Very close to the calle Baratillo between O´Reilly and Enna, in the Plaza de Armas, Habana Vieja, sits a small building of neoclassical style, which makes us awake the illusion of travelling for a few moments the past.
Testimony of the passage of the Spaniards by this island during the colonial period, El Templete is distinguished by its constructive simplicity and at the same time its marked monumental character. Protruding façade consisting of a portico of Doric columns supporting a pediment, where you can read an allegory to the founding date and a decorated frieze.
The enclosure, enclosed by imposing iron gates crowned with bronze tips, has pillars that hold drinks and pineapples, which gives the small temple native and tropical air. On them, dazzled said Manuel de Zequeira in his Ode to pineapple: “graceful splendor pineapple dressed / pump of my homeland”.
This monument of colonial style, opened March 19, 1828, stored inside an imposing column of three-sided, called Cajigal column that was the surname de el gobernador Don Francisco Cajigal de la Vega, who ordered its construction to place an image of the Virgin of the pillar on the cusp.
According to tradition, right in this place was held at the foot of a lush Ceiba tree that was until 1753, the first mass and cabildo, once established the Villa of San Cristóbal from Havana.
On the religious act wrote Emilio Roig de Leuchsenring, who was the first historian of Havana: “it consisted of a mass said the Espada Bishop and which was attended by the Captain-General and ecclesiastical, civil and military authorities of the city, as well as important persons of the same. Before all of them addressed sword that Pezuela qualified scholar.
Draperies, lighting and various popular festivals served to celebrate the inauguration of this monument, one of the few historical character that owns Havana three days”.
The inauguration of the monument, in homage to the Queen Amalia Josefa wife of Fernando VII, was portrayed by John Baptist Vermay, a French painter who left us prints on canvas the Act of blessing of the place and the mass of the Bishop of sword, in the presence of the Captain General and senior officials of the colonial Government.
Still preserved in the interior of the temple this work along with two others that are dedicated to the first mass and the first chapter. Therefore the artist remains rest in El Templete, guarded also by the ashes of his wife.
Each November 15 havanans going to the temple to celebrate another anniversary of the founding of the city. According to the legend, reach the ceiba this place is a good omen for future projects. First three turns should be in the opposite direction to the hands of the clock, then a coin is released and is fervently requested a desire.
The temple since 1982, won World Heritage status and today continues to be one of the buildings most loved by the habaneros.
Agencies/Rad.Encyclopedia/Ruth Soto/extracts/Internet Photos/ Arnoldo Varona/TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.
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“EL TEMPLETE”, LA HAVANA, SÍMBOLO DE LA NACIÓN.
Muy cerca de la calle Baratillo entre O´Reilly y Enna, en la Plaza de Armas, de La Habana Vieja, se ubica una pequeña construcción de estilo neoclásico, que nos hace despertar la ilusión de viajar por unos instantes al pasado.
Testimonio del paso de los españoles por esta Isla durante el período colonial, El Templete se distingue por su sencillez constructiva y a la vez por su marcado carácter monumental. Sobresale su fachada constituida por un pórtico de columnas dóricas que sostienen un friso decorado y un frontón donde puede leerse una alegoría a la fecha fundacional.
El recinto, cerrado por imponentes rejas de hierro coronadas con puntas de bronce, posee unos pilares que sostienen copas con piñas, lo cual le da al pequeño templo cierto aire tropical y criollo. Sobre ellas, deslumbrado dijo Manuel de Zequeira en su texto Oda a la piña: “La airosa piña de esplendor vestida / la pompa de mi patria”.
Este monumento de estilo colonial, inaugurado el 19 de marzo de 1828, guarda en su interior una imponente columna de tres caras, llamada Columna de Cajigal que era el apellido del gobernador Don Francisco Cajigal de la Vega, quien ordenó su construcción para colocar en la cúspide una imagen de la Virgen del Pilar.
Según cuenta la tradición, justo en este lugar se celebró al pie de una frondosa ceiba que estuvo hasta 1753, la primera misa y cabildo, una vez establecida la Villa de San Cristóbal de La Habana.
Sobre aquel acto religioso escribió Emilio Roig de Leuchsenring, quien fuera el primer Historiador de La Habana: “Consistió en una misa que dijo el obispo Espada y a la que asistió el Capitán General y autoridades eclesiásticas, civiles y militares de la ciudad, así como personas importantes de la misma. Ante todos ellos pronunció Espada un discurso que Pezuela calificó de erudito.
Colgaduras, iluminaciones y diversos festejos populares sirvieron para celebrar durante tres días la inauguración de este monumento, uno de los pocos de carácter histórico que posee La Habana”.
La inauguración del monumento, en homenaje a la reina Josefa Amalia esposa de Fernando VII, fue retratada por Juan Bautista Vermay, un pintor francés que nos dejó grabados en lienzos el acto de bendición del lugar y la misa del obispo de Espada, en presencia del Capitán General y altos funcionarios del gobierno colonial.
Aún hoy se conserva en el interior del templo esta obra junto con otras dos que representan la advocación a la primera misa y el primer cabildo. Por ello, los restos del artista reposan en El Templete, custodiados también por las cenizas de su esposa.
Cada 15 de noviembre los habaneros van al Templete para festejar un nuevo aniversario de la fundación de la ciudad. Según la leyenda, llegar hasta la ceiba de este lugar es un buen augurio para proyectos futuros. Primero se deben dar tres vueltas en sentido contrario a las manecillas del reloj, luego se lanza una moneda y se pide fervientemente un deseo.
El Templete desde el año 1982, mereció la condición de Patrimonio de la Humanidad y hoy por hoy continúa siendo uno de las edificaciones más queridos por los habaneros.
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