuerdosPoello/InternetPhotos/ www.TheCubanHistory.com
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor.

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