CHINA JOINS THE CUBAN CHESS.
China takes off to Cuba. This Sunday inaugurated the first airline between Beijing and Havana.
Chinatown in Havana, the chino-cubanos delicacies are a dim memory. With the shortcomings of the island has been diluting the mixed gastronomic tradition that was created with the settlements of Cantonese immigrants since the nineteenth century. While menus offer dishes with chinoiserie terminology, it may happen that have rather little Chinese or also it order a pizza though probably the pizza is not an ode to mozzarela-.
The hard core of chino-cubano has been diluted in the pot multiethnic island. Apart from the names of the restaurants in Chinatown, as endearing as the three Chinitos, or modern elements as the portico entrance to the neighborhood in 1999 funded by the Chinese government, and situated in the old Dragons street apparent trace what was the Chinese in Cuba is in the unexpected Asian features that can be found on a white Afro-Cuban or Cuban, who, as the most natural thing in the world, explained: “My grandmother was my grandfather was Galician and Chinese”.
But now a new Chinese power looms. This Sunday inaugurated the first airline between Beijing and Havana. Twenty hours of flight with technical stop in Montreal, Canada. Something quite different from the eternal Cantonese routes were over a century ago, fleeing famine in their land, to come to America and try to have to eat and sleep in cities like San Francisco or Havana. This time the Chinese will be other Chinese “Tourists and businessmen” as he said during the ceremony at the Beijing airport Cuban Ambassador Jesus Alberto Fernando Silva.
It is the first line connecting Beijing with the Caribbean and the first route to open a Chinese company to Latin America. The flight is operated by Air China and is new in several respects. It is the first line connecting Beijing with the Caribbean and the first route to open a Chinese company to Latin America. First it is a tourist opportunity for Cuba, but in turn can serve as a gateway to other parts of the Caribbean and Mexico in Chinese tourism, the great spoil the sector: 120 million Chinese made leisure trips abroad in 2014 and it is estimated that by 2025 the figure will reach 500 million.
But Cuba Here’s another side of the matter is also a coveted fruit. Generate economic opening rather than later, a market of 11 million consumers who will have to be supplied mainly by imports, given the weakness of the Cuban productive capacity. In addition, the island without having disproportionate importance it had during the Cold War, remain a piece of true meaning in the geopolitical chessboard.
China is already the second largest trading partner of Cuba, behind the declining oil economy Venezuelan and Chinese President Xi Jinping visited last year the island, signed 29 trade agreements with the government of Raul Castro and went to greet Fidel, who gave him a bronze bust of the young man Fidel -of weight of 175 kilos.
Cuba seems a run of aircraft. Shortly before the Chinese line was opened, it was announced that there was an agreement for them to return direct commercial flights between the United States and Havana. The island, with its 11 million inhabitants, will close 2015 with about 3.3 million visitors, and the growth potential of tourism -a difference of the reception capacity of the infrastructure cubana- is exponential.
El Pais, Spain / Pablo del Llano, Mexico / IntrnetPhotos / TheCubanHistory.com
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor.
CHINA SE SUMA AL AJEDREZ CUBANO.
China despega hacia Cuba. Este domingo se ha inaugurado la primera línea aérea entre Pekín y La Habana.
En el Barrio Chino de La Habana, los manjares chinocubanos son un recuerdo vago. Con las carencias de la isla se ha ido diluyendo la tradición gastronómica mestiza que se creó con los asentamientos de migrantes cantoneses desde el siglo XIX. Si bien los menús ofrecen platos con terminología chinesca, puede ocurrir que tengan más bien poco de chino o, también, que sea preferible pedir una pizza –aunque, probablemente, la pizza tampoco sea una oda a la mozzarela–.
El núcleo duro de lo chinocubano se ha diluido en la olla multiétnica de la isla. Aparte de los nombres de los restaurantes del Barrio Chino, tan entrañables como Los Tres Chinitos, o de elementos modernos como el pórtico de entrada al barrio financiado en 1999 por el Gobierno chino, y situado en la antigua calle Dragones, la traza más evidente de lo que fue lo chino en Cuba está en los inesperados rasgos asiáticos que se pueden encontrar en un afrocubano o en una cubana blanca, que, como la cosa más natural del mundo, explicará: “Mi abuela era gallega y mi abuelito era chino”.
Pero ahora asoma una nueva corriente china. Este domingo se ha inaugurado la primera línea aérea entre Pekín y La Habana. Veinte horas de vuelo con parada técnica en Montreal, Canadá. Algo bastante diferente a las rutas eternas que seguían los cantoneses hace más de un siglo, escapando de las hambrunas de su tierra, para llegar a América e intentar tener donde comer y dormir en ciudades como San Francisco o La Habana. Esta vez los chinos serán otros chinos: “Turistas y hombres de negocios”, como dijo durante el acto en el aeropuerto de Pekín el embajador cubano Alberto Jesús Fernando Silva.
Es la primera línea que conecta Pekín con el Caribe y la primera ruta que abre una compañía china hacia América Latina. El vuelo lo opera Air China y es una novedad en varios aspectos. Es la primera línea que conecta Pekín con el Caribe y la primera ruta que abre una compañía china hacia América Latina. En primer lugar se trata de una oportunidad turística para Cuba, pero a su vez puede servir como puerta de entrada a otros puntos del Caribe y a México de turismo chino, el gran botín del sector: unos 120 millones de chinos hicieron viajes de ocio al extranjero en 2014 y se calcula que en 2025 la cifra llegará a 500 millones.
Pero Cuba –aquí está otra cara del asunto– también es un fruto apetecido. Su apertura económica generará, antes que tarde, un mercado de 11 millones de consumidores que tendrá que ser abastecido sobre todo por importaciones, dada la debilidad de la capacidad productiva cubana. Además, la isla, sin tener la desproporcionada importancia que tuvo durante la Guerra Fría, seguirá siendo una pieza de cierto significado en el tablero geopolítico.
China ya es el segundo socio comercial de Cuba, por detrás de la declinante economía petrolera venezolana, y el presidente chino Xi Jinping visitó el año pasado la isla, firmó 29 acuerdos comerciales con el gobierno de Raúl Castro y pasó a saludar a Fidel, a quien le obsequió un busto de bronce del propio Fidel –de joven– de 175 kilos de peso.
Cuba parece una carrera de aviones. Poco antes de que se abriese la línea china, se anunció que había un acuerdo para que volviesen los vuelos comerciales directos entre Estados Unidos y La Habana. La isla, con sus 11 millones de habitantes, cerrará 2015 con cerca de 3.300.000 visitantes, y el potencial de crecimiento del turismo –a diferencia de la capacidad de acogida de la infraestructura cubana– es exponencial.
El Pais, Spain/Pablo del Llano, Mexico/IntrnetPhotos/TheCubanHistory.com
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor.